Andrés Manuel López Obrador, en su 4° informe y ante una multitud de personas, enumeró los logros de su modelo de gobierno que le bautizó Humanismo Mexicano, que viene a suplir al modelo que se aplicó durante los 36 años anteriores al inicio de su gestión
La pasada marcha del domingo 27 de noviembre, confirma que México consolida su modelo económico social, que sin tener que sujetarse a la semántica ortodoxa del capitalismo, el socialismo o el comunismo, aporta una forma de relación gobierno-sociedad con marcadas diferencias a los modelos existentes en el mundo.
Antes y después de 4 años desde el 2018
El sistema capitalista neoliberal que se implementó en México desde el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) hasta el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), basado en el libre mercado que regula las reglas, resultó ser un fraude.
Esta forma de gobernanza fomentada por el gobierno corporativo de Estados Unidos, no queda en calificarlo solo como un timo colosal, sino que tiene que responder penalmente a los robos, saqueos, asesinatos, desapariciones masivas de personas, mentiras, engaños para cambiar la Ley y, sobre todo, en la práctica de una delincuencial corrupción.
No por nada, los cabecillas de la aplicación de ese modelo en México, han huido como criminales confesos. La paradoja es que están prófugos sin que haya habido de por medio juicios ni orden de captura, sólo por la exposición de la farsa, el fraude y la mentira.
De los cinco presidentes vivos de esa etapa, 4 de ellos viven en el extranjero al cuidado de los corporativos para quienes realmente gobernaron el país y, el otro que vive en México (Vicente Fox Quesada), no falta mucho para que igual huya o lo declaren oficialmente enfermo mental.
El actual gobierno, desde su elección en el 2018, que marcó un hito histórico al ser elegido por el voto masivo nunca antes registrado en esta porción del planeta, implantó una política económica enfocada a reducir la desigualdad social abismal que existe en México desde antes de su fundación, y acelerada en la época trágica del neoliberalismo.
A 4 años desde entonces, el modelo económico social puesto en práctica, hoy en día, se convierte en un ejemplo para otros países del mundo por los resultados obtenidos.
La cantidad de personas reunidas el domingo pasado en el zócalo de la Ciudad de México para festejar los logros obtenidos por esta forma de gobierno, legitima el certificado de creación de un nuevo modelo económico y social con carácter de objeto de estudio para las futuras generaciones del mundo.
En su arenga, el mandatario de la nación, justificó el nombre de humanismo mexicano por la nutrición de ideas universales y, lo esencial del proyecto de su gobierno, proviene “de nuestra grandeza cultural milenaria y nuestra excepcional y fecunda historia política”.
Lo que realmente ha resaltado en este gobierno se encuentra principalmente en el terreno económico y social, donde a pesar de los entornos negativos exteriores, México dio muestra de un manejo especial en esas esferas de la administración gubernamental.
La economía y finanzas
Desde los inicios de su gobierno, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha sido un crítico implacable de las políticas de los organismos internacionales como el FMI, Banco de México o calificadoras como Moodys, Fitch o S&P.
Habrá que hacer notar que la esfera política de la economía se ha querido ver como una rama de la administración pública sofisticada y especializada, que sólo los eruditos y estudiosos en la materia hablan ese lenguaje complejizado.
Esa creencia ha sido borrada por AMLO al que demostrar que la estabilidad cambiaria, la solidez fiscal, la inversión extranjera, el control inflacionario o la estabilidad de precios de los energéticos, son asuntos que tiene que ver con una disciplina puntual en la gestión, en el seguimiento y evaluación, en la austeridad gubernamental y, sobre todo, en la negación total a la corrupción.
Estabilidad cambiaria
El peso-dólar se ha mantenido estable desde la entrada del gobierno actual a pesar de los expertos que vaticinaban una depreciación de la moneda nacional precisamente por esa confrontación verbal del presidente con los organismos que rigen la economía mundial. Pero no fue así.
Hace unos meses, se inició un rumor que el peso iba a colapsar y los operadores del mercado cambiario en Chicago apostaron durante 8 semanas invirtiendo contra la divisa mexicana pronosticada a una depreciación mayor con relación al dólar.
