El día de hoy los medios tradicionales y alternativos no hablaron de otra cosa que la renuncia del todavía presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Reyes Rodríguez Mondragón hace pública una carta de renuncia como presidente del TEPJF efectiva a partir del la primera hora del 2024.
El magistrado presidente que protagonizó la semana pasada una escapatoria inédita en los organismos colegiados en México, el día de ayer publicó dos cartas, una que decía que no renunciaba y la segunda, publicada por la noche informa que siempre sí renuncia al cargo de presidente del máximo organismo electoral después de una fuerte presión de tres de sus colegas que le exigieron la dimisión como líder del Tribunal por la falta de confianza en su desempeño.
¿Pérdida de confianza?
La pérdida de confianza que motivaron a sus colegas magistrados Mónica Soto, Felipe de la Mata y Felipe Fuentes, para exigirle la renuncia a la presidencia del Tribunal, es solamente el motivo formal de una lista de agravios y presuntos actos ilícitos que apuntan a una actividad corrupta no solo de parte del presidente magistrado sino del mismo grupo político que lo cobija.
Rodríguez Mondragón pertenece al grupo político de Felipe Calderón y es a Roberto Gil Zuarth, quien fuera secretario particular del exmandatario, a quien les responde directamente. Ambos personajes, Calderón y Gil Zuarth, que han levantado la voz por las presiones que tuvo el presidente magistrado para renunciar, son acusado de intromisión política en el TEPJF para enrarecer el ambiente electoral en ciernes, incluso se habla de favorecer con recursos del mismo tribunal a empresas vinculadas con el PRIAN.
Además de lo anterior, a Reyes Rodríguez se le acusa de acoso sexual y extorsiones hechas a personal que labora en esa institución y de “intervenciones extrañas de despachos de abogados y presiones a las magistraturas”.