La red 5G no es solamente un salto tecnológico de las redes de comunicación inalámbrica. Hay cambios fundamentales del sistema que le permiten alcanzar el rango de aplicación militar a gran escala.
- Un primer aspecto reside en que el 5G habilita en las ciudades el empleo de rayos de energía dirigida desde una red de millones de antenas.
- Un segundo aspecto es la integración de esta red terrestre con un sistema similar desplegado en el espacio.
- El tercer aspecto se desprende de los dos primeros: el potencial militar de esta red planetaria como tecnología de vigilancia, espionaje y agresión.
El 5G como arma (I): Rayos de energía dirigida
El potencial militar del 5G reside en un cambio fundamental de su sistema de transmisión de datos. Las anteriores generaciones de telefonía celular (3G y 4G) dispersaban señales en una cobertura lo más amplia posible.
Con el 5G se pasa de la dispersión de señales, a la concentración de energía en haces colimados que se transmiten punto a punto. Ésta característica le permite una capacidad de transmisión de datos cientos de veces mayor. Y lo que es más importante, lo convierte potencialmente en un arma de energía dirigida.
Video: Diferencia entre la red 5G y las generaciones anteriores
A medida que el 5G se despliega, crea un ambiente mucho más peligroso para la vida en las ciudades. Electrifica cientos de veces el ambiente, generando en forma azarosa y errática puntos críticos de alta densidad.
La intersección de haces, pulsos y sobrecargas eléctricas en ciertos puntos pueden generar todo tipo de eventos biológicos: infartos, muertes súbitas, desvanecimientos…
La actual epidemia de #repentinis en el mundo puede explicarse por la sinergia de estos cambios en el ambiente electromagnético junto al impacto de las inyecciones Covid.
VIDEO: Ciclista se derrumba en el segundo 23
Veamos un ejemplo. En este video de un ciclista obtenido por una cámara de seguridad en España, es posible observar un “acontecimiento” electromagnético en el segundo 23: un pulso parece atravesar la escena, registrado como un parpadeo de la cámara, e inmediatamente después el ciclista se derrumba.
Puede estar sucediendo en todo el mundo, azarosa y aleatoriamente. Es prácticamente imposible detectar la conexión causal.
Es también razonable esperar “brotes”, “focos de contagio” y “oleadas de enfermos” en zonas donde nuevas instalaciones de 5G entren en funcionamiento.
La doctora en Física Katherine Horton, de la Universidad de Oxford, destaca que de todo este choque enmarañado de campos y haces electromagnéticos, “los pulsos son lo peor”.
Video: Katherine Horton
El 5G como arma (II): medio millón de satélites irradiando hacia la tierra
Un segundo aspecto militar del 5G es su despliegue desde el espacio. El 5G no sólo es una capa de electrificación más: tiene el agravante de que es la primera vez que se irradian masivamente señales eléctricas desde el espacio hacia la tierra. Con el 5G, una vasta red de antenas satelitales interactúan con las antenas de la red terrestre.
A comienzos de 2022, hay casi medio millón de satélites aprobados. Esta infraestructura espacial intentará conectar en tiempo real todo el planeta, llevando internet a cada centímetro de la tierra.
Dice Arthur Firstenberg, de Cell Phone Task Force:: “Nadie se pregunta siquiera si los satélites tienen tienen algo que ver con la disminución en todo el planeta del número de insectos y aves, y con los trastornos del sueño y fatiga que muchos están experimentando. Todo el mundo está tan concentrado en un virus y en las antenas en el suelo, que nadie presta atención al holocausto que desciende del espacio”.
El alcance satelital del sistema, integrado con la red terrestre, le otorga una importancia militar de primer orden.
El 5G como arma (III): Un arma de alcance ilimitado
El tercer peligro del 5G es su potencial uso como arma “no letal” o encubierta.
Los gobiernos han comenzado a usar discretamente armas de energía dirigida para el control de multitudes. Los dispositivos sónicos, térmicos y electromagnéticos para el control de masas son oficiales y tienen patentes reconocidas.
El ciudadano ya depende de las redes cibernéticas para casi todas sus operaciones vitales, y el sistema tiene un conocimiento íntimo de su ideología, emociones y relaciones.
El 5G es un paso más en la costrucción del Estado policial. Combinado con datos biométricos y formas de geo-localización, el 5G es un arma perfecta de vigilancia masiva, acoso de disidentes y asesinatos encubiertos y selectivos.
Un pulso, enviado artera o accidentalmente, hacia el poseedor de un teléfono celular, puede enfermarlo o matarlo.
¿Quién controlará esta tecnología y sus bases de datos? ¿Qué puede pasar si esta red integrada de alcance planetario cae en manos criminales?