Los inversores perdieron mucho dinero por esa apuesta que realizaron durante los meses de junio a octubre y en el mes de noviembre del presente año, las cosas empezaron a cambiar radicalmente en los apostadores bursátiles.
Para la primera mitad de este mes las compras de la divisa mexicana aumentaron y lejos de depreciarse el peso aumentó su valor con respecto a la moneda estadounidense.
En le periodo del 9 al 15 de noviembre la cantidad de contratos sumaron 67.9 mil lo que significó un aumento del 13.92 de las posiciones a favor de la apreciación del peso mexicano.
La inversión extranjera
Hay una fiebre reciente de inversión extranjera a nuestro país que le están llamando nearshoring o relocalización, que tiene que ver con una tendencia industrial corporativa de mover su manufactura de China en medio de un conflicto con Estados Unidos que va a la alza.
En el primer semestre del año, según la Secretaría de Economía, el país recibió una inversión extranjera directa de 27,511.6 millones de dólares.
La inversión extranjera en nuestro país tiene que ver con manufacturas 34%; transportes 16.3%; medios masivos 14.2%; servicios financieros 13% entre otros capitales que vienen de EU (39.9%), Canadá (10.3%), España (6.8%), Argentina (5.9%), Reino Unido (3.3%), Alemania (2.6%) entre otros.
Esto se suma a los ingresos recibidos por remesas desde los Estados Unidos, que hasta julio del presente se acumulaba ya 32,812 millones de dólares, cifra que supera en 16.4% de los recibido en el mismo periodo del 2021.
Igualmente, suma en este rubro, los ingresos de país por exportaciones que, al primer semestre del año, se contaba la cifra de 51,234 millones de dólares según reporta el INEGI.
Disciplina fiscal
Habrá que reconocer la labor de este gobierno en materia de recaudación de contribuciones. En mayo del 2019, AMLO firmó un Decreto que prohíbe otorgar condonaciones o eximir, total o parcialmente, el pago de impuestos a grandes contribuyentes y deudores fiscales.
Esta política obligó a las grandes empresas a pagar sus impuestos no solo los corrientes al día, sino que hizo que pagaran contribuciones que se tenían adeudadas.
Estas medidas no agradaron a los corporativos nacionales y extranjeros que usualmente no pagaban sus impuestos que, en la práctica, igual se convirtieron en oficinas de recaudación fácticas que no declaraban lo que cobraban a sus trabajadores ni a clientes los impuestos que retenían.
Esta práctica es por demás reflexiva, porque imagínese Ud., como ejemplo, lo que paga una persona al año solo del impuesto al consumo, el IVA, incluidos los infantes que igual producen gastos desde los dulces, sodas, papitas etc.
Imagine que, en un cálculo muy conservador en promedio por persona, gastemos en IVA 5 mil pesos al año, multiplicados por los 130 millones de personas que vivimos en México, es una jugosa cantidad de dinero.
Se ha conocido que no solo no se declaraba, sino que había empresas que todavía tenían el descaro de pedir la devolución del IVA de sus gastos e inversiones como lo hizo Jugos del Valle que cobró 1800 millones de pesos de la mano del despacho de Diego Fernández de Ceballos en los tiempos del sexenio de Vicente Fox.
Con este manejo gubernamental, grandes contribuyentes como Bancomer, CocaCola, Walmart, Elektra, Gpo Modelo entre otras que no pagaban sus obligaciones en sexenios pasados, se pusieron al corriente y ahora pagan lo que tienen que pagar, como toda persona.
En septiembre pasado, AMLO informó que todavía hay muchas empresas que se rehúsan a pagar lo que deben y que acumulan más de 100 mil millones de pesos.
Ha octubre de este año, la recaudación fiscal ya superaba los 3 billones de pesos, lo que significa un incremento del 4.9% con respecto al 2021.
La inflación y control de precios
La pandemia y la guerra en Ucrania han dado variantes económicas y sociales de gran magnitud. La primera fue la estrategia gubernamental de fomentar el mantener los ingresos de las personas y sus familias y aguantar el embate de la paralización total de la economía.
