ANÁLISIS. El deslave que concentró nuestra atención esta semana nos acerca a lo que viene: el futuro post-pandemia. En un informe oficial, el Océano Pacífico fue señalado como la región mundial que podría tener las mayores afectaciones en el corto tiempo. Cómo puedo afectar al destino en las próximas décadas.
Puerto Vallarta y Bahía de Banderas tendrán muchos retos por delante. Y esta semana se sumó silenciosamente una problemática mundial que afecta y afectará paso a paso a las ciudades e islas del Océano Pacífico: el ya innegable cambio climático.
Un nuevo informe sobre cambio climático nos señala
195 países aportaron más de 14 mil estudios para conformar las bases del Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), que se presentó esta semana. En este trabajo, en el que no queda duda sobre la responsabilidad humana, el Océano Pacífico fue señalado como la región mundial que podría tener las mayores afectaciones en el corto tiempo. Y este tiempo, se ha hecho más corto aún.
El cambio climático ya está entre nosotros y se espera que estos fenómenos se incrementen en su frecuencia, sus extremos y en sus afectaciones.
- Ciclones
- Incendios
- El Niño (y la Niña)
- Precipitaciones
- Ondas de calor
Asimismo, la suba de nivel del mar se convierte en uno de los principales problemas debido a las variaciones en los termómetros.
A este ritmo, de aquí a fin de siglo, la altura del Océano Pacífico podría marcar una subida de 2 metros en su nivel, si también se tienen en cuenta los deshielos que se provocarían en Groenlandia y en la Antártida (algunos modelos señalan hasta 1.93 metros entre Manzanillo y Mazatlán).
¿Cuánto falta para el fin de siglo?
Para 2100 faltan 79 años, eso quiere decir que, alguien nacido esta semana, podría convivir con un Pacífico con un par de grados más de temperatura y varias especies, marinas y terrestres, desaparecidas. La altura del mar, en ese tiempo, sería mucho mayor y ésta, afectaría a zonas de riesgo conocidas que ya han mostrado vulnerabilidad: Mismaloya, Playa del Holy, Versalles y playas de Badeba, que podrían desparecer poco a poco.
¿Alguien hoy en los ayuntamientos de la región está trabajando sobre la gradualidad de estas consecuencias?
Se trabaja generalmente sobre las secuelas de un posible desastre y, en eso, hemos aprendido mucho. Pero una prevención, a menos de una generación, sí puede ser posible.
Los informes del IPCC dicen que los océanos continuarán aumentando su altura sea lo que sea que pase. El nivel de los océanos ha subido un promedio de 20 centímetros en el último siglo, y el ritmo de aumento se ha duplicado desde 2006. Por ejemplo, se cita en el New York Times algunas de las consecuencias:
“Los científicos encontraron que, con 1,5 grados de calentamiento, los peligros aumentan considerablemente. Casi 1000 millones de personas en todo el mundo podrían sufrir olas de calor más frecuentes que pondrían en peligro su vida. Cientos de millones más tendrían que luchar por el agua debido a las graves sequías. Algunas especies animales y vegetales que hoy en día viven, desaparecerán. Los arrecifes de coral, que sustentan la pesca en amplias zonas del planeta, sufrirán con mayor frecuencia muertes masivas”
Mala Niña para el turismo
El fenómeno de El Niño está asociado a las temperaturas más altas en las aguas superficiales del Océano Pacífico. Su contraparte, el enfriamiento causado por el fenómeno llamado “La Niña”, está causando hoy en Sudamérica, en las zonas turísticas de nevadas y canchas de esquí, una “falta de nieve” que afecta a la principal actividad económica de estos destinos.
Se viene para Puerto Vallarta y Bahía de Banderas un futuro a corto plazo de definiciones y decisiones fuertes. Se sabe que los jóvenes tendrán, en el próximo gobierno, un rol que nunca se les había asignado, olvidándolos por completo.
Según la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero:
“Los jóvenes están en el centro de la cuarta transformación, después de que durante décadas la inercia, la censura y su estigmatización actuaron en contra de las nuevas generaciones”
En este marco, serán 5 mil Jóvenes los que se unan al programa “Jóvenes construyendo el futuro”, solamente para Puerto Vallarta. Imagino a muchos de ellos sumándose a la actividad turística.
Cuadros técnicos, la gran sorpresa
Pero también podría ser posible que muchos de ellos se sumaran a las corporaciones de Civil defense, tanto estatal como municipal. Desde allí, se podría buscar formar especialistas técnicos comprometidos con el futuro inevitable de este pueblo de la costa del Pacífico.
Aquí en la región hay biólogos, geólogos, meteorólogos, sociólogos, economistas, especialistas en desarrollo y muchos otros que pueden, desde la academia, aportar su experiencia y sabiduría ante una realidad que ya no es latente sino vigente.
Y a lo mejor no sería mucho pedir conformar con estos especialistas y varios de estos (técnicos) jóvenes, un observatorio real de cambio climático y sus consecuencias para la costa jalisciense. Ojalá tomemos conciencia porque, en términos climáticos y parafraseando al tango, 79 años no es nada.
Por: Tefil Gómez