En el fondo, todo el sistema funciona en base a dinero. Incluso lo que creíamos que funcionaba en base a creencias genuinas y valores personales (los templos de conocimiento, por ejemplo), están corrompidos por un aceitado sistema que premia a los obedientes con “inclusión” y castiga a los rebeldes con exclusión, linchamiento mediático y negación de los derechos fundamentales.
En este clip de solo 13 minutos, se exponen los mecanismos. La científica argentina María José Binetti relata la persecución que enfrenta en el CONICET y ambientes universitarios por no adherir a los delirios de la ideología de género. Mientras el trabajo de Binetti es cancelado, los colegas que le hacen bullying reciben becas y apoyos de todo tipo.
Cuando todo esto acabe, ¿Qué haremos con los académicos y científicos cobardes y colaboracionistas, que son la mayoría?