Lo segundo, que repercute directamente en la esfera de los energéticos, y por consecuencia en el precio y acceso de los alimentos, el gobierno destinó los excedentes de los ingresos del país por la alta demanda de petrolíferos, a subsidiar los precios de los hidrocarburos para evitar el disparo de precios, cosa que sí sucedió en otros países.
Aún con esa acción del actual gobierno, la presión de la interconectividad del país en el mundo, obligó la alza sobre todo en productos alimenticios, y la inflación creció más allá del 8% en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Esa situación, precisamente por las acertadas decisiones que se rigen bajo un modelo de gobierno basado en el bienestar general, ha venido disminuyendo para mantener un control de las variantes que fortalecen, sobre todo, al consumo general focalizado en el gasto básico de la población.
Sin las acciones implementadas, seguro que no solo estaríamos en una crisis mayor, podríamos estar padeciendo un verdadero caos económico y social o haber comprometido más al país incrementando la deuda con los organismos financieros internacionales y como consecuencia, mayor dependencia política de los Estados Unidos.
Empresas estatales estratégicas
Muy distinto a los gobiernos neoliberales que desestatizaron la industria de propiedad nacional e incentivaron el desorden en las empresas estatales productoras de electricidad y petróleo, la actual administración federal hizo todo lo contrario.
México tenía antes del periodo neoliberal, empresas estatales casi en todos los sistemas estratégicos de país. Petróleo, electricidad, banca, fabricación de acero, proveedoras de insumos agropecuarios, comercialización de básicos, medios de comunicación, ferrocarriles, constructoras, aerolíneas, flotas de barcos pesqueros, constructoras de tractocamiones, etc.
Los gobiernos neoliberales, mencionados al inicio de este texto, prácticamente cedieron toda esa actividad estratégica de país al manejo privado, algunas mal vendidas y otras realmente regaladas. Mal funcionamiento y pésimos resultados argumentaron, una casualidad muy oportuna que igual quisieron hacer con las empresas estatales de energía.
De todas esas empresas nacionales estratégicas que pertenecían a todos los mexicanos, quedaron muy pocas, entre ellas la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
AMLO se dedicó desde el primero momento de su gobierno a fortalecerlas, desde su proceso productivo hasta su apalancamiento constitucional, para evitar la tentación de hacer la misma práctica de entrega de bienes nacionales en un futuro probable con gobiernos que sirven a las corporaciones mundiales.
Estoy convencido que, de no hacer ese fortalecimiento a estas empresas estratégicas, la situación mexicana en la crisis mundial hubiera sido peor de lo que hoy está padeciendo Europa, aún contando que, en los demás campos estratégicos como la alimentación, la comunicación o la proveeduría de insumos agrícolas, están en manos privadas.
Y es que el actual gobierno tuvo la necesidad de negociar con ellos para evitar que usaran su avaricia contra la sociedad en medio de una crisis de alimentos que disparó los precios.
Seguramente los beneficios ofrecidos debieron ser muy atractivos para que Maseca, SuKarne, Bachoco o Gpo. Sigma, aceptaran el programa del Paquete Contra la Inflación y la Carestía 2.0 firmado en octubre pasado.
Lo social
Si bien es cierto que la economía mexicana ha sobrellevado el barco en la tormenta, es también reconocer que, de cierta forma, viene emparejado con lo aplicado como política del actual gobierno a la atención social y a la salud.
Sin los programas sociales, los impactos de la pandemia y la guerra ajena, hubieran sido de pronóstico altamente negativo.
Más de una vez, AMLO fue criticado porque el Producto Interno Bruto (PIB), indicador principal de crecimiento económico, no aumentaba y la economía se decía estancada anunciando una recesión que iba a causar un caos social sin precedentes. Pero nuevamente, no fue así.
Conceptos e indicadores
Desde su llegada al gobierno federal, López Obrador no solo criticó y se opuso a las políticas llevadas a cabo por el FMI o el Banco Mundial, sino que clamó un cambio en los conceptos y los indicadores que proveen la medición de cómo está un país en materia económico-social.
