La Biblioteca Los Mangos da vida al cine alternativo, en su sala del Cine Club El Muégano. Allí pervive la esencia del cineclub porque, desde su surgimiento, postula un dilema entre el cine de arte y el de mercado.
Por Yamila Casella
Reduciendo tantito la complejidad de la historia, podemos sostener que durante la primera guerra mundial el cine en Europa sufre una gran crisis que, entre otras cosas, favorece el desarrollo de otra propuesta fílmica, Hollywood; a la cual va a responder, principalmente, el cineasta francés Louis Delluc proponiendo un cine enfocado en el análisis, la reflexión, el pensamiento, la profundidad de los personajes… y generando debates que dan origen al primer cineclub, en 1920, en Francia (para el que le interese, tenemos en la biblioteca excelentes libros sobre la historia del cine, pero también joyas como Mi último suspiro, de Luis Buñuel, libros sobre cine y estética, cine y sociología, técnicas de cámara… y hasta libros para la formación de actores).
Retomando, no menos interesante es cómo llega esa propuesta a México: “El cineclub EL Progreso nació el 3 de julio de 1952, gracias al entusiasmo de un grupo de universitarios, exiliados políticos venezolanos que habían residido por un tiempo en París; los encabezaba Felipe Carrera, estudiante de medicina, y a ellos nos unimos un grupo de mexicanos” (dijo, en entrevista, el gran Manuel González Casanova). Pronto se propagará el cineclub por universidades y otros espacios.
La biblioteca sabe que el cineclub es tan importante hoy como lo fue en los años 20, porque no solamente nos enfrentamos a las carteleras que privilegian el cine comercial por encima del cine de arte, sino también a la proliferación de series que consumimos en el ámbito individual donde no se comparte un análisis, una búsqueda de los significados en relación con la experiencia humana. La biblioteca le apuesta al cineclub para quebrar esta alienación y recuperar las instancias sociales de pensamiento, crítica y reflexión.
En la biblioteca, al principio de cada mes puedes ver la cartelera, vislumbrar la propuesta de cada ciclo y participar en ellos.
Tres ciclos mensuales ofrece El Muégano en su rincón fresco, oscuro y con una buena pantalla. Los martes, Antonio presenta, proyecta y abre el debate sobre el film. Los miércoles, encontrarán a Gloria dando vida al formato del cineclub. Y los viernes los acompañará Adriana y los animará en el proceso de crecer a partir de la experiencia del séptimo arte.
Fuente: Biblioteca Los Mangos. Ver artículo original