Las relaciones diplomáticas de México podrían sufrir cambios después de que el país decidió no seguir la OPEP+ en relación al recorte del 23% de las exportaciones de petróleo y recibir el apoyo explícito por parte del gobierno de Donald Trump.
Después de que el pasado 9 de abril, Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía (SENER), dejara la reunión ampliada de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo, en medio de las discusiones para estabilizar los precios del petróleo, las suposiciones sobre el devenir de la nación latinoamericana han circulado a lo largo de estos días.
Para Ricardo Pascoe, exembajador de México en Cuba, la actuación de la delegación mexicana en la reunión de los países exportadores de petróleo fue desafortunada en el sentido en el que el objetivo de estos eventos es construir acuerdos y, por el contrario, la idea que se proyectó fue la de confrontación.
Nadie se esperaba una actuación de esta envergadura en un país cuyo alcance de producción es medio. Pero las razones del Gobierno de México para abandonar la reunión se explican en una crisis económica interna provocada por la caída de los precios de petróleo y las consecuencias de la pandemia, a la cual no le es factible la reducción de 400 mil barriles de producción diaria como se proponía en los acuerdos de la OPEP+.
Estados Unidos mantiene acuerdo con México
Sobre el tema, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en la conferencia matutina del 10 de abril que recibiría ayuda del gobierno de Estados Unidos para estabilizar los precios del petróleo sin necesidad de recortar las exportaciones del crudo mexicano.
«Se llegó a un acuerdo para que disminuyamos nuestra producción en 100.000 barriles diarios. Estados Unidos se compromete a reducir adicionalmente a lo que ellos iban a entregar, 250.000 barriles diarios. Dice el presidente Trump que es para compensar por México, esto lo notificamos ya tarde a la OPEP», refirió.
Esto, en apariencia, da la certidumbre de una leve estabilidad económica a México en medio de la crisis ocasionada por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, en términos de política internacional ha llamado la atención el pacto entre estos dos gobiernos, sobre todo después de las declaraciones del presidente de Estados Unidos.
«Hablé con el presidente [de México] y ellos han propuesto un límite, que es distinto al acordado por la OPEP, una reducción del 23%. Así que lo que pensé que podía hacer y no sé si será aceptado, ya veremos, es que Estados Unidos ayudará a México y ellos nos lo reembolsarán después, cuando estén preparados para hacerlo», expresó Donald Trump en una conferencia de prensa la tarde del 10 de abril.
Ene este sentido, agregó que el gobierno estadounidense absorberá el recorte de 250.000 barriles adicionales para cumplir con los acuerdos de la OPEP+. Por lo que, México podrá disminuir su producción sólo en 100.00 barriles y no en 400.000 como se proponía.
Aunque la intención de la SENER ante la OPEP+ era no reducir las producciones en el 23% de la producción como una medida para sostener la economía mexicana, Pascoe opina que «en términos económicos no nos conviene, a México, pues cuando le devolvamos esos 250.000 barriles más adelante, probablemente tendrán un valor mucho mayor del que tienen ahora».
Las relaciones de México después de la OPEP+
El impacto de los acuerdos de la OPEP+ —reducir el 23% la exportación de crudo— no afectará gravemente a la economía mexicana; no obstante, eso no significa que el acuerdo entre México y Estados Unidos sea del todo benéfico. Por lo menos, no lo es para efectos del discurso político y las relaciones diplomáticas de México, asegura Brenda Estefan, analista de temas internacionales.
«Estas actitudes son justamente las que lastiman la diplomacia mexicana. La diplomacia energética es parte central de la diplomacia en general de los países productores de petróleo; entonces, aunque esto era una reunión ministerial, todos los jefes de Estado de los países productores de petróleo supieron que México puso en riesgo el acuerdo y todos supieron que México fue cobijado por Estados Unidos», dijo Brenda Estefan a Sputnik.
Del mismo modo, el exembajador Pascoe opina que «México se colocó en una posición de confrontación con el resto de los países productores de petróleo que derivó en que no hubo, estrictamente hablando, un acuerdo con la OPEP, sino con la OPEP vía Estados Unidos.»
Por otra parte, considera que este escenario puede afectar también las relaciones con los países del resto de América Latina. Una relación que, señala, ya estaba afectada desde que el gobierno de México aceptó las condiciones de Trump para ser policía migratoria en la frontera sur del país y ahora con los acuerdos sobre el petróleo de «convertirse de alguna manera en un secuaz de Estados Unidos en las negociaciones internacionales».
Bajo esta línea, Estefan sostiene que esta actitud del gobierno mexicano ayudará a reforzar la idea de que «México toma las decisiones con base en lo que Washington le sugiere».
México en la perspectiva electoral estadounidense
Las declaraciones de Donald Trump en relación a que México «reembolsará» a Estados Unidos también han despertado dudas sobre la posibilidad de un pacto tácito entre ambas naciones.
«Creo que es claro que hubo un trato entre ellos dos, llegaron a un trato de alguna naturaleza, de la que hay especulación que pudo ser apoyo electoral o apoyo en temas migratorios o simplemente dejar un cheque en blanco de Estados Unidos con su vecino del sur», opina Estefan.
En tanto, el exembajador Pascoe precisa que el respaldo de Trump es en sí una cuestión «mu y riesgosa» por las circunstancias propias del gobierno estadounidense. «El hecho de acordar con un presidente que está buscando solamente su interés y ayuda a un país cuando algo de provecho va a sacar él y su gestión en el gobierno de Estados Unidos», comentó.
Sin embargo, el gobierno mexicano niega la existencia de un pacto entre México y Estados Unidos, por lo que el día 15 de abril dio a conocer la carta que Rocío Nahle, secretaria de Energía, envió a la OPEP para explicar la negativa de reducir en un 23% la producción de petróleo.
Esta es la carta que @rocionahle envió al secretario general de la OPEP, donde comunica el acuerdo alcanzado con EE. UU.
Este ejercicio permitió que se llegara a un consenso global para estabilizar los precios del petróleo, por el cual México fue reconocido. #MéxicoSoberano pic.twitter.com/LB7knNuIfn
— Gobierno de México (@GobiernoMX) April 15, 2020
Esto, expresó el presidente López Obrador, «porque de inmediato adversarios empezaron a hablar de que había negociación secreta».
De forma paralela, Pascoe alerta que es posible que las acciones de Trump estén encaminadas a posicionarse en el electorado estadounidense con el fin de ganar las próximas elecciones presidenciales.
«Hay deseo de utilizar a México para neutralizar a los votantes latinos en noviembre para que si no votan por él [Donald Trump], por lo menos que no voten por los demócratas; es decir que él [Donald Trump] le va a pedir a México por vía incluso del silencio, de la no intervención o en algunas cuestiones explícitas, tratar de inclinar el voto latino con cierta simpatía hacia Trump», concluyó el exembajador de México en Cuba.
Fuente: Sputnik. Artículo original