La conferencia matutina del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, llamada La Mañanera, lleva 1125 emisiones hasta el viernes 26 de mayo del 2023 y hay quienes han expresado que este espacio de información debe de desaparecer porque es un culto a la persona y propaganda partidista.
Desde que inició la administración del gobierno federal actual a partir del 1 de diciembre del 2018, López Obrador instauró las conferencias de prensa que fue tomando el nombre de La Mañanera por el horario de su transmisión a las 7:00 de la mañana.
La transmisión de La Mañanera es por las redes sociales. En Youtube, por ejemplo, la audiencia en los primeros días la atendían 10 mil personas al mismo tiempo y fue aumentando hasta llegar a las 120 mil personas que ven hoy la conferencia al mismo tiempo.
Esto sólo en la transmisión en el canal del gobierno sin contar la transmisión en otros canales como Noticiario en Redes que retransmite La Mañanera con una audiencia de más de 50 mil personas al mismo tiempo.
Hoy, Las Mañaneras compiten con las grandes audiencias de influencers de Youtube como Ibai, Auronplay o ElSpreen.
La Mañanera
En una guerra, lo primero que se toma control absoluto, son los medios de comunicación, pero López Obrador, lejos de tocar a los medios establecidos, los enfrentó instaurando uno propio como alternativa de comunicación oficial por la vía del internet.
Hasta la fecha del pasado viernes 26 de mayo de este 2023, se acumulaban 1125 emisiones diarias que, salvo contadas ocasiones, ha sido presentadas por el propio presidente.
La Mañanera, como un fenómeno mediático, ha sido un hito en la historia del país porque ningún mandatario en cualquier época de la historia de México se había expuesto al escrutinio socio-mediático para informar, desde la posición oficial, cualquier temática.
Lo trascendental de esta implementación informativa, fue burlar la estructura de comunicación social que existe en el país manejada por los medios masivos de comunicación en manos de un grupo compacto de empresarios de filiación pro-estadounidense.
De esa manera, confronta las tendencias noticiosas del conglomerado mediático corporativo y exhibe su distorsión informativa, cosa que le ha valido en gran medida el cautivo de audiencias que han cobrado factura en espacios como el de Loret de Mola y Brozo que suspendieron sus matutinos o el bajón de audiencia de la propia Carmen Aristegui.
La Mañanera como competencia televisiva
Pero La Mañanera no es solo una conferencia de prensa. De hecho, los periodistas de diversos medios acuden a la sesión matutina a preguntar, pero al mismo tiempo están como público de un programa televisivo que compite con programas de televisión de elevada audiencia.
Actualmente no hay un programa en la televisión que pueda competir, en los horarios de la transmisión matutina del gobierno, con la conferencia; su continuidad presenta avances de obras, informa de programas de gobierno, anuncia proyectos, pero igual cuenta con secciones fijas que tienen día y turno para emitir la información.
Su estructura programática inicia el lunes con “Quién es quién en los precios”, el martes en “El pulso de la salud”, el miércoles presenta el “Quiénes es quién en las mentiras” y el jueves una sección que informa sobre la actuación de los jueces en “Impunidad cero” y el viernes lo deja solo a contestar preguntas.
Pero La Mañanera no queda solo en eso, también pone canciones que las relaciona con la información que está generando en el momento, como en el tema migrantes, que exhibió la canción “Latinoamérica” de Calle 13 o cuando habla de las amenazas de sus contrincantes, les ha dedicado la canción “Mira como estoy temblando” de su paisano Chico Che.
En el programa han desfilado cantautores como Serrat, Ruben Blades, Tigres del Norte, Juan Gabriel, Silvio Rodríguez, Oscar Chávez o Marco Antonio Muñíz, pero también se han presentado en vivo con todo y grupo, Eugenia León, María Inés Ochoa o el cantante cubano Amaury Pérez.
La Mañanera, aún desde la oficialidad, contrarresta de forma crítica a los medios establecidos como si se tratara de un medio rebelde o perseguido como fue el periódico Regeneración de los Flores Magón o el Hijo del Ahuizote de Daniel Cabrera.
3 razones porqué los medios en México siguen en pie
La Mañanera y la austeridad en el presupuesto de comunicación, es un fenómeno que está cimbrando la estructura de medios en el país y de no ser por tres poderosas razones, muchos de los medios estarían quebrados, desmantelados y derrotados en estos momentos del sexenio.
La primera es la harta riqueza acumulada de los medios masivos que recibían carretadas de dinero que, en la práctica, era una complicidad ante el brutal saqueo de los recursos y el traspaso de los bienes púbicos a manos privadas. Colchón que de alguna manera ha ayudado a subsistir ante la falta de ingresos en el tiempo de vacas flacas.
La segunda es que los medios hacían (hacen) una gran labor de desinformación o de omisión en una práctica de equipo, lo que se traduce ahora que los empresarios beneficiarios desde este sistema, como los productores de alimentos -Lala, Del Valle, Coca Cola por mencionar algunos-, la banca comercial, farmacéutica o los dueños de minas, que siguen generando grandes riquezas, se hacen cargo de una parte de la falta de ingresos de medios y sus voceros.