Conceptos como el crecimiento económico que indica si el país es exitoso en la materia, “puede significar que haya más dinero en unas cuantas manos…es muy importante que haya una mejor distribución del ingreso y que los beneficios lleguen a todos…porque abajo hay más capacidad de compra, no hay crisis de consumo” dijo en el 2019.
Igualmente, El 6 de mayo del 2020 AMLO afirmó al final de su mañanera que “ya crecimiento, PIB… esos términos, ya también deben de entrar en desuso, hay que buscar nuevos conceptos; en vez de crecimiento, hablar de desarrollo, en vez del PIB, hablar de bienestar, en vez de lo material, pensar en lo espiritual, hay que cambiar ya con todo eso”.
Desde esa base ideológica, AMLO implementó una serie de acciones en su política social que se preconfiguraron en un modelo de bienestar para la gente históricamente maltratada. Acciones que se conformarán en programas de gobierno allende su mandato.
Adultos Mayores
Ese pensamiento se ha reflejado en su política social, principalmente su iconográfica Pensión para Adultos Mayores. Esta acción, desde mi parecer la de mayor impacto social, fue ampliamente bien aceptada y reconocida por la mayoría de mexicanas y mexicanos que confirma y ratifica la atestada marcha del domingo 27.
Y menciono a este programa como el ícono de su política social, porque es de una simple justicia. No hay que complicarse mucho ni hacer fórmulas complejas para saber la realidad mexicana en sus adultos mayores. Un país que abandona a los humanos en la salida del ciclo de su vida es un país sin justicia.
La pensión para adultos mayores no significa solo asegurarles su alimento, vivienda y vestido, sino la correspondencia de una sociedad construida desde el esfuerzo de ellos mismos cuando tocó el tiempo de hacerlo.
En el 2021, López Obrador anunció que todo adulto mayor de 65 años recibiría una pensión que iba aumentar paulatinamente a un ritmo del 20% anual más inflación hasta el 2024.
Actualmente, los adultos mayores en México reciben 3850 pesos bimestralmente. En días recientes de este mes, el mandatario anunció que el aumentó a la pensión para el próximo año sería del 25%, es decir que estarían recibiendo bimestralmente 4,812.50 pesos.
Similar porcentaje será aplicado en el 2024 para terminar repartiendo, lo que a pulso de vida se han ganado la retribución social, el monto total de 370 mil millones de pesos repartidos entre alrededor 11 millones de personas.
Terminarán recibiendo cerca de los 6 mil pesos bimestrales que les ayudará a su sobrevivencia y para el domingo de sus niet@s.
Becas
Las becas también son un programa que este gobierno ha implementado en la población, sobre todo a la de menos recursos.
Existen programas de becas de distinta naturaleza que al final cumplen el propósito de distribuir la riqueza del país para una actividad en particular.
Los programas de becas responden al nivel y actividad académica como las becas Bienestar para las Educación Básica, becas Benito Juárez, Jóvenes Escribiendo el Futuro, Jóvenes Construyendo el Futuro o las becas deportivas.
Aunque es una cantidad que no cubre todas las necesidades de estudiantes, sí cumple en ayudar a cubrir algunos aspectos como el gasto en transporte, uniformes, calzado o el mismo gasto diario que se genera en el centro escolar.
Se entregó en este año a los estudiantes becados en educación básica y media superior un total de 1680 pesos y los estudiantes becados de educación superior reciben 2450, ambos montos de manera bimestral.
El programa tuvo una distribución total de 71 mil millones de pesos en el presupuesto del 2022.
Otros programas sociales
La riqueza generada por el país se ha distribuido, sobre todo a grupos usualmente abandonados en la distribución de la riqueza en los sexenios pasados. Llama la atención los programas sociales de AMLO por la razón de la cantidad de dinero distribuido en la población más necesitada sin haber recurrido al endeudamiento para ese propósito.
Programas como el Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños de Madres Trabajadoras, Producción para el Bienestar, Crédito Ganadero a la Palabra, Sembrando Vida y otros más, junto con los mencionado en párrafos anteriores, representan un gasto de alrededor de 10 billones de pesos anuales.
