El día de ayer, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez sostuvo un encuentro con maestros en el marco de la entrega de 2500 computadoras a docentes del municipio de Guadalajara.
En su intervención en ese evento, el todavía gobernador de Jalisco, hizo referencia a los libros de texto gratuito en una versión nueva sobre la postura que había tomado hace unos días cuando presentó los libros de su propio proyecto educativo para la entidad llamado Recrea.
En esta ocasión, frente a los maestros, cambió la versión de sus palabras, que envalentonado dijo hace unos días que ” aquí no vamos a permitir que se dogmatice o se ideologice a nuestros estudiantes”, en clara referencia, sin mencionarla, a la propaganda que hizo masiva Televisión Azteca que calificó a los libros de texto de contar con ideología comunista y que representa un peligro para México.
Ahí, en ese evento dijo otra cosa, cual clara muestra de su debilidad de sostener la palabra ante sus propios errores: “yo no comparto la visión de quienes sostienen que los libros de texto quieren construir un modelo comunista y todo eso que se ha dicho”.
Manifestaciones de repudio de los maestros
Alfaro quiso esconder sus acciones en el pretexto de que hay una resolución judicial que establece que ese proceso de entrega está suspendido; argumento que no gustó a los maestros presentes y empezó la rechifla que tambaleo al gobernante que le da nervios y empieza a sudar cuando sus pretextos se ven superados. “Insisto, no estamos debatiendo, yo estoy de acuerdo con los libros de texto” mencionó Alfaro en medio de gesticulaciones de obvio nerviosismo e incomodidad ante el grito y la rechifla.
Muy inestable y muy afectado en la defensa de su argumentación que muestran su incapacidad que tiene para comunicarse de frente con grupos sociales que no son a modo y que no puede usar a la fuerza pública para hacerlos callar, como lo ha hecho en más de una de las manifestaciones que han desfilado frente a sus oficinas.
Incómodo y tenso, el gobernador jalisciense tuvo que ceder a las manifestaciones de repudio de los docente y, para suavizar un poco la inconformidad, dijo que están construyendo una ruta para resolver el problema de la mano del sindicato de la sección 47 y la sección 16, y recalcó, “no vamos a dejar a nuestras niñas y niños sin las herramientas para poder aprender”.
Alfaro se deslindó de la disputa legal y enfatizó que el gobierno de Jalisco no interpuso ninguna controversia constitucional, “yo quiero ayudarle al presidente de México a construir un nuevo modelo de educación para el país”. No alcanzó a terminar cuando se dejaron venir las rechiflas y los gritos de nuevo.
No se puede engañar a la gente y luego tratar de enmendar la mentira; se deja de creer y se aleja la confianza.