El gobierno de Andrés Manuel López Obrador puede tener muchos distintivos que lo harán recordar en los años venideros.
De ahí que podemos barajar un montón de acciones y obras que identifican al periodo obradorista, como el Tren Maya, la emblemática cancelación del aeropuerto de Texcoco, los caminos artesanales en Oaxaca, la refinería Dos Bocas en Tabasco, la eliminación casi total del huachicol, la reducción de la desigualdad, el super peso, el salto del salario mínimo, la repartición de la riqueza mediante la pensión para adultos mayores y las becas a jóvenes, la defensa de la dignidad mexicana ante España y Estados Unidos, la postura antibosal en la pandemia, el rescate de Pemex y la CFE y con ella la expulsión de Iberdrola, la estratégica obra del tren del Istmo de Tehuantepec, el Plan C y la hazaña de haber puesto en la ruta legal para la democratización del Poder Judicial, la estatización del predio de la saqueadora de arena la estadounidense Calica, el increíble apoyo popular reflejado en el partido de su creación, en fin, podemos enumerar muchas acciones que seguro identificarán el sello de López Obrador, pero hay una obra que podemos decir que es la de mayor peso y la más importante creación del tabasqueño, sin duda, La Mañanera.
La comunicación, como el agua
No hay que olvidar que como el agua, vital y esencial para la vida de todos los seres que habitan el Planeta, es la comunicación. Este fenómeno abstracto está en todo El Universo. Todo, absolutamente todo, comunica, lo entendamos o no.
La comunicación apropiada
Desde esa base, la comunicación es inalienable en cada ser y es imprescindible en la vida social y ésto es importante de resaltar porque los explotadores de humanos que han sabido encumbrarse y mantenerse en la zona de privilegios desde hace miles de años, se dieron cuenta de lo vital de la comunicación para tener sostenibilidad de sus fueros en el tiempo. Un vivo ejemplo de la definición de sostenibilidad.
La comunicación como control
Entendiendo eso, no es casualidad que el sector de la comunicación en México la manejen precisamente esa clase privilegiada que desde distintos instrumentos han usado el bien de comunicar en sociedad para perpetuar su status, llámese la misma escritura, que no hace mucho tiempo una gran cantidad de personas no sabían leer ni escribir y ésto facilitaba el control de los que ostentan el poder del privilegio; de ahí que las escuelas, que comunican el conocimiento, era para esa clase de personas… o talvés siga siendo.
Los medios de comunicación, como instrumentos efectivo para el control, han estado en manos precisamente de esa tipo de gente. Los dueños de los periódicos, la radio o la televisión, han sido parte del esquema de explotación basado en la ignorancia. Y es ahí donde se finca todo.
Esto ha existido en México todo el tiempo.
Televisa como secretaría de comunicación
Pero para hablar de la importancia de La Mañanera no habrá que irse muy lejos. Desde que nació la radio mexicana en la década de los 20´s del siglo pasado, el invento ha sido parte del control de la extirpe de explotadores y abusadores, y no se diga la televisión que dominó ampliamente la segunda mitad de esos 100 años.
La confección de la comunicación social se hizo, desde entonces hasta la fecha, desde la política de intereses de ese grupo de privilegiados, haciendo contenidos que entretienen a manera de dormir lo útil: como lo fueron las populares telenovelas y programas de entretenimiento basura como Siempre en Domingo, la Carabina de Ambrosio o ahora con los programas de competencias y esos de tipo Big Brother.
Y no se diga de los segmentos noticiosos que lejos de informar se enfocaban a distorsionan la realidad, ajustándola a sus intereses y componendas políticas como en la época gris de los expresidentes Felipe Carlderón o Enrique Peña Nieto, para no irnos muy lejos.
Esa televisión basura sigue todavía pero en los segmentos noticiosos, a diferencia de antes de la llegada de López Obrador en el 2018, éste apostó por hacer la comunicación informativa no desde los canales tradicionales que existen, sino por medio de las nuevas plataformas de comunicación a través del internet.
La Mañanera, trinchera para la persecusión mediática
Así, desde el primer día de su gobierno, AMLO inaugura La Mañanera por televisión mediante el streaming on line desde la plataforma de Youtube, que fue subiendo de audiencia año con año hasta llegar en el 2023 a ser el youtuber de más audiencia en el mundo de habla hispana, que bien vale decirlo, le bloqueron ser reconocido por la comunidad de streamers que otorga su “Oscar” a la mayor audiencia del año.
Como bien sabe Ud., AMLO fue un perseguido mediático antes y después de su triunfo electoral; Golpeteo por todos los medios de comunicación establecidos. Aunque fue muy duro los pasajes de mentiras y calumnias como “López Obrador es un peligro para México” en el 2006, a partir de 2018 se recrudecieron.
