Por Javier Orozco Alvarado, Ex rector del Centro Universitario de la Costa (UdG)
Las recientes inundaciones que provocó el huracán Raymond en Puerto Vallarta dejaron más de 700 hogares afectados, según los reportes oficiales. Esta lamentable catástrofe pudo prevenirse si existiera una adecuada planificación urbana y una oportuna gestión de riesgos por parte de las autoridades de gobierno.
Según los informes noticiosos, fueron al menos seis canales los que se desbordaron tras las intensas lluvias que dejó el huracán, lo que generó fuertes inundaciones con niveles de agua de hasta más de un metro de altura en algunos lugares. En lo personal, nunca había sido testigo de una catástrofe similar en los más de veinte años que tengo radicando en esta ciudad.
La realidad es que la ciudad ha crecido desordenadamente, las nuevas construcciones siguen elevando las alturas de sus asentamientos y quienes construyeron en otras épocas han quedado atrapados en una especie de embalse sin suficientes ductos para desahogar las aguas pluviales.
En general, las opiniones apuntan a que esta catástrofe pudo evitarse si se hubiesen desazolvado todos los canales con suficiente anticipación al periodo de lluvias y huracanes; pero lejos de atender estas necesidades, las autoridades de gobierno se enfocaron en labores de embellecimiento de la ciudad para el Mundial de Fútbol 2026, empleando las retro excavadoras para modificar el malecón, transformar calles y provocar enfrentamientos con taxistas, comerciantes y ciudadanos; antes que prevenir riesgos de inundaciones para la ciudad y sus habitantes.


Como sucede comúnmente ante estas catástrofes naturales o antropogénicas, no faltan pretextos para auto exculparse o culpar a terceros frente a la negligencia u omisiones que cometen los responsables de la seguridad ciudadana.
Ante esta catástrofe, comenzaron a circular rumores en los que se pretendía enlodar el nombre de Juan Calderón Ibarría, militante activo del partido Movimiento Ciudadano (MC), a quien se le atribuía la responsabilidad de provocar las inundaciones en Las Mojoneras; lugar donde es muy bien visto por su labor humanitaria desde hace varios años y, en particular, por brindar ayuda a los afectados por las inundaciones del huracán Raymond antes que las autoridades estatales y municipales.
En la rumorología se argumenta que es dueño de algunos terrenos que fueron modificados por obras de nivelación, lo que habría provocado el asolvamiento del canal de la calle Guanajuato en las Mojoneras.
Al entrevistarlo personalmente, me confirmó que no es propietario de ningún terreno o propiedad en la zona o predios ubicados en la municipalidad. Y aunque algunos terrenos podrían ser de algún familiar, eso no fue la causa de la inundación, sino consecuencia de la negligencia de las autoridades municipales.
Además, retó a quienes rumoran a ese respecto, que exhiban certificados o escrituras que acrediten posesión, propiedad o usufructúo de cualquier terreno que esté a su nombre.
Finalmente, lo que debe tenerse en cuenta es que las recientes inundaciones no sólo tienen que ver con el asolvamiento de los canales, el crecimiento desordenado y anárquico de la ciudad, sino también el cierre de muchos afluentes que provocó el levantamiento de los terrenos para la construcción de las nuevas autopistas y sus pocas opciones para que las aguas pluviales lleguen al mar.











































































