(Lifesitenews) – En su intervención ante las Naciones Unidas, la Santa Sede hizo público una vez más su llamamiento en favor de una solución de dos Estados entre Israel y Palestina, en medio del conflicto actual en la región.
En una conferencia de alto nivel celebrada en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York a finales del mes pasado, la Santa Sede hizo un ruego firme con respecto a Israel y Palestina.
«La Santa Sede sigue convencida de que la solución de los dos Estados, basada en fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, es el único camino viable y equitativo hacia una paz justa y duradera», declaró el Arzobispo Gabriele Caccia, que ejerce de Nuncio Apostólico y Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas.
Para promover este objetivo, Caccia señaló que la Santa Sede ha reconocido formalmente los Estados de Israel y Palestina. La Santa Sede, dijo, «sigue defendiendo los derechos inalienables del pueblo palestino, incluido el derecho a la autodeterminación. La Santa Sede apoya sus legítimas aspiraciones a vivir en libertad, seguridad y dignidad dentro de un Estado independiente y soberano».
La Santa Sede firmó un acuerdo básico de reconocimiento de Palestina en 2000, y luego uno más amplio en 2015. Mientras tanto, las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede e Israel comenzaron en 1993, aunque la Santa Sede reconoce a Israel como una entidad política, no religiosa.
Como informó Patrick Delaney de LifeSite, el plan de solución de dos Estados para la paz ha abrumadoramente recibió el apoyo de numerosos gobiernos nacionales del mundo, junto con iglesias católicas, ortodoxas y muchas otras iglesias cristianas.
Sin embargo, no ha recibido la aprobación de las autoridades israelíes. La Autoridad Palestina ha indicado que estaría abierta a una solución de dos Estados, pero hasta ahora las dos partes parecen seguir siendo hostiles de cara al exterior.
Jerusalén, dijo el arzobispo en la ONU, «es sagrada para cristianos, judíos y musulmanes por igual», y «es una ciudad de significado religioso y cultural universal».
En consecuencia, pidió que estuviera por encima de cualquier división política y fuera accesible a todos:
requiere un estatuto que trascienda las divisiones políticas y garantice la preservación de su identidad única. Con este fin, la Santa Sede reitera su antigua petición de un estatuto especial garantizado internacionalmente, capaz de asegurar la dignidad y los derechos de todos sus habitantes y de los fieles de las tres religiones monoteístas, la igualdad ante la ley de sus instituciones y comunidades, salvaguardando el carácter sagrado de la Ciudad y su excepcional patrimonio religioso y cultural.
El reconocimiento de los dos Estados, Israel y Palestina, no impidió a Caccia destacar los problemas emergentes presentes entre ambas partes. Condenó el «atroz ataque terrorista del 7 de octubre de Hamás contra el pueblo de Israel», añadiendo que «el terrorismo nunca puede justificarse». Pero continuó señalando que «la Santa Sede subraya que el derecho a la autodefensa debe ejercerse dentro de los límites tradicionales de la necesidad y la proporcionalidad.»
La Santa Sede, declaró su representante, «sigue gravemente preocupada por el empeoramiento de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza.»
El devastador impacto sobre la población civil, especialmente el número de niños muertos, se ha visto agravado por la destrucción de viviendas, hospitales y lugares de culto, y el reciente ataque contra la Iglesia de la Sagrada Familia ha herido aún más a una comunidad ya de por sí afligida. Esto es muy preocupante, dado que los cristianos de la región han desempeñado durante mucho tiempo un papel vital como presencia moderadora y estabilizadora, promoviendo el diálogo y la paz.
Adelantándose a su colega diplomático, el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin recientemente reiteró la defensa de la Santa Sede de una realidad de dos Estados. Esta, dijo Parolin a los periodistas, es «la solución: el reconocimiento de dos Estados, que vivan uno al lado del otro, de forma independiente pero también en cooperación y seguridad.»
«En nuestra opinión, la solución pasa por un diálogo directo entre ambas partes encaminado a establecer dos entidades estatales autónomas», declaró.
Para Parolin, la reunión de la ONU en la que intervenía Caccia era clave, ya que el cardenal expresó su esperanza de que diera frutos para la paz en la región.
Recientemente, las fuerzas israelíes golpeado la única iglesia católica de Gaza, lo que provocó una rápida y generalizada indignación internacional, especialmente del Papa y de los obispos católicos de todo el mundo. Tres personas murieron y muchas resultaron heridas, incluido el párroco.
El ejército israelí lo explicó como un error. Las declaraciones oficiales del cardenal Pierbattista Pizzaballa, de Jerusalén, y de Parolin habían puesto en duda la explicación israelí de que el ataque fuera accidental. Este sorprendente comentario de los dos prelados católicos es notable en el mundo de los matices diplomáticos, y sugiere una relación más oculta y tensa entre la Iglesia y el gobierno israelí.
Desde entonces, Parolin ha restado importancia a su sugerencia original, en a los medios de comunicación que «aceptamos las conclusiones facilitadas por el ejército y el gobierno israelíes, pero seguimos insistiendo en la necesidad de precaución».
Fuente Original (en Inglés): Lifesite Autor: Michael Haynes. Créditos de la Imagen: Lifesite. Traducido y Editado por el Equipo de Diario de Vallarta y Nayarit Conayuda de Deepl y Google Translator.