Micronovela en 6 mini capítulos sobre las frases que emanan del juglar de los medios de comunicación y sus actores: bozales, escopetazos, chayotes, periodicazos y muertos de hambre donde hoy no hay medias tintas.
Por Candelario Peña
1. De escopetas a escopatos
Para el poderoso poder mediático mexicano, los integrantes del actual gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador siguen siendo la oposición (a los intereses de ellos) y sujetos a la corrosiva crítica tal como lo fueron en las décadas pasadas. “Populistas”, “paternalistas” “peligro para México”, “comunistas” y otros tantos adjetivos que todavía persisten en los titulares de los periódicos, la televisión y la radio en nuestro país.
“La mañanera”, la conferencia de prensa diaria y madrugadora del titular de ejecutivo mexicano, ha sido el arma usada por “el pato que le tira a las escopetas”; a pesar que las escopetas no dejan de disparar, no solo críticas, fake news, montajes, calumnias y mentiras, “la mañanera” se ha convertido en un escenario de análisis mediático y de respuesta inmediata a la andanada y sincrónica cascada de ataques de ese mismo poderoso poder mediático.
De la mano con la irrupción de las mañaneras en el escenario público, aparecieron también un buen número de conductores de información alternativa a los habituales de los medios tradicionales.
Las mañanera transmitidas en las redes virtuales de Youtube, Facebook, twitter entre otras, aparte de albergar a esta ola de nuevos informadores, igual les vino afectar al poder fáctico de las concesiones públicas desde la audiencia, contenidos y sobre todo, en el lado que más les duele, las finanzas.
Hoy las escopetas traen salva y los patos la pólvora.
2. Prefiero el bozal
El presidente de México ha contado en más de una ocasión la historia de la muerte de Gustavo A. Madero, hermano del precursor y mártir de la Revolución Mexicana, a quien se le atribuye la frase “le muerden la mano a quien les quitó el bozal”. Estas palabras ofendieron en gran medida a la prensa de inicios del Siglo XX, quienes no cesaban los días de ridiculizarlo en las columnas de opinión y en las caricaturas. Este linchamiento mediático precedió al artero y ruin asesinato del hermano del presidente. Vaya Ud. a saber la verdad de la intelectualidad de ese acto cruel.
Este episodio de la frase del bozal de los medios de entonces se cuenta igual a poco más de 100 años, porque el bozal era la carretada de dinero público que los medios recibían del gobierno, tanto en aquel porfiriato como de este prianato. Al poder mediático poco le importa la libertad de prensa o la de expresión, a ellos les importa la libertad de agarrar dinero venga de donde venga. Money, money, money y, si es por carretadas, mejor.
Este gobierno ha eliminado la “partida secreta” en la cual el presidente en turno disponía para hacer con esa bolsa de dinero lo que el rey deseara, entre esas, cuente Ud., comprar conciencias, plumas y plumeros. Al igual que la partida secreta, este gobierno casi elimina también el presupuesto a medios de comunicación, que lo ha reducido drásticamente sin ninguna manera de maniobra mediática.
¡Prefiero el bozal! Gritan en silencio.
4. Periodicazos mojados no matan moscas
Acostumbrando su permanencia en la esfera del poder, los políticos dedican fuertes cantidades de dinero a los medios de comunicación para, según, su promoción socio-política, pero hablando en plata pura, esa compra de espacios en los medios les garantiza ser intocables en sus páginas o en sus noticiarios.
Los medios tradicionales son un cuchillo de doble filo; por un lado, son plataformas eficientes de posicionamiento social; por el otro, son armas mortíferas para manchar y hasta aniquilar personajes. El doble filo lo podemos apreciar claramente en el caso Gloria Trevi: los poderosos medios la encumbraron, luego se salió del huacal y se encargaron de enjuiciarla públicamente y mandarla a la cárcel ¡en Brasil! No importa el lugar, estamos en todas partes, dicen.
Vaya Ud. a saber el tipo de perdón que pidió la mujer para que, ésos mismos medios que la difamaron socialmente, la volvieran a encumbrar en sus programas, conciertos y presentaciones, borrando la memoria inmediata. Funciona y es eficiente. La mujer hoy está con “el pelo suelto” como antes del escándalo.
El referente sobre el dicho del periodicazo lo encontramos en un siniestro personaje de la vieja guardia priista, el actual secretario general de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, quien en el 2017 le reclamaron que cómo un líder obrero traía un reloj Patek Philippe de 400 mil pesos. El líder de los trabajadores contestó que tal aseveración era mentira y que “a periodicazos solo se matan las moscas”.