Mentira tras mentira, calumnia tras calumnia.
Y ¿quién iba decirlo?, el informativo de la conferencia mañanera fue básicamente un espacio para la réplica que desmantelaba las fake news y los montajes provenientes de los medios de esos privilegiados que se aglutinaron en un tipo de oligarquía informal que fue menguando su fuerza en la audiencia año con año hasta acorralarlos en una verdadera crisis de credibilidad. Y también financiera.
La Mañanera de AMLO se convirtió en la pesadilla de la oposición y de los medios de comunicación tradicionales. No habrá que darle vuelta a eso porque hay evidencias de cómo los grupos oligarcas hicieron todo lo posible para callarlo y cerrar la conferencia matutina. Aunque si pudieron tumbar algunos programas através del INE, no les alcanzó para quitar la creación obradorista que se convirtió también en un modelo de continuidad de contenidos con una programación semanal que otorgaba variedad informativa.
La Mañanera como competencia televisiva
Pero La Mañanera no fue solo una conferencia de prensa. De hecho, los periodistas de diversos medios acudían a la sesión matutina a preguntar, pero al mismo tiempo eran como el público de un evento grabado que compite con programas de televisión de elevada audiencia.
Actualmente no hay un programa en la televisión que pueda competir en los horarios de la transmisión matutina del gobierno; su continuidad presentó avances de obras, informó de programas de gobierno, anunció proyectos, pero igual contó con secciones fijas que tenían día y turno para emitir la información como “Quién es quién en los precios”, “El pulso de la salud”, “Quiénes es quién en las mentiras”, “Impunidad cero”. Todo un estructura televisiva.
Pero La Mañanera no se quedó solo en eso, también exhibía canciones que las relacionaba con la información que se estaba generando en el momento, como en el tema migrantes, que exhibió la canción “Latinoamérica” de Calle 13 o cuando habló de las amenazas de sus contrincantes les dedicó la canción “Mira como estoy temblando” de su paisano Chico Che.
En el programa mañanero desfilaron canciones de cantautores como Serrat, Ruben Blades, Tigres del Norte, Juan Gabriel, Silvio Rodríguez, Oscar Chávez o Marco Antonio Muñíz, pero también se presentaron en vivo con todo y grupo, Eugenia León, María Inés Ochoa o el cantante cubano Amaury Pérez.
“Toma para que aprendan”
La Mañanera batió records de audiencia pero también batió a todo el complejo mediático del país. López Obrador hizo un análisis hace unos días sobre el resultado de la votación del 2 de junio pasado haciendo alusión al fracaso monumental de ese poderoso conglomerado de medios que van de periódicos con mucha influencia política como El Reforma o El Universal junto con todo el monopolio de concesionarios de radio y televisión que acaparan más del 75% del espectro radioeléctrico nacional. Todos hablando pestes de AMLO y su política
Todo el alud de mentiras y calumnias que produjeron esos medios no fue efectivo a la hora de tomar decisiones sociales. Fue un colosal fracaso junto con el alto descrédito de sus voceros. Una enorme crisis de credibilidad.
El “toma para que aprendan” de López Obrador fue aplastante.
La última Mañanera y la descalificación de sus críticos
Las últimas transmisiones, los periodistas presentes no pararon de agradecer y reconocer la efectividad de la creación obradorista. Se rindieron las gracias. Se rindió el reconocimiento.Todo una hazaña en materia de medios de comunicación.
Fueron 1463, según el portal “Noticiario en redes”, las mañaneras que tuvo AMLO durante su sexenio hasta la última del 30 de septiembre que sólo hará un recuento de actividades tipo informe. Serán, seguramente, materia de estudio en las ciencias de sociales, en las ciencias de la comunicación y el periodismo, sin lugar a dudas.
El adiós a La Mañanera el próximo lunes será entre aplausos de los presentes que vivieron la experiencia. Mírela Ud. y si no es así, me condena.
Los detractores de ese fenómeno pueden atreverse hasta el insulto, como aquello de que fue un “efecto hipnótico”; ofendiendo sin pudor a quien no comulga con su posición. Es una pena que se pierda la objetividad de comunicadores que se supone deben de revisar sus fuentes antes de escribir y no basar sus opiniones con datos falsos que emanan de personajes identificados con el antiobradorismo, ¡así cómo pues!
La Mañanera, un instrumento de comunicación que venció a los todopoderosos hombres de negocios de medios. Un instrumento limitado que pasó presiones y que supo esquivar para llegar a un final de “tengan para que aprendan”.