Nunca visites panteones,
ni llenes tumbas de flores.
Llena de amor corazones.
En vida, hermano, en vida.
Anamaría Rabatté
Recientemente en las montañas de la costa jalisciense se realizó un festejo repleto de júbilo alrededor de una figura que en mayores momentos parecía como un festejo clásico de un santo patrono.
Así como se hacen las fiestas coloridas y llenas de algarabía a los personajes fallecidos que defendieron y protegieron a sus comunidades contra las injusticias o aquellos que guiaron, iluminaron o inspiraron a grupos que comparten un oficio o una afición, así de esa manera se viven los festejos que le ofrecen al párraco Jorge Lorenzo Domínguez Brambila, un cura jubilado oriundo y avecindado en Villa Purificación Jalisco.
¿Qué es un santo patrono?
Para la Iglesia Católica un “santo patrono” es un individuo ya declarado santo, al que una persona, un gremio o una comunidad buscan para que los proteja e interceda por ellos.
Para ser santo es necesario en primer lugar estar fallecido y emprender, cinco años después de su muerte, un proceso que puede durar hasta 100 años para ser canonizado y poder declararlo santo. Eso sería, en la práctica, realmente complicado de ver y ser testigos para los seguidores de una persona que vive los mismos momentos que sus fieles.
Por ello la pregunta a saber si es posible un santo patrono vivo, porque en la práctica podemos observar muchos rasgos y destellos de las festividades a los santos patronos que igual ocurren en las festividades donde el personaje central es el padre Domínguez; tanto en el peregrinaje a caballo a dar gracias a la Virgen de Talpa así como en las fiestas de su cumpleaños, ambos eventos multitudinarios.
Las andanzas de un peregrino a caballo
Jorge Lorenzo Domínguez Brambila es el guía de los peregrinos a caballo que año con año emprende un viaje de rendición a la Virgen de Talpa junto con un nutrido grupo de cabalgantes de varias comunidades de Jalisco y Colima que viajan por cuatro días por las montañas de la Sierra de Cacoma, de Autlán de Navarro a Talpa de Allende.
Esa peculiar peregrinación a caballo, fundada por el propio cura, cumplió este 2024 cuarenta y siete años ininterrumpidos que emprenden más de 300 peregrinos cabalgantes (caballo-jinete) la ruta por las altas montañas a dar gracias a la Virgen del Rosario, famosa por sus múltiples milagros que miles de fieles-peregrinos atestiguan año con año.
La peregrinación de cabalgantes encabezada por el cura campirano se da en el mes de marzo justo en los días del novenario a San José, santo patrono de los carpinteros y los obreros. Van por el lomo de la sierra por cuatro días aguantando el recio frío de la montaña hasta llegar a rendir gracias a la Virgen de Talpa. La figura del padre es central en la ruta. Oficia misa en cada uno de los días en los lugares donde pernoctan y va guiando la enorme columna de caballos hasta llegar a la Basílica donde reposa la afamada virgen milagrosa.
Las andanzas de un cura de pueblo
La peregrinación a caballo de Autlán a Talpa es el organismo vivo que heredará el párroco de la Villa, pero hay toda una vida llena de momentos que hablan de una estrecha relación con los pueblos de la costa de Jalisco y allende sus límites. Él mismo ha dicho que está pensando escribir sus muchas anécdotas en un libro que ya lo intituló “Las andanzas de un cura de pueblo”.
Este hombre que predica la palabra de Cristo en espuelas, con sombrero de charro y montado a caballo, ha dedicado su vida a servir a la gente de los pueblos de Jirosto, Tomatlán, Autlán, Villa Purificación, Soyatlán del Oro, Cuautitlán, San Clemente, Lo Arado, Juanacatlán y Unión de Tula, como sacerdote, seguro más y más pueblos habrá en su prolija relación con los habitantes de la costa occidental mexicana.
60 años como sacerdote
El pasado 14 de agosto en el poblado de la Villa Purificación, familiares y amigos del cura, se organizaron para hacerle una fiesta conmemorativa por los 60 años de ordenación sacerdotal, un acto solemne en la jerga sacramental católica. La fiesta fue antecedida por la tradicional cabalgata que encabezó el cura en su caballo prieto de grandes zancas, que después de desmontar, se fue directo al oficio de su vida.
Los fieles que atestiguaron el gozo del sexagenario curato abarrotaron el lugar; no cabía un alma en un lugar exprofeso para multitudinarias reuniones, que en este caso se convirtió en una amplio templo donde se ofició una misa encabezada por el propio Domínguez Brambila flanqueado por nueve párracos de diversas parroquias que atestiguaron y fueron parte del rememorado sacramento.
Tal como una fiesta al santo patrono del pueblo
La fiesta que incluyó una larga e interesante misa, tuvo de todo, desde la comilona tradicional campirana de cueritos, carnitas y chicharrones hasta la raicilla, un mezcal perfumado con el aroma del maguey de la costa.