Lo cierto es que la práctica del periodicazo, que antes funcionaba de maravilla, hoy ya no es tan eficiente ni efectiva. La muestra la dio Diego Fernández de Ceballos, el otro hemisferio del macabro cerebro Prianista, que dijo que “la 4T murió como las moscas, es decir, con un periodicazo” refiriéndose al reportaje de Loret de Mola sobre la casa rentada en Houston, Tx., por el hijo del presidente. Se comprobó una noticia falsa y dolosa y lejos estuvo de derribar a la 4T.
La lluvia de críticas a los medios mojó los periódicos.
5. Hay que matarlos de hambre
La última joya de la sabiduría periodística es aquella frase hackeada del teléfono de Alejandro “Alito” Moreno, el todavía líder del PRI nacional: “a los periodistas no hay que matarlos a balazos, papá, hay que matarlos de hambre”; frase que, pese a su reciente aparición, ya es célebre y quedó guardada en el baúl de las joyas del periodismo.
Y es que los medios de comunicación dependen del dinero público para su sostén, eso de la publicidad apenas si cubre el gasto de la energía eléctrica. De hecho, el chayote a periodistas es tolerado por los dueños de los medios porque es complementario a sus ínfimos ingresos, de otra manera andan pateando el bote y sí, hasta matarlos de hambre.
Esta frase ya célebre dista de otras frases que se manejan en el argot periodístico, como aquella que reza: “plata o plomo”, si no aceptas el soborno, te mueres. O esa frase atribuida, según Zhenli Ye Gon, a Javier Lozano, funesto esbirro de Felipe Calderón, “coopelas o cuello”. Aquí ya no habla de dinero sino de una cooperación para salvarte de morir rebanado por la garganta.
Y menciono que distan porque, aunque el asesinato es el tenor de estas frases, en lo dicho por “Alito”, a diferencia de las otras dos, no hay opción; es una sentencia definitiva que solo sugiere, con la frialdad de un experimentado verdugo, la forma más efectiva de matar a un periodista en un país donde el asesinato de personas forma parte de la cotidianidad social.
Esta gravedad dicha por una persona responsable de un partido político (PRI), mantenido con dinero público, que anda sobornando a periodista so pena de muerte…por hambre, no pareció importante mencionarla en los espacios noticiosos de este poderoso poder mediático mexicano que aglutina las televisoras, la radio y los periódicos de mayor influencia en el país.
La frase pasó como si no se hubiera dicho en medio de los gritos de esos mismos medios y sus comunicadores por los numerosos asesinatos de periodistas que, como dato curioso, ninguno de los 13 periodistas asesinados en este 2022 pertenece a este poder mediático ( ). Todos estos asesinatos, casualmente, pertenecen a medios locales que no tienen influencia nacional, pero, paradójicamente, a su muerte, son vastamente conocidos por los mismos medios que a la Trevi encumbraron, difamaron, encarcelaron y reencumbraron.
Si estás conmigo comerás, sino desapareces.
6. Hoy no hay medias tintas
La frase “matarlos de hambre”, trae la connotada realidad de los medios de comunicación: Una actividad social mancillada, deteriorada y muchas veces de vergüenza ajena por la sumisión humillante por aquello de “quién paga manda”.
La actividad periodística en nuestro país está sumida en una profunda crisis que viene arrastrando de mucho tiempo atrás y que hoy se ha agudizado por el momento histórico que México vive; como se ha dicho desde las mañaneras del actual gobierno: hoy “ya no hay espacios para las medias tintas, son momentos de definición” o aquella recurrente frase de “fuera máscaras”.
Pero la crisis de la información mediática en México no es una llama ajena a la hoguera que vive el mundo de la información en el mundo. La guerra en la tierra del Donbass ha desnudado por completo el papel de los medios informativos en la sociedad actual: censura, montajes, fakenews y un alud de mentiras programadas en cadena multinacional del poder económico del mundo, dueños de la mayoría de medios globales, incluido México.
La información periodística que circula en la televisión y las radios, además de los periódicos corporativos, son un vital instrumento usado como las armas o un tipo de seguridad efectiva que cubre y guarda sus intereses; intereses que nunca está el fin del bienestar social, sino todo lo contrario.
¿Los medios masivos actuales hacen un servicio a la sociedad? ¿Es el periodismo actual una actividad vital en la sociedad? ¿Qué hará la sociedad humana para saberse bien informada?
“…el 4° pecado del periodismo: la coprofilia, ese amor a la cosa sucia, el amor…literalmente, el amor a la caca”. Papa Francisco ().