El nombre de Jorge Castañeda Gutman, fue el protagonista de la agenda mediática esta semana. Este jueves se volvió a manifestar en contestación a la reacción que provocó sus palabras dichas el lunes pasado en un programa de Televisa donde dijo que «el manual de ahorita es go negative con Claudia…es la guerra sucia, pero sucia en serio contra Claudia«.
Hoy, en el programa del Ciro Gómez en Radio Fórmula, dijo que López Obrador, los moneros de dos periódicos y la titular del segmento quién es quién en las mentiras de las mañaneras distorsionaron sus dichos porque él sólo refirió a que existen manuales en las elecciones que plantean una campaña negativa o campaña negra o guerra sucia que se ha utilizado en muchas elecciones en el mundo y que sólo fue éso, que él no recomendó nada, no proponía nada, no sugería nada porque está al margen por completo de las campañas.
Castañeda Gutman mencionó que citó el manual como haber citado otro manual de tantos que hay como el manual para arreglar la lavadora de tu casa o un manual para jugar black jack.
Castañeda jugando al Maquiavelo del Siglo XXI
La oportuna aparición del análisis del excanciller sobre la situación electoral que vive la oposición, que anda perdida y que sólo encuentra como alternativas el denuesto, la mentira, los chismes o el montaje para tratar de revertir su realidad, su «experiencia» no es otra cosa que seguir el manual del Príncipe de Nicolás Maquiavelo usando las conceptos actuales con la misma metodología de «el fin justifica los medios» o la versión actualizada en boca del impresentable Felipe Calderón «haiga sido como haiga sido».
Castañeda enumeró instrumentos que debería de hacer la oposición en momentos críticos como el que actualmente tiene: Investigación de su oponente, saberle, averiguarle o indagarle cosas al contrario, todo tipo de menciones ciertas, medio ciertas y falsas.
López Obrador ha usado falsedades en todas sus campañas
Para el exsecretario de Relaciones Exteriores (SRE) en el sexenio de Vicente Fox, esas menciones falsas del «go negative«, han sido usadas por López Obrador desde que fue candidato a gobernador en su estado natal en 1994, en la Ciudad de México en el 2000 y en el 2006, 2012 y 2018 para la presidencia y ahora en el 2024 como «jefe de campaña» de Claudia Sheinbaum.
Les ardió lo que dije
Les molestó muchísimo, les ardió a éstos muy canijo, enfatizó Jorge Castañeda al argumentar que les cunde el miedo.
La reacción se debe no al medio o a los medios donde se publicaron los dichos, sino al miedo que tiene el presidente y sus acólitos porque se les puede saber si hubo o hay videos de la entrega de dinero del narco, si hay corrupción o mal manejo de la línea 12 o si hubo corrupción o retención de sueldos en la Ciudad de México para la campaña de Sheinbaum, todo eso, «pueden o no ser ciertas, pero una campaña opositora potente, sí debe de tener esos instrumentos».
El manual de la mentira de Castañeda
La forma y la caracterización de la defensa de Castañeda a sus dichos en la entrevista con el conductor de noticias de Radiofórmula, tiene mucha semejanza cuando Castañeda, fungiendo como canciller, en la primavera del 2002 en medio de la resaca del conflicto diplomático entre México y Cuba por el caso del «Comes y te vas« en aquella Cumbre de Monterrey, abogaba y defendía la posición de que no hubo presión alguna para que Fidel Castro se marchara antes de la llegada del entonces presidente de Estados Unidos George W. Bush.
«No hubo ninguna presión, influencia, gestión, solicitud, sugerencia, insinuación. Si tuviera mi diccionario de sinónimos, seguiría, pero pues de memoria quizá no se me ocurran muchas más; pero si a usted, Blanche, se le ocurre una, plantéemela y le doy la misma respuesta» dijo textualmente en conferencia de prensa sobre la presión del gobierno mexicano al presidente cubano.
Al final, es conocido el desenlace cuando las autoridades cubanas sacaron el audio de la conversación de Vicente Fox y Fidel Castro, donde el primero le pedía al presidente cubano que comiera con él y después se regresara a la Habana, Castañeda Gutman renunció a la SRE.
El estilo del mismo parafraseo de sinónimos para defender una mentira que usó en el 2002, se repite con el «no recomiendo nada, no propongo nada, no sugiero nada», cuando en realidad lo está haciendo. Y no sólo lo hace tácitamente, sino que despliega una serie de argumentos para ver la guerra sucia o las campañas negras como un elemento «normal» en las contiendas electorales, es decir, de cierta manera, trata de ver el uso de la mentira y la calumnia como elementos «legítimos» en una contienda democrática, cuando en realidad es una practica ominosa que choca con la esencia democrática, porque está práctica altera, con información falsa, la decisión del voto libre.
Así de esa manera, Castañeda teoriza la utilización de una estrategia basada en chismes y falsedades en el afán de ganar una representación social. Es decir, para Castañeda desde los montajes y calumnias es válido ser presidente de una nación. Inaceptable por todos.
El tipo se ufana de ser catedrático de las mejores universidades del mundo con esa enseñanza maquiavélica que atenta contra los valores humanos y democráticos.











































