Después de acabada la misa devinieron los homenajes, propios de un personaje altamente admirado, respetado y sobre todo querido por una buena cantidad de personas provenientes de los pueblos de la costa de Jalisco y Colima. Todo un acontecimiento socio-cultural alrededor de un hombre octagenario, casi llegando a los 90 años de vida, que todavía monta su prieto caballo y calma el frío con raicilla.
El año pasado, ya los cabalgantes de El Colomo, histórico pueblo costeño de Colima, le habían homenajeado su cumpleaños con una espectacular fiesta campirana en las instalaciones de aquellos colimotes. Una verbena de cabalgata, devoción y fiesta que giró alrededor del cumpleañero párraco que feliz departía abrazos y sonrisas. El Club Ecuestre El Colomo, es parte de la contingencia de cabalgantes que no fallan a la procesión religiosa a caballo.
Pero este pasado 14 de agosto no se quedó atrás, en esta ocasión esos abrazos y sonrisas del párroco se lo brindaron los suyos, propios de su pueblo natal, que entre familiares, amigos y fieles, hicieron que la fiesta fuera muy semejante a la de un santo patrono: llena de liturgia, devoción y respeto al personaje.
Los 9 padres que lo acompañaban en la misa, generosos en sus palabras hacia el cura Domínguez, pintaron un entorno de solemnidad, algo más allá de la importancia de las cosas que congeniaba con el júbilo de los fieles presentes que se rindieron ante el prelado jubilado.
Musica y canciones dedicadas
Entre tantas manifestaciones de afecto resaltaron tres composiciones musicales que hablan de la persona y la vida del cura charro. Una cantada en coro, una composición en mariachi por un personaje de Colima y una más, un huapango cantado por un sobrino del propio cura. Esta última la rescatamos para que sirva de vestigio cuando se habla de amor, respeto y admiración al cura homenajeado.
La iniciativa, a diferencia de los peregrinos colimotes que le ofrecieron el homenaje el año anterior, fue de sus familiares, amigos y fieles de su pueblo natal. Este detalle no es menor. Le acompañaron también diferentes grupos de cabalgantes de El Grullo, Autlán, La Huerta, Lo Arado, Cuautitlán, por supuesto de Villa Purificación, cabalgantes colimotes entre otros pueblos de la región.
El homenaje sacramental al padre Domínguez del pasado 14 de agosto, fue todo un jolgorio de colección que integró la solemnidad religiosa con la cadencia musical del mariachi, la oriunda bebida de la raicilla y una generosa comilona de gourmet campirano.
Entonces, desde el ejemplo, ¿se puede decir santo patrono?
Si bien es cierto que para nombrarse santo patrono del pueblo o de un grupo de personas con un mismo oficio o una misma afición, es necesario haber pasado por una serie de requisitos y haber cumplido un determinado proceso y, sobre todo, ser nombrado oficialmente por la institución que ha establecido desde hace cientos de años dicha denominación. Sí, eso es muy claro.
Y más claro está que para llegar al inicio del largo procedimiento para nombrar santo a una persona, el primer requisito es estar muerto.
Pues para la pregunta no hay más que una sola respuesta: imposible.
…Eppur si muove…
Sin embargo cabe alegar desde la cuestión del título de este escrito que desde el ejemplo puede haber un recodo de esa denominación cuando la persona es consuetudinaria en sus acciones de bien, de servir, de ser guía, de ser ejemplo, de ayudar al prójimo, del que se acude para solucionar problemas personales, del que se le pide consejos de vida, del que da protección al desvalido, del que desde su tutela y su guianza produce verdaderos milagros en mujeres y hombres comunes.
Y también podemos decir a favor que desde el ejemplo se enseña y se encausa al igual que vive y se revive la tradición que otorga identidad y fortalece los valores sociales que conservan la cultura campirana que vive la amenaza ante la gravidad urbana de costumbres artificiales.
Si bien es cierto que no se puede llamar santo patrono a una persona que hoy actúa socialmente como tal, bien nos da la oportunidad de vivir y ser testigos de algo cercano a ello. Siempre será un valor inigualable el observar el milagro vivo, sentir el abrazo de confort o la mano bien apretada.
Quizá sea sólo una apreciación personal pero la energía se vuelve mucho más poderosa al observar al sobrino cantarle frente al personaje de su canción, que cantarle a su memoria.
Las cosas de los santos la verán las futuras generaciones, nuestra generación, la vive.
les felicitó por está Gran cronología de una persona sencilla y dedicada a su ministerio y a la defensa de los mas débiles porque cuándo lean sus andanzas se darán cuenta de todas las veces que ha puesto él pecho antes qué los afectados o de los que han abusado por su poder económico.