CARTA ABIERTA DIRIGIDA A TODOS AQUELLOS QUE:
- OPINAN SIN SABER
- JUZGAN SIN INVESTIGAR
- SE BENEFICIAN ECONÓMICAMENTE DEL OCULTAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
- CREEN CIEGAMENTE TODO LO QUE VEN Y ESCUCHAN EN LOS MEDIOS SIN VERIFICAR LA VERACIDAD DE LO QUE SE DICE
- DIFAMAN A PROFESIONALES HONESTOS Y RESPONSABLES PERO SE NIEGAN A PARTICIPAR DE UN DEBATE CIENTÍFICO SERIO CON ELLOS
- SE NIEGAN A ESCUCHAR OTRAS OPINIONES DIFERENTES A LAS SUYAS
Existe una realidad sanitaria en nuestro país que nadie puede negar:
Cada vez tenemos más niños discapacitados con retardo madurativo, trastornos del aprendizaje, retardo en el lenguaje, autismo, convulsiones, parálisis cerebral y todo tipo de trastorno neurológico. Esto se puede evidenciar fácilmente (además de investigar las estadísticas oficiales y verificar el número creciente de certificados de discapacidad emitidos) visitando cualquier escuela en la que hay muchísimos de estos niños integrados y averiguando cuánto cuesta conseguir un psicólogo, una psicopedagoga, un fonoaudiólogo o un psicomotricista ya que no dan abasto con la enorme cantidad creciente de niños con
problemas neurológicos de todo tipo.
También ha aumentado notablemente la cantidad de discapacitados mentales y neurológicos adultos y a más temprana edad. Esto coincide casualmente con la insistencia en que reciban varias vacunas de diferente tipo además de la vacuna antigripal todos los años. Cada vez tenemos un índice de natalidad más bajo y un llamativo aumento de la infertilidad y los abortos espontáneos. Coincidentemente, cada vez se dan más y más vacunas en general a toda la población y en
particular a las embarazadas.
Sin embargo, no parece muy evidente que al gobierno ni a las sociedades médicas ni a ningún medio periodístico le haya interesado investigar la CAUSA de este fenómeno. ¿Es que los argentinos estamos cada vez más dañados neurológicamente sin motivo alguno, por pura casualidad y por eso tenemos una
población cada vez más discapacitada? ¿O será que en Argentina el Ministerio de Salud Pública no cuida suficientemente de la salud de su población?
El aumento de daño neurológico en la infancia coincide en paralelo con el incremento inexplicable de la cantidad de vacunas que se dan a los niños desde el embarazo. Jamás se han hecho estudios de seguridadpara indicar tales vacunas en el período más vulnerable de desarrollo de un ser humano. En varios estudios
científicos se ha demostrado que la vacunación es el principal factor desencadenante de estos trastornos, junto al envenenamiento del agua, el aire y los alimentos con t óxicos varios y metales pesados (ver Reporte abierto de la McCullough Foundation del 27 de octubre de 2025).
Nuestros niños padecen de enfermedades crónicas como por ejemplo asma, eczemas, enfermedades autoinmunes y cáncer en proporción cada vez más alta. En varios estudios que han comparado la población de niños vacunados con la de no vacunados se pone en evidencia que el porcentaje de este tipo de enfermedades y las mencionadas anteriormente se dan en proporciones muchísimo más altas en los niños vacunados y está en proporción directa al número de vacunas recibidas.
A más de vacunas recibidas se observa mayor riesgo de enfermedades crónicas (ver publicación del Dr Anthony Mawson,Mawson AR (2017) Pilot comparative study on the health of vaccinated and unvaccinated 6- to 12-yearold U.S. children). Salud Pública tampoco parece cuidarnos de la exposición a venenos: autoriza el uso de plaguicidasneurotóxicos como el glifosato y otros, que entran en nuestro cuerpo a través de los alimentos cotidianos. Autoriza alimentos que contienen disruptores endócrinos, conservantes y aditivos químicos nocivos para la Salud. Autoriza el uso de semillas transgénicas que modifican el valor nutricional de los alimentos, convirtiéndolos en alimentos no saludables.
Tampoco parece controlar la contaminación de las aguas por las industrias que vuelcan sus químicos en nuestros ríos y que usamos para cocinar y beber, acumulándose así metales pesados y químicos nocivos en nuestro organismo.
