Por Paul Craig Roberts
Otros y yo hemos señalado vacíos sorprendentes en la protección de Trump por parte del Servicio Secreto. Los vacíos son tan atroces que no se pueden achacar a la incompetencia. Scott Ritter dice que la intención es la única explicación.
Ahora estas conclusiones están respaldadas por evidencia acústica. El hecho de que las balas viajen más rápido que el sonido significa que el tiempo entre que se escucha la bala pasar por el micrófono y luego el sonido permite calcular la distancia desde la que se disparó la bala. Las diferencias horarias revelan diferentes distancias. Por lo tanto, es inevitable concluir que hubo más de un tirador.
Mike Adams nos guía a través de un análisis de aproximadamente 30 minutos y Chris Martenson nos guía a través de otro análisis de 30 minutos.
Mike Adams concluye que se realizaron 7 disparos, 5 desde la distancia de la ubicación de Crooks y 2 desde dos distancias más largas diferentes.
Martenson señala que el disparo a Trump que alcanzó a un hombre en la fila superior viajaba en una trayectoria ascendente, lo que implica que no provino de la parte superior del edificio donde se encontraba Crooks.
Los primeros disparos son fáciles de identificar. Algunas de las siguientes tomas están contaminadas con ecos y requieren una atención cuidadosa.
Tanto Adams como Martenson brindan informes competentes. Ambos dicen que el análisis requiere expertos forenses independientes acreditados y que la precisión de los resultados puede reforzarse una vez que se conozcan los calibres de las armas. Como dije, esperemos que las balas hayan sido recogidas por autoridades honestas y confiables.
Tenga en cuenta que el análisis acústico experto del asesinato de Robert F. Kennedy definitivamente mostró dos calibres diferentes de armas disparadas. No hay duda al respecto, pero la historia oficial sigue siendo «un pistolero solitario».
Los medios de comunicación estadounidenses calificarán el análisis fáctico de “teoría de la conspiración” y respaldarán la narrativa oficial como la verdad.
Sin embargo, en este momento el FBI, la CIA, el Departamento de Seguridad Nacional, la NSA y los medios de comunicación prestitutos tienen cero credibilidad. Nadie debería creer una palabra de lo que dicen.
A los fallos de seguridad y las evidencias acústicas se suma la ausencia de un dron con cámara del Servicio Secreto. La única razón para no tener cobertura de cámara es que habría hecho obvios a Crooks y a otros tiradores.
La única manera en que los demócratas o el Estado profundo que opera a través de los demócratas pueden salirse con la suya en su intento de asesinato de Donald Trump es que los republicanos no hagan nada con el argumento de que sería divisivo o demasiado embarazoso para Estados Unidos admitir un complot del gobierno contra Triunfo. Los Rino argumentarán que es necesario encubrir el complot para salvar la reputación de Estados Unidos. A Trump se le dirá que tiene que unificar el país, no dividirlo, responsabilizando a sus posibles asesinos. Nadie explicará cómo se puede unir el bien con el mal.
Fuente: Global Research