Andrés Manuel López Obrador termina su mandato poniendo a México entre dos espadas filosas y asesinas que han abusado de su poder para mandar y controlar a esta sociedad.
Por un lado, la espada de la oligarquía mexicana, heredera de lo más rancio y podrido de la invasión española que construyó el imperio de las haciendas y que, después de la Revolución de 1910, mutaron a la denominación “empresas”. Esta sociedad colectiva de los más adinerados han gobernado en los hechos a México, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial que contaron con el apoyo mediático, financiero, ideológico y policial de Estados Unidos.
Por otro lado la espada de los militares, herederos de los caudillos que encabezaron el levantamiento alzado contra las haciendas y el porfirismo y que decidieron ser lacayos y serviles de los oligarcas después del gobierno, coincidentemente, de Manuel Ávila Camacho, último militar presidente de la República y el inicio de los gobiernos civiles de la mano de Miguel Alemán Valdés, muy alineados a la conveniente idea del desarrollo de la Conferencia Bretton Woods.
Las FFAA se convirtieron en el fúsil asesino de mexicanos que se oponían al poder oligarca, como los múltiples asesinatos de luchadores sociales después de los años 60´s como Rubén Jaramillo o Lucio Cabañas entre otros cientos más, así como los asesinatos masivos que han perpetrado en el México anterior al 2018.
En los momentos que México entra de nuevo al debate sobre si la Guardia Nacional debe de estar administrada y dirigida por los militares en vez de ser administrada y dirigida por civiles, abre el espectro de la herencia dejada por AMLO para el futuro cercano, mediano y, tal vez, de un largo aliento que termine con un verdadero cambio de régimen económico, político y…militar.
La economía de las FFAA Mexicanas S.A.
El Ejército y la Marina se van a convertir en los grandes empleadores de recursos humanos cuyo fin es administrar empresas de naturaleza eminentemente económica que competirán por el mercado de consumo con los grandes corporativos nacionales y extranjeros en los ramos de la hotelería y servicios turísticos en destinos arqueológicos; en el servicio aéreo de pasajeros con Mexicana de Aviación; de transporte ferroviario de pasajeros y de carga con el Tren Maya y el Tren del Istmo; servicios de administración portuaria en todos los puertos del país y aeroportuaria en los aeropuertos del AIFA, Tulum, Chetumal y Palenque. Aparte las empresas que tradicionalmente opera las FFAA mexicanas como bancos, constructoras, hospitales, textiles, bélicas y sus instituciones educativas de donde disponen de recursos humanos altamente calificados que seguro incrementarán su demanda en los años venideros.
El crecimiento e importancia en la economía de las FFAA mexicanas ha asustado en demasía a la oligarquía y ha puesto en marcha estrategias que buscan desalentar la aceptación social del avance de los militares en zonas casi exclusivas del confort empresarial corporativo oligarca que había implementado desde hace más de 50 años una ola ideológica formativa de la sociedad donde la economía sólo sea manejada desde las empresas de la llamada Iniciativa Privada.
En esta última semana hábil del 2023 será fecha de un nuevo debate público nacional en el escenario sexenal entre la llamada 4a. Transformación (Iniciativa de lo Colectivo, 4T) liderada por el actual presidente Andrés Manuel López Obrador y el conservadurismo mexicano, la oligarquía (Iniciativa de lo privado, IP) encabezado por la cúpula corporativa que ostentan y manejan la economía y la actividad mediática del país.
Escenario
El tema de la Guardia Nacional manejada por militares o por civiles será puesto en boca de todos los voceros, políticos y mediáticos, de ambos lados. Los voceros de la 4T dominan las redes virtuales con gran predominancia en las plataformas de Youtube, X y Facebook, así en ese orden. Mientras que los voceros de la IP dominan los medios tradicionales como la prensa escrita, la televisión y la radio.
La IP, aun a pesar de ser dueña de los medios virtuales, es el escenario donde los obradoristas, encabezado por La Mañanera del propio presidente, hacen fuerte su influencia en una ardua confrontación con voceros de la IP que igual usan ese segmento mediático pero que hasta la fecha, se puede decir que el balance ha sido positivo para el obradorismo; no así en los medios tradicionales donde su presencia es muy baja o muchas veces nula; ahí dominan a discreción los voceros de la IP que encabezan los presentadores de noticias y aquellos políticos que les reproducen sus opiniones, sea en entrevistas o como cobertura informativa de lo dicho en las propias tribunas políticas.
