En una emotiva ceremonia en la presidencia municipal, se rindió homenaje al pintor Manuel Lepe Macedo, destacando no solo su legado artístico, sino también su gran calidad humana y su incansable apoyo a la comunidad vallartense.
Autoridades locales, encabezadas por el alcalde interino Francisco José Martínez Gil, junto con familiares y amigos, se reunieron en la presidencia municipal de Puerto Vallarta para conmemorar los 40 años del fallecimiento de Manuel Lepe Macedo, el querido pintor y ‘Hijo predilecto de Puerto Vallarta’. En esta ocasión, más que su obra artística, se resaltó la bondad y el compromiso que Lepe mostró hacia su comunidad.
Durante la ceremonia, Rosalía Lepe Macedo, hermana del pintor, compartió con los presentes una entrañable anécdota de la juventud de Manuel. Recordó cómo, en compañía de otros vallartenses, preparó anilinas para pintar una manta para una obra de teatro en la iglesia, usando las tapas de los botes de leche de la ordeña. Sin embargo, al no limpiar bien las tapas, la leche recolectada terminó teñida de múltiples colores, generando risas entre los asistentes.
“Inolvidable Manuel como padre, como hermano, como amigo… Tiene muchas anécdotas muy buenas, muy chuscas; entonces hay que recordarlo bonito ahora, son 40 años, que rápido pasa el tiempo pero pues no olvidarlo, es lo único que les pido”, expresó con cariño Rosalía.
Por su parte, Marcela Lepe, hija del artista, destacó la sensibilidad y el amor que su padre irradiaba no solo hacia su familia, sino hacia toda la comunidad. “No era nada más amor para nosotros, era amor para su gente, para los niños del barrio, para los niños de la escuela; compraba útiles, ayudaba a muchas familias. Hay muchas cosas que hizo tan joven y se desconocen porque solamente hablamos del artista, pero como padre, créanmelo, se rompió el molde, era único”, recordó con emoción.
Marcela también aprovechó para agradecer al alcalde Francisco José Martínez Gil y a la directora del Instituto Vallartense de Cultura (IVC), Brenda Janeth Díaz Flores, por el apoyo que le han brindado en la preservación y promoción del legado de su padre. “Me da mucho gusto y a la vez mucha tristeza por el breve momento que ustedes estuvieron, Brenda y Pepe, que me han apoyado; con ustedes yo me quedo satisfecha”, añadió.
La ceremonia culminó con la colocación de una ofrenda floral y una guardia de honor al pie del mural de Manuel Lepe, ubicado en las escalinatas del palacio municipal, en un acto lleno de respeto y admiración hacia el gran hombre y artista que fue.