La ANMAT autoriza medicamentos y vacunas sin comprobar su contenido real ni solicitar los estudios de seguridad correspondientes (como lo han reconocido sus representantes en la Audiencia de Mar del Plata del 15 de noviembre de 2022 frente al Juez López). Salud Pública tampoco parece haber evaluado el tremendo riesgo que implica seguir avanzando en la instalación de tecnología emisora de Radiación electromagnética (REM) existiendo evidencia científica a nivel mundial de que la REM es una de las grandes causantes de enfermedad y muerte. Ya la 4 G era nociva pero la tecnología 5 G es de altísima peligrosidad ya que daña el organismo profundamente alterando las proteínas y el ADN. Sin embargo, la Argentina ha autorizado la instalación y uso de antenas 5G sin ningún
tipo de control.
Desde Salud Pública tampoco se informa qué sustancias se están arrojando en nuestro aire desde los desde los aviones que generan los chemtrails en el aire que respiramos. Tampoco nos informan quién ordena dichas “fumigaciones”.
Llama la atención que la reacción general a nuestro Ateneo, tanto de los medios como de profesionales supuestamente serios, ha sido de alarma y condena. Parece ser que exponer una realidad sanitaria y científicamente comprobada fuera peligroso en lugar de considerarse ético. Decimos “científicamente comprobada” porque a lo largo de los últimos años entre todos los que defendemos la libertad de comunicación y el intercambio científico honesto, hemos verificado miles de artículos publicados y varios libros que los han recopilado de fuentes científicamente serias.
Nuestro pedido de revisión del tema vacunas es ciencia basada en la evidencia: esta evidencia se encuentra en las estadísticas y en muchos estudios comparativos y en el análisis de la toxicidad real de muchos de los componentes de las vacunas.
Se aducen argumentos falaces: como por ejemplo que si se deja de vacunar van a venir brotes terribles de enfermedades graves. Esto no es una afirmación científica e induce el miedo en la población general. Es solo una creencia sin fundamento comprobable. Nos gustaría que prueben esto que afirman ya que esto no ha sucedido ni hay motivos para creer que podría suceder. El brote de sarampión al que se han referido muchos, se dio principalmente en niños totalmente vacunados y está demostrado en varios artículos científicos que la vacuna del sarampión contagia sarampión. ¡Cuando se dejó de vacunar en Inglaterra contra la viruela los brotes de viruela bajaron en lugar de aumentar! Aducen también que han disminuido las enfermedades agudas para las que existen las vacunas (perfectamente curables en la gran mayoría de los casos) ¡pero omiten mencionar que han aumentado enormemente las enfermedades crónicas en los niños (muchas irreversibles) desde que se vacuna cada vez más!
Los que afirman que las vacunas son efectivas parecen no haber investigado jamás la historia real de las vacunas. No han mirado los gráficos que demuestran que las enfermedades para las que se vacuna ya estaban en vías de desaparición cuando se introdujeron las vacunas y que los casos empezaron a aumentar luego de la vacunación masiva. Todo esto está perfectamente documentado y a disposición del que nos lo solicite.
Tampoco parecen haber leído los muchos informes estadísticos de la literatura médica internacional que muestran claramente que los niños no vacunados son mucho más sanos que los vacunados, como mencionamos más arriba.
Entonces ¿qué estamos haciendo con los niños argentinos? ¿Poniéndolos en riesgo de enfermar gravemente con la débil excusa de que no padezcan determinadas enfermedades que por otra parte son perfectamente curables en su mayoría? ¿Porqué no se revisan las estadísticas de ausentismo escolar en niños vacunados y las comparan con los no vacunados? Los niños ahora faltan al colegio no solo por reiterados cuadros agudos sino también por agudizaciones de sus problemas crónicos.
Además, hasta ahora ni profesionales médicos ni medios periodísticos ni políticos ni “opinólogos” se han acercado a nosotros con interés genuino de revisar los miles de estudios científicos que hemos ofrecido reiteradamente compartir.
Las Sociedades Médicas científicas no aceptaron las muchas propuestas de debate que les hemos solicitado. La mayoría ni siquiera ha respondido a las invitaciones. Si revisamos las revistas que son el órgano de difusión de dichas instituciones veremos que contienen un altísimo porcentaje de propaganda de laboratorios productores de medicamentos y vacunas, por lo tanto sus opiniones tienen conflicto de intereses ya que buscan estar en línea con aquellos que los sostienen económicamente (tal como sucede con la OMS cuyos fondos no provienen en su totalidad de los países integrantes sino que un 80% proviene de instituciones privadas con conflicto de intereses)
Entonces nos preguntamos ¿porqué se nos difama tanto a los que no tenemos ningún conflicto de intereses? No vendemos nada, solo informamos lo que ya se ha descubierto hace muchos años: que las vacunas son capaces de causar daños graves, que no son realmente imprescindibles ni seguras y que constituyen un gran negocio para muchos que nada tiene que ver con cuidar la salud de la población.
