Las advertencias del doctor Heiko Schöning, fundador de Médicos por la Verdad, tras su arresto hace pocos días en Gran Bretaña, invitan a una profunda reflexión. Apunta que es necesario preguntarse cómo pudo evolucionar esta “plandemia” orquestada.
Heiko Schöning es un médico militar de Hamburgo, considerado como una de las voces más críticas frente a las medidas draconianas adoptadas por el gobierno alemán y por tantos otros países, como la Argentina, para el manejo del covid-19. Es el fundador de “Médicos por la verdad”, que cuenta con el apoyo de más de 500 profesionales de la salud y 200.000 colaboradores, solo en el país germano, y cuyo objetivo es denunciar las exageradas intervenciones dispuestas para contener el coronavirus. Schöning sostiene que esta pandemia no tiene justificación médica sino política.
Tanto es así, que el profesional no se ha limitado a advertir a la población sobre esta irregularidad sino que además es cofundador del Comité Extraparlamentario para la Investigación del Covid-19, lanzado el 31 de mayo último en Stuttgart frente a 5.000 manifestantes.
A través de este comité se propone indagar sobre las falsas nociones que se han propagado en torno al coronavirus y que han sido utilizadas como sustento para justificar buena parte de las insólitas medidas adoptadas. Los medios de comunicación no solo le han dado la espalda o lo han tachado de “negacionista”. Cuando el sábado último participó en una manifestación pacífica en Londres y fue arrestado por la policía, además de retenido durante 22 horas, casi ningún medio en el mundo consideró un escándalo que se apelara incluso a este recurso para silenciarlo.
Las imágenes de Schöning esposado y rodeado de policías circularon solo por redes sociales.
“Fueron alrededor de 22 horas de un arresto ilegal aquí en Gran Bretaña”, expresó el médico frente a un grupo de personas que lo aplaudieron tras ser liberado.
“Por supuesto, seguiremos adelante, diciendo la verdad y no cederemos jamás”, aseguró el representante de Médicos por la Verdad, quien cuestionó hacia dónde está yendo el Reino Unido y hacia dónde va el mundo “si uno no tiene el derecho de expresarse”.
“Expresarse no es un delito. Incluso bajo estas muy dudosas leyes por el covid-19, esto no es un delito como para arrestar a alguien. Pero pueden ver lo que pasó ayer en Hyde Park, en el Speaker’s Corner. La gente se reunió pacíficamente, escuchó y la policía vino”, prosiguió Schöning.
“Yo no ofrecí resistencia alguna, pero me arrestaron rápidamente, me esposaron, y me llevaron por hablar con ustedes y decir la verdad, la verdad de lo que está pasando con el covid-19”, continuó.
El médico alemán recordó que decidió fundar junto a otros profesionales el Comité Extraparlamentario de Investigación del Covid-19 porque los parlamentos del mundo fallaron en establecer un comité apropiado con este fin. “Nosotros, los ciudadanos, tenemos el deber de hacerlo. Los invito internacionalmente a formar parte de este movimiento”, enfatizó.
Dijo además estar contento por el hecho de que médicos en distintos países del mundo se hayan alzado para decir la verdad y hacer investigaciones en torno al manejo de la pandemia.
¿DIVIDIR PARA REINAR?
“Necesito enfatizar que todos aquellos que dijeron oficialmente que trabajarían para las personas, como los gobiernos, la policía, los oficiales del ejército, deben pensar que ahora es el momento de ser valientes. Ahora es el momento de hablar. Es el momento de demostrar que la humanidad es una familia y que no permitiremos que nos dividan: ni entre razas, como nos pasó en Alemania en la década del 30, ni entre los llamados “enfermos” o los “vacunados”. Esta es una división. Somos una familia: la humanidad”, resaltó Schöning.
En la misma línea, instó a pensar en qué es lo que está pasando detrás de todo esto. “La policía me incautó mi teléfono, mi computadora y el libro ‘Coronovirus, falsa alarma’. Tienen miedo de que nos comuniquemos por eso te quitan el teléfono. Tienen miedo de los libros porque la evidencia científica ya está establecida”, argumentó.
El médico alemán remarcó que “no hay una pandemia en términos médicos” y que no es necesario estar sumidos en el miedo por un virus mortal. “Todos los datos muestran que no causa más daño que una gripe común”, agregó.
Video: Heiko Schoning habla al ser liberado
https://www.youtube.com/watch?v=boFyCc4c6-A
Schöning consideró necesario preguntarse cómo esta “plandemia” orquestada pudo evolucionar. En ese sentido, se remitió a la crisis financiera de 2008. “El sistema financiero está dominando todo y este es su colapso. En 2008 estuvo claro que los culpables de la crisis fueron los bancos y sus dueños. ¿Reparamos el sistema? No. Ellos pusieron mucho más dinero en este sistema financiero demencial y compraron tiempo. Todo el mundo lo dijo. Ahora estamos en 2020 y parece que ellos tienen un plan: un gran reseteo del sistema financiero. No tiene nada que ver con lo sanitario. ¿Pero a quién culpamos? Ahora culpan a un virus, el coronavirus”, resumió.
Por último, anticipó que el próximo sábado realizarán una nueva manifestación en Berlín por la paz y para que estas injusticias no continúen. Volvió a pedir: “Por favor despertémosnos. Por favor, pensemos en la humanidad como una familia. Seamos pacíficos. Vayamos a nuestros vecinos, a nuestra familia y solo informemos”.
El caso de Schöning es apenas una muestra de lo que sucede con los “disidentes” del relato oficial. Nunca antes se vieron tantas entidades -cuya competencia se desconoce- que se atribuyen a sí mismas el poder de certificar lo que es real de lo que no lo es, bajo el sello de “fake”. Curiosamente, la mayor cantidad de sellitos recae casi siempre sobre las afirmaciones que se alejan de lo estipulado por los organismos sanitarios internacionales.