Súmele Ud. a esa cantidad el monto gastado en todas obras impulsadas y financiados por el actual gobierno federal como el aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, las nuevas carreteras en el país como la vía Colima-Guadalajara, la rehabilitación de Pemex y sus infraestructuras como las diferentes refinerías y nuevas obras, etc.
Siga sumando a toda la actividad del gobierno y encontraremos una cantidad estratosférica de dinero que está manejando el gobierno federal sin acudir a ningún tipo de deuda, aumento de impuestos o incremento a las tarifas y precios en los servicios como la luz o la gasolina.
¿Cómo era que antes era necesario el aumento a las tarifas y los impuestos además de pedir prestado exorbitantes cantidades de dinero sin haber hecho grandes obras como la que este gobierno está heredando?
Salud
En el 2019, meses antes del inicio de la pandemia del Covid19, AMLO presentó el Plan Nacional de Salud después de haber hecho una gira por todo el país revisando 80 hospitales para comprobar el estado en que se encuentran y emprender acciones para hacer un sistema de salud de calidad mundial.
El sistema de salud que promueve el actual gobierno federal es gratuito en los servicios y medicamentos a toda la población sin restricción para ningún tipo de padecimiento, algo muy distinto a los gobiernos anteriores que promovieron el Seguro Popular que tenía un catálogo de servicios de enfermedades que cubría y las que causaban costo.
El anuncio del plan se dio en octubre del 2019 y la rehabilitación de los 80 hospitales que dejaron unos en condiciones deficientes y otros sin haberlos concluidos ni equipados, no alcanzaron a ultimarlos cuando llegó la pandemia del covid19 en marzo del 2020.
La administración pública en los tiempos de la crisis sanitaria fue, desde mi punto de vista, muy aceptable. El manejo sanitario del gobierno se diferenció con otros, sobre todo de los países desarrollados que tuvieron decisiones que pasaron por encima de los derechos fundamentales de la humanidad.
En México se respetó el derecho de las personas a la libre movilidad sin el uso del certificado médico y al dejar tomar las decisiones sobre su cuerpo, específicamente en la aplicación de las vacunas, que a diferencia de otros países México fue un ejemplo mundial que al final fue reconocido, no solo por organismos mundiales, sino por la misma gente que se vino al país en medio de fuertes restricciones en el propio.
La aplicación de las vacunas fue de libre elección y muchos ciudadanos mexicanos tuvieron la decisión de hacerlo o no sin que de por medio hubiera habido coacción o amenaza.
El pasado modelo económico-social heredó un sistema de salud de cacicazgo sindicales, una enorme corrupción en las compras de medicinas, equipo e implementos médicos.
Este sistema no solo se ha resistido al cambio, sino que, por el nivel de ingresos obtenidos, financian movimientos soterrados y oscuros que complotan para que no ocurra los cambios que se pretenden.
Comunicación Social
En este importante rubro, AMLO ha sido capaz de imponer la agenda mediática nacional y quitarle a los medios de comunicación tradicional, como lo son los diarios, televisoras y radiodifusoras, no solo las enormes subvenciones que los medios recibían, igual les quitó la audiencia y desnudó los mecanismos de manipuleo que hacían desde sus informativos.
Con la conferencia de prensa diaria, llamada La Mañanera, transmitida en redes sociales como Youtube, Facebook o Twitter, AMLO trastocó el sistema de información y difusión de contenidos noticiosos de los medios de comunicación y evidenció la naturaleza política de su tendencia informativa.
La comunicación no es una tarea más de los gobiernos, definitivamente que no. La comunicación es la base del desarrollo de una sociedad y su funcionamiento, aunque en la sociedad actual, sólo se tome como comunicación el accionar mediático sin tomar en cuenta la impartición de la educación o la divulgación de la ciencia, por ejemplo, ya no digamos de las artes.
Pero aún con eso, este gobierno hizo novedades de modelo de comunicación entre el gobierno y sociedad. Para empezar, cerró la llave de los recursos gigantescos que el gobierno presupuestaba para los medios de comunicación, en especial, los grandes periódicos y las televisoras que fungían, de facto, la vocería del gobierno en turno.
