Hay evidencia de que las personas vacunadas tienen 9 veces más probabilidades de ser ingresadas en el hospital que las no vacunadas.
Una asistente médica preocupada, Deborah Conrad, convenció a su hospital para que rastreara cuidadosamente el estado de vacunación contra Covid-19 de cada paciente ingresada en su hospital. El resultado es impactante.
Como la Sra. Conrad ha detallado, su hospital atiende a una comunidad en la que menos del 50% de las personas fueron vacunadas contra Covid-19 pero, sin embargo, durante el mismo período de tiempo, se documentó que aproximadamente el 90% de las personas admitidas en su hospital recibió esta vacuna.
Estos pacientes fueron admitidos por una variedad de razones, que incluyen, entre otras, infecciones por COVID-19. Aún más preocupante es que hubo muchas personas que eran jóvenes, muchas que presentaron eventos de salud inusuales o inesperados y muchas que fueron admitidas meses después de la vacunación.
Como era de esperar, el hospital recompensó a Deborah Conrad por su coraje para exponer la verdad, despidiéndola:
El mensaje es claro: si dices la verdad, pagarás el precio. Es imperativo que se suprima la información que no se alinea con la “narrativa”. Es por eso que los médicos no se expresan.
La única forma de obtener esos números es si las personas vacunadas tienen 9 veces más probabilidades de ser hospitalizadas que las no vacunadas.
Es matemáticamente imposible llegar a esos números de otra manera. Sin embargo, es importante que no saquemos conclusiones rápidas. Buena parte de este efecto podría deberse a una mayor proporción de personas vacunadas entre los ancianos.
Estoy en el proceso de obtener una estratificación por edad para ver qué tan grave es esto. Señalaron en el artículo: “Había muchas personas que eran jóvenes “. Entonces veremos qué dicen los datos.
Lo que encuentro muy interesante es que nos hacen creer que los hospitales están llenos de personas no vacunadas. Entonces, de acuerdo con la narrativa, el sesgo de edad de los vacunados no hace una diferencia; palidece en comparación con el riesgo causado por quienes no están vacunados.
Pero ahora, cuando la evidencia va en contra de ellos, la narrativa cambia de que la razón por la que hay tantos vacunados es el sesgo de edad.
¿No es asombroso? Según los “expertos”, no importa en qué dirección vayan los datos, ¡los no vacunados son el problema!
La fuente original de este artículo es el Boletín de Steve Kirsch.