La tercera razón y la más desahuciaste, es la ayuda que reciben del poder económico de los Estados Unidos, algunos abiertamente a través de USAID, otros como fusión empresarial como hizo televisa recientemente y otros más, quizá los más, oculta en las oscuras cañerías conspirativas.
Piden suspender La Mañanera
El éxito de la transmisión de La Mañanera ha sido motivo de buscar la suspensión por medio de actores políticos como el PAN, PRD o el propio INE, voceros de medios de comunicación como Denise Dresser o José Cárdenas y personas que, de una manera, siguen ligadas a esa tendencia por interés o por comulgar con las ideas donde las empresas gobiernen la sociedad.
Dresser argumenta que “en la mañanera no se informa, se adoctrina. En la mañanera se promueve la polarización, disfrazada de “libertad de expresión”. Ahí no hay diálogos circulares, sino difamaciones presidenciales”.
Otros tantos voceros de los medios han manejado similares argumentos como Rafael Cardona en el programa de José Cárdenas, quien dijo que “según yo es un espacio de adoctrinamiento…es la liturgia y el dogma, es una homilía…engaña y desengaña para volver a engañar”.
Pero no solo los partidos políticos, los voceros o los medios se activan en el tema, también la parte ciudadana, la parte no pública, que hizo la petición en Change.org.
Una ciudadana de nombre Karen Bens inició el 6 de diciembre pasado una petición de “no más mañaneras AMLO, es una constante propaganda de su persona y partido”.
Petición que a logrado desde entonces hasta este 28 de mayo del 2023, casi 7 meses, la cantidad de 75,006 firmas con argumentos variados.
Un poco de contexto histórico
Es una cuestión de obviedad que se limite la expresión de una oposición que se considera riesgosa para seguir teniendo el control. Es igual de obvio cuando se manipula la información con la intención de lograr un resultado desde el clásico, “haiga sido como haiga sido”.
Ejemplos hay en toda la historia, desde la antigüedad hasta nuestros días, donde por criterios políticos e ideológicos se bloquean todas las posibilidades de exponer ideas contrarias a la política e ideología que ostenta el control en su momento.
En México, en la época del férreo autoritarismo de Porfirio Díaz, se reformaron los artículos 6° y 7° de aquella Constitución (1883) para limitar la libertad de expresión en voces disidentes que pugnaban por romper la tendencia antidemocrática de la reelección del mismo presidente.
El periódico Regeneración o el Hijo del Ahuizote, principios del Siglo XX, no solo fueron objeto de cierres y vandalismo a sus instalaciones, sino que, sus autores, fueron apresados y recluidos en la cárcel para evitar que sus expresiones se pudieran difundir.
En épocas más recientes, no hay que olvidar los golpes de censura que manejaban los gobiernos priistas y panistas en aquellos periódicos o comunicadores que se atrevían a cuestionar sus políticas.
Este tema es de profundizar, pero solo para ilustrar citaremos dos casos emblemáticos de la época reciente: la toma del periódico Excelsior en 1976 en el gobierno de Echeverria y el cierre de Radio Monitor de José Gutiérrez Vivó en el 2007 en el periodo del gobierno de Felipe Calderón.
Hoy, cosa curiosa, el cierre del programa de La Mañanera, lo quieren dar los mismos que antes censuraron pero sin estar en el gobierno. Entonces hablamos de un Poder más allá del legitimado.
Un poco de contexto teórico
La comunicación, es un fenómeno intrínseco de todo ser en el Universo. El mismo sol comunica, las rocas comunican, los árboles, el clima, los animales, el hombre, etc., todos con distinta forma y metodología estamos comunicando algo en todo momento, sea visible o invisible, sea entendido o no.
La comunicación es pues, una esencia de vida.
La comunicación humana, particularmente en el tema que abordamos desde lo político, ideológico o de control, tiene una amplia y diversificada zona de acción que es necesario una atención específica para tratar de entender su naturaleza misma, por ello, hay grandes pensadores que han dedicado su vida a descifrar su complejidad.
Chomsky, Ramonet, Castell, Reig o Mattelart por citar algunos, hablan sobre la función del llamado “Cuarto Poder”, que es un aforismo que tiene sentido cuando se descubre que controlar los medios de comunicación o la actividad periodística, logran los acometidos para las leyes del mercado y las mil maneras de manipulación.
Cuando se habla del “Cuarto Poder” estamos hablando del poder de la comunicación que va más allá de los 3 Poderes establecidos, hablando en el sistema de República.
Es por eso que cuando hablamos de medios de comunicación, nos traslada a un sistema de transmisión de mensajes que tiene una intencionalidad clara y concisa.
Entonces, eso nos lleva a entender que cuando hablamos de información desde la estructura de poder, sea establecida, en el caso de López Obrador o fáctica, como sucede con quienes piden que cesen las mañaneras, se configura que el “Cuarto Poder” ejerce una fuerza capaz de derrumbar, quebrar o desaparecer lo que está afectando a su interés.
Somos testigos, estemos de un lado o del otro, de una lucha entre dos bandos que viene de lejos y que se asemeja aquella censura y persecución decimonona.