Dicen que en el Ateneo difundimos “información falsa sin aval científico” pero no se han animado a pedirnos y revisar las pruebas científicas de lo que decimos ¿Será porque saben que hay miles de pruebas en la clínica diaria y miles de trabajos serios que apoyan lo que estamos queriendo informar? ¿Será porque saben que hay millones de personas en el mundo dañadas por las vacunas de todo tipo pero tienen la tranquilidad de que no hay un sistema serio y de fácil acceso (otra vez desde Salud Pública) que permita a esas personas denunciar sus daños?
Es posible que muchas de estas personas a quienes dirigimos esta Carta Abierta sepan que todo lo que decimos y hemos expuesto seriamente en el Ateneo es VERDAD.
Si es así, los invitamos a la reflexión y al debate honesto, respetuoso y científico. Nuestra intención no es crear el caos ni enfermar a nadie.
Nuestra intención es revisar lo que hasta ahora se ha hecho mal y corregirlo. Es un llamado de atención para que se terminen las decisiones políticas equivocadas que llevan a dañar a la población. No se puede supeditar la salud de un ser humano a una estrategia política ni a un beneficio económico.
Los medios deberían tener periodistas serios que, en lugar de publicar agresiones inmerecidas, e investigar en profundidad las noticias y la información que, reiteramos, está a disposición de todo aquél que desee conocer lo que no conoce.
Se han criticado del Ateneo pequeñas instancias pero curiosamente se ha omitido hablar del resto de la información que hemos compartido en 6 horas.
Esperamos que estas palabras despierten la Consciencia dormida de todo aquél que la lea y que sirva de estímulo para iniciar urgentemente las investigaciones necesarias para mejorar la Salud Pública en todas las áreas correspondientes. Es imprescindible recuperar el respeto por la libertad sobre nuestro cuerpo y el de nuestros hijos. Y es imprescindible revisar una por una todas las vacunas de Calendario, su composición, su necesidad, su efectividad y su seguridad, además de rever porqué Argentina es uno de los países del mundo que da mayor cantidad de dosis de vacunas y sin embargo tiene una población infantil tan enferma.
No somos “anti” nada: estamos a favor de la Salud, la libertad de decisión sobre nuestro cuerpo y el debate científico serio.
- Laura Marilin Alonso (Promotora de Salud)
- Dra. Iliana Aristeo (Abogada)
- Mario Blitzman (Técnico en prácticas cardiológicas- Periodista)
- Dr. Oscar Botta (Médico)
- Dr. Carlos Bartra Crovi (Médico)
- Dra. Chinda Brandolino (Médica)
- Lic. Lorena Diblasi (Biotecnóloga)
- Dr. Carlos Echazarreta (Médico)
- Dr. Juan Carlos Garberi (Doctor en Ciencias Químicas, Biólogo e Inmunólogo molecular)
- Dr. José Luis Gettor (Médico)
- Dr. Xavier Huelmo (Médico)
- Dr. Miguel Iannolfi (Abogado)
- Dra. Lucía Langer (Médica)
- Dra. Viviana Lens (Médica)
- Dra. Lucrecia Maisul (Abogada)
- Dr. Alberto Mónaca (abogado)
- Federico Nazar (Profesor de Bioética)
- Dr. David Nonis (Doctor en Biólogía molecular)
- Dr. Andrés Ozols (Doctor en Física)
- Lic. Karina Pesaresi (Farmacéutica)
- Diputada Nacional María Inés Quiroz
- Dr. Julio Razona (Abogado)
- Dra. Marcela Sangorrín (Bióloga)
- Dr. Marcelo Soifer (Abogado)
- Lic. Nora Stolerman (Psicóloga)
- Dra. Liliana Szabó (Médica)
- Dr. Eduardo Yahbes (Médico)













































