Esa era la práctica desde que nació en 1941 la Cámara de la Industria de la Radiodifusión (CIR) que luego se transformó en la CIRT al agregarse la televisión.
Con esta nueva forma de informar a la sociedad a través de los canales propios de gobierno transmitidos por internet, vino a poner a un lado el inmenso poder empresarial mediático que se enriquecían como reyes a costa del erario público.
Desde el momento que no circuló el dinero a los medios, el chayote le llaman algunos, emprendieron una guerra total contra el gobierno y sus acciones.
No es gratuito que el periódico Reforma, El Universal, Milenio, Excelsior, El Economista, el Financiero o la revista Proceso junto a las televisoras y radios de todo el país, recurran a mentiras u omisiones que llevan la consigna acabar con el gobierno actual.
Desde esa naturaleza, la función fundamental de Las Mañaneras se basa en replicar los embates de mentiras, calumnias, montajes y omisiones que los medios realizan todos los días contra el gobierno de AMLO.
Esta es una nueva manera de entender la información, comparando los dichos por unos y por otros para que la sociedad tenga una mejor decisión a la hora de hacer valer su papel como ciudadanos.
De hecho, La Mañanera ha superado a las televisoras en la creatividad en el programa de continuidad de sus secciones, Quién es Quién en las Mentiras, Quién es Quién en los Precios o Cero Impunidad, por ejemplo, compite, y muy bien, con los contenidos televisivos y radiales, muchos de ellos acabaron con un duro bajón de audiencia y otros, acabaron saliendo del aire.
Los medios están perdiendo la guerra y, más tarde que temprano, se tendrán que sentar a revisar su estrategia fallida que les está costando no solo dinero sino confianza en lo que publican que es lo vital, porque las mentiras solo son sólidas hasta que se desintegran como las cosas que flotan.
Rubros donde no se puede incluir en el modelo
Los aspectos de educación, agricultura, trabajo, cultura o en el aspecto político, no se puede hablar de una ejemplaridad, más bien en algunas podría haber un estancamiento o retroceso. Por eso hablamos de un modelo Económico-Social.
En lo político, por ejemplo, no ha habido un cambio que pudiera promoverse como sobresaliente y funcional, las cosas siguen en el mismo charco lodoso y no se ha podido apreciar cambios efectivos y sustanciales en la representación popular para observar leyes y fiscalización ni en la procuración de justicia, tanto en el área de la fiscalía como en los juzgados y juzgadores que siguen teniendo a México de rehén bajo los designios de los poderosos.
Igualmente en educación, donde los sistemas caciquiles de universidades públicas en todo el país, hablando de educación superior, están enquistadas por personajes que se han apropiado de lo que no es de ellos a través de un sistema de peculado permanente a favor de unas cuantas familias y sus empleados.
Sucede en casi todas las universidades del país porque este es un sistema prianista que viene de lejos, y nosotros aquí, en Jalisco, tenemos a la UdG que es manejado por la misma familia que pretenden manejar la universidad pública como propia emulando aquello que se reza “por los siglos de los siglos”.
A la par, queriendo cubrir este desperfecto y abuso sectorial, AMLO intentó cubrir la necesidad de educación superior con la apertura de 140 Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, que va a llegar a las 200 sedes que, en la práctica, ha sido un fiasco por la mala administración, o pésima podría ser, de su directora general.
Y por Agricultura decimos que, teniendo un representante de los grandes empresarios del ramo en la administración de esa cartera gubernamental, es sinónimo de simulación y manejo tendencioso hacia los grandes corporativos.
No está demás echar un ojo en la diferencia que tuvo el anterior secretario de la Semarnat, Víctor Toledo con el actual secretario de agricultura en referencia al glifosato. El resultado Toledo renuncia y a los días, Alfonso Romo presenta su dimisión como jefe de gabinete y promotor del secretario de agricultura, salomónica decisión de AMLO, dijeron.
En fin, algunos cosas fallan, otras se aciertan.
Pero a veces los aciertos son mayores que hasta se convierten en modelos a seguir.