Silenciar las voces disidentes era la realidad que imperaba en una red social como Twitter, hasta que Elon Musk tomó el control, y se propuso poner fin a la cultura de la cancelación.
Mamela Fiallo Flor – Panam Post
Silenciar las voces disidentes era la realidad que imperaba en una red social como Twitter, hasta que Elon Musk tomó el control. El poder de las grandes corporaciones tecnológicas llegó al punto de expulsar a Donald Trump, siendo el presidente en ejercicio de Estados Unidos. Pero el magnate de origen sudafricano se propuso poner fin a la cultura de la cancelación y así lo ha hecho.
“R.I.P. (acrónimo de descansa en paz, en inglés) cultura de la cancelación, no te vamos a extrañar”, respondió Elon Musk a una conversación en Twitter entre el comentarista Joe Rogan y el periodista Matt Taibbi, quien fue el investigador a cargo de los Twitter Files, donde destapó el sesgo político e ideológico que había convertido la censura en norma.
«El antiguo Twitter era solo una piedra de afilar para los mensajes oficiales», dijo Musk, agregando que espera que este cambio sea uno de los resultados de su compra.
«Espero que la gente se sienta animada a decir más ahora». añadió Taibbi.
«La libertad de expresión es la base de una democracia que funciona, y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad», expresó Musk cuando compró Twitter por 44.000 millones de dólares en octubre del año pasado.
Elon Musk se ha declarado un «absolutista de la libertad de expresión». En noviembre de 2022, el empresario dijo que: «la cultura de la cancelación debía cancelarse». Hasta ahora los cambios implementados han ido en esa dirección.
Listas negras de plataformas libertarias
Dentro de la información que se ha destapado desde que Elon Musk está a cargo de Twitter está el hecho de que el Departamento de Justicia de EE. UU. tenía «listas negras» de conservadores y libertarios que estaban vigilados y sus contenidos limitados. The Federalist incluso denuncia a la Administración de Joe Biden de coludir con las grandes corporaciones de tecnología para imponer censura.
El caso más destacado fue el del New York Post, censurado por divulgar el contenido de la computadora personal de Hunter Biden en plena campaña de su padre por la presidencia en 2020. El sesgo ideológico de Twitter quedó en evidencia al silenciar estas publicaciones para evitar que la candidatura de Joe Biden resultara perjudicada.
EEUU dice basta a la cultura de la cancelación
Pero esta polarización está llevando a los ciudadanos al hartazgo. «No nos odiamos en este país, tengo los datos, Joe. El 93 % de los estadounidenses dice que detesta lo divididos que nos hemos convertido como país, ese otro 7 % que no odia esta situación, esos son los activistas que dicen que si compras un Tesla significa que de alguna manera crees en el discurso de odio, es completamente absurdo y es una intimidación total», espetó el presidente del Instituto Americano de Emprendimiento, Arthur Brooks. Su respuesta fue ante los comentarios del discurso de Musk a favor de la libertad de expresión.
Cero tolerancia con la pornografía infantil
La lucha de Elon Musk en favor de la libertad de expresión no significa apertura al libertinaje. Desde su llegada a la dirección de la plataforma puso en práctica una política de cero tolerancia con el abuso de menores, lo que incluye contenido sexual de niños y adolescentes en la red social.
Musk ha puesto como prioridad brindar protección especial a los menores mientras deja claro que su premisa en Twitter es: libertad de expresión sí, cultura de la cancelación no.