Elon Musk ha estado interactuando con algunos Tweets que tocan el tema de la vacuna y en esos mensajes, Musk confirmó que sufrió efectos secundarios.
El empresario Elon Musk sigue en la línea de ser «políticamente incorrecto». En esta oportunidad, admitió que sufrió “importantes efectos secundarios” después de recibir su “segunda inyección de refuerzo” de la vacuna COVID. Según el nuevo dueño de Twitter, el padecimiento que experimentó después del refuerzo lo dejó pensando si sufriría un “daño permanente” como consecuencia de la inyección.
Los tweets aparecieron como comentarios debajo de un tweet de Scott Adams quien compartió un tweet de Rasmussen Reports en el que se pregunta «¿Cómo interpretamos esto?»
El Tweet de Rasmussen Reports dice lo siguiente:
Pregunta: 68% de 260 millones de adultos (177 millones) indican que recibieron la vacuna COVID-19 y 7% de aquellos reportaron efectos secundarios importantes. Eso se traduce (177 x .07) a aproximadamente 12 millones de personas.
Los CDC dicen que los efectos secundarios importantes son «raros».
¿Cuántas personas estima CDC que tuvieron efectos secundarios importantes?
En los comentarios más abajo, Elon Musk dice lo siguiente:
Los hallazgos de la encuesta de Rasmussen se alinean estrechamente con los del sistema de monitoreo de seguridad de la vacuna V-Safe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que muestran que el 7 por ciento de más de 10 millones de usuarios informan que sufren «efectos secundarios importantes» de la vacuna COVID-19.
En respuesta al tuit de Musk del sábado, el renombrado cardiólogo Peter McCullough dijo que su reacción adversa al refuerzo de COVID es un caso de «reactogenicidad», que, según él, aumenta 80 veces de la primera a la segunda dosis, y aumenta aún más con la tercera dosis.
Musk añadió más tarde que su primo, «que es joven y goza de buena salud, tuvo un caso grave de miocarditis» tras la inoculación, lo que provocó su hospitalización.
Efectos secundarios: Miocarditis en jóvenes
La gran mayoría de los casos ocurren en hombres jóvenes, de 16 a 24 años, según los CDC. La agencia no tenía datos disponibles sobre el número total de casos en adultos jóvenes de 24 años o menos, pero estima que ha habido 52,4 casos y 56,3 casos por millón de dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna, respectivamente.
Los síntomas de la miocarditis incluyen:
- Dolor de pecho
- Dificultad para respirar
- Sensación de tener el corazón acelerado, agitado o con palpitaciones
Un estudio realizado por investigadores canadienses publicado recientemente en el Journal of the American College of Cardiology encontró que los hombres menores de 40 años que recibieron la vacuna Moderna tenían el mayor riesgo de problemas cardíacos, generalmente dentro de los 21 días posteriores a la segunda dosis. El estudio fue observacional, lo que significa que no prueba causa y efecto, pero es uno de los pocos estudios que comparan el riesgo de miocarditis entre las vacunas de Pfizer y Moderna.
Según Joseph Ladapo, jefe del Departamento de Salud de Florida, directamente no es aconsejable la inoculación vacuna covid en hombres entre 18 y 39 años. “Hay un aumento del 84% en la incidencia relativa de muerte relacionada con el corazón entre los hombres de 18 a 39 años dentro de los 28 días siguientes a la vacunación con ARNm”, dijo el funcionario.
“Con un alto nivel de inmunidad global a COVID-19, el beneficio de la vacunación es probablemente superado por este riesgo anormalmente alto de muerte relacionada con el corazón entre los hombres de este grupo de edad”, agregó en un documento elaborado y publicado por su dependencia de salud.
Numerosas celebridades jóvenes y atletas han sufrido muertes supuestamente inexplicables debido a problemas relacionados con el corazón. El 2 de enero, la estrella de fútbol americano de los Buffalo Bills, Damar Hamlin, de 24 años, sufrió un ataque cardíaco a mitad del juego, lo que llevó a los expertos, incluido el Dr. McCullough, a preguntarse si la miocarditis inducida por la vacuna podría ser la culpable.
Poco a poco se expone más la realidad de lo que las vacunas están haciendo. La gran pregunta es ¿Alguna vez tendremos toda la verdad?