El debate
El tema de la Guardia Nacional dirigida por militares trae muchos puntos a convencer de parte del obradorismo sobre la maltrecha imagen del ejército en la historia reciente que inició a gran escala con la matanza de estudiantes en el triste episodio conocido como la Noche de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, fecha que se prohíbe olvidar y se recuerda en las marchas conmemorativas de cada año y más todavía con lo acontecido a finales de septiembre del 2014, cuando 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron desaparecidos (papel predominante del ejército) mientras se encaminaban a la celebración del “2 de octubre no se olvida”.
Todo esto se ha dicho que lo hecho por los militares correspondían a decisiones de civiles como si las FFAA no pensaran o fueran manejadas como viles sicarios. Una explicación que lejos de salvar la imagen puede ser que la hunda más en el descrédito. Esta explicación no crea certeza en el actuar de la institución en el futuro cercano.
Hoy gobierna en México un presidente pacifista de garbanzo de a libra pero él mismo se ha encargado de heredarnos a un sector militar, dice el propio Obrador, que no les ha llegado los tentáculos corruptos de la oligarquía mexicana pero al mismo tiempo, ha perpetrado los peores crímenes habidos en la historia de México, como masacrar estudiantes desarmados por el simple hecho de exigir un mejor proceder de aquel gobierno de 1968.
Si bien por el momento el mexicano del 2023 ve a un ejército constructor y servicial hacia la sociedad ¿cómo se puede garantizar que no se utilice a las FFAA como el fusil para acabar con la protesta y la libertad de opinión en la era pos-obradorista?
Lo anterior lo menciono pensando en la actual candidata del oficialismo, Claudia Sheinbaum Pardo, que no ha movido a los voceros de su campaña electoral, de hecho ha protegido el «derecho a defenderse» de Tatiana Clouthier, quien mandó a la policía mediante una demanda por difamación, a detener a un periodista porque dijo que Clouthier, como secretaria de economía, se había robado el litio (cerros y más cerros ¿?) y se los había entregado a los gringos, frase que tiene que ver con lo metafórico a la mala actuación de su proceder cuando era la responsable de la cartera de economía del país; y el otro vocero, Gerardo Fernández Noroña, festejó el talante intolerante de la hija del panista «Maquío», secundándola y aplaudiendo el hecho diciendo que fue bueno “el estate quieto para que aprenda” el periodista.
Esas acciones tremendamente preocupantes, son de las que la herencia de AMLO puede tornarse como una maldición, si los militares reciben órdenes y son cumplidas a cabalidad, así sea matar a 200 personas o encerrar en la cárcel a una personas por hacer una metáfora de un mal gobierno.
Yo, votante de este país y con libertad de expresarme, en estos momentos prefiero la herencia de una boyante economía militarizada que la continuación del poder de las empresas en el plano económico que han abusado y que abusan de su riqueza acumulada para cometer ilícitos, sean corruptelas como lo que hace el nefasto Salinas Pliego que compra voluntades de jueces para no pagar impuestos, hasta la posibilidad de crear comandos negros disfrazados de narcotraficantes que ultiman, extorsionan y atemorizan a la sociedad. Sí, hay un gran riesgo que el mando militar, adinerados y con fusil, en un futuro puedan sobrepasar a los actuales oligarcas que ostentan el poder económico e infundir más miedo del que hoy vive la sociedad. Por eso estamos en medio de ese modelo que nos heredan, pero…
La espada o el fusil militar podrá en su momento, desde la lealtad que el ejército profesa al pueblo, enfundarse y seguir con las lecciones del ingeniero constructor y servicial para el bien social y colectivo, esperando surja la rebeldía contra la injusticia y las órdenes asesinas de un ejército que, como dicen ellos, «son pueblo uniformado».











































































