- Introducción
- Un poco de contexto
- La raíz, la comunicación
- La comunicación es conocimiento
- Breve repaso histórico de la comunicación atrapada para el control
 
- Medios, Noroña y una idea ambiciosa
- No se tocan ni con el pétalo de una rosa
- La comunicación como negocio
- Cambiar la economía
 
- Utopía tras utopía
Introducción
El aspirante a candidato a la presidencia de México Gerardo Fernández Noroña, descalificó la opción de atender y evaluar las concesiones federales del espectro radioeléctrico y propuso la creación de un nuevo sistema económico, que, al definir y esbozar la ruta para llegar a ello, no se da cuenta que para buscar un nuevo sistema económico, es imperioso y obligado contar con las herramientas básica que empiezan con un elemento fundamental, la comunicación.
La forma más efectiva de hacer comunicación en una sociedad dispersada en un área tan extensa como lo es el territorio mexicano, es necesario contar con elementos eficaces que sirvan de vehículo para comunicar a toda esa población, vincularla y cohesionarla para llegar al objetivo. Uno de esos elementos esenciales para llevar a cabo esa labor, son las bondades que ofrece el espectro radioeléctrico que pertenece, por fortuna, a la sociedad, es un bien nacional.
En el espectro radioeléctrico transitan todas las formas de comunicación electrónica como telefonía, radio, televisión, banda ancha donde funciona el internet entre otras comunicaciones. Todo eso está concesionado, casualmente, a los beneficiarios del actual sistema económico que no quieren que cambie ni el viento; no solo buscan que todo siga igual sino que buscan ampliar más sus beneficios.
Paradógicamente, el aspirante a representar a esa sociedad que ha otorgado a un grupúsculo de personas sin escrúpulos éticos ni morales el control cuasitotal del amplio territorio electromagnético de México, dice que atender la situación de las concesiones no es solución para dejar de manipular la comunicación social que se (ha dado) da a través de los contenidos de radio, televisión e internet, pero busca cambiar el sistema económico actual, ¿cómo? Ahora sí que alguien me explique.
¿Por qué se considerado importante la comunicación?
Un poco de contexto
La raíz, la comunicación
Entre quienes estudiamos el fenómeno de la comunicación hay personas que están convencidas de que la comunicación es algo parecido como el oxígeno que nos da vida. La comunicación está en cualquier cosa y no sólo en el planeta, en el Universo total. Todo es comunicación. Las rocas, el relámpago, las estrellas, las olas, los corales, el cometa, el sonido, los colores, plantas, animales, humanos… todos comunicamos algo, lo comprendamos o no.
En este tiempo de magia comunicativa de la verde vida, los que vivimos en la costa de Jalisco somos testigos de una demostración de comunicación esplendorosa y muchos lo notamos, la apreciamos, incluso, la amamos. Me refiero a ese cambio de color de los cerros que adornan el paisaje costeño cuando llega la primera lluvia.
Recién atestiguamos un evento poético de silencioso esplendor de color desde la comunicación que expresa el efecto multiplicador del agua al contacto con seres vivos que esperan pacientemente la temporada de refresco en su propia existencia, de su propio sistema de generación y acoplamiento con el entorno para el equilibrio de vida del que forma parte.
Esta comunicación no la notamos como no notamos el oxígeno al respirar; no notamos ni siquiera el mismo respiro. Pero la comunicación está ahí, ilustrando, informando…lo entendamos o no.
La comunicación es conocimiento
Hoy conocemos mucho de lo que informa esa comunicación expresada de la naturaleza que a través de la repetición, hemos estudiado y aprendido lo que son esos flujos de información. Hoy ya no tenemos el Dios del Trueno porque se ha conocido el proceso físico que lo produce. Lo aprendimos, lo comprendimos y la deidad desapareció.
Ese conocimiento de las cosas es lo que hace entender la realidad; entonces, cobra relevancia muy significante el fenómeno de la comunicación como un proceso de información que forma sociedades que comprenden más su naturaleza y la transforma en calidad común, de todo el entorno, incluyendo los humanos.
Cosa contraria sucede cuando solo unos cuantos son los informados y transforman la realidad en beneficio solo de esos cuantos, ahí está el meollo.
Breve repaso histórico de la comunicación atrapada para el control
Cuando comprendes esa importancia, da cuenta que se puede atrapar esa concepción y moldearla, manipularla, por eso las diferentes escrituras, que no son otra cosa que codificación de la comunicación del conocimiento, donde se guarda o se abre según convenga.
Una vez diseñados los códices para comunicar el conocimiento, como sucedió en las épocas pasadas como la Edad Antigua o la Edad Media, se decidía quién debía saber los códigos, la escritura, con la intención de mantener beneficios a unos cuantos; no por nada en los 1000 años medievales la escritura era exclusiva de unas muy pocas personas que sabían los códigos mientras el resto solo escuchaba. Los medios estaban totalmente controlados en las abadías.
El control de los medios de comunicación fue muy eficiente durante los siglos y siglos de la época oscura, como muchos le denominan a ese periodo de tiempo, pero no hay mal que dure 1000 años (Sic).
Por eso, cuando llega la Edad Moderna, que muchos dicen que inició con la invasión de América, otros por el derrumbe del Imperio Otomano en Europa, pero es ese invento capaz de multiplicar la palabra escrita (1450), el que fracturó aquel sistema; el conocimiento se desbordó y se procrearon nuevas ideas en todo Europa, cosas que llegaron al mismo Cristóbal Colón o Martín Lutero que ocasionaron cataclismos socio-económicos.

El tiempo de la Edad Moderna siguió algo muy parecido al oscurantismo, aunque hubo brotes de ilustración, de renacentismo, aunque haya sido una iluminación, no fue generalizada, unos cuantos dieron las esperanzas; la religión aunque no desapareció su poder fue menguada al aparecer nuevas ideas de “Libertad” y su posterior fuerza empresarial-corporativa que encontraron en la concentración y control de la comunicación su mejor aliada.
De ahí que las escuelas de Inglaterra, de Francia y luego las de Estados Unidos que se volvieron una especie de nuevas abadías de donde emanaba el conocimiento, eso sí, controlado y clasificado. Nacen los periódicos que se fueron convirtiendo en cómplices y apéndices de ese control social.
A modo de ejemplificar el control de la comunicación en esas sociedades, podemos ilustrar cómo cada época para no desbaratar el sistema social, donde unos cuantos vivían bien sobre unos muchos que vivían mal, comparten el privilegio: Edad Antigua, Monarcas; Edad Media, Monarcas + Eclesiástico; Edad Moderna, Monarcas + Eclesialidad + Corporaciones.
En este último estamos y, al parecer, al borde del colapso, es decir, se agrieta y se derrumba la Edad Moderna dando paso a una nueva Edad en la historia de la humanidad, no hay nombre todavía; Sin embargo, el control de la comunicación sigue en los mismos.
Entonces aparece al pensamiento de construcción de un nuevo sistema social, algunos le llaman, sistema económico, yo más bien diría sistema político, donde se vea a la comunicación como el oxígeno que respiramos; que fluya la información y no la desiformación, que fluya el conocimiento y no el oscurantismo, que la comunicación sea parte del buen comer, del buen respirar, del buen vivir.
La comunicación es intrínseco al ser humano, somos un ente comunicativo lleno de datos e información como lo es cualquier cuerpo que imagine, por ello, la comunicación es el eje transversal de todas las actividades públicas, incluyendo la actividad mediática que actualmente impera bajo las premisas del negocio… de unos cuantos. Y volvemos a repetir el relato de la escritura desde que nació el Estado… siempre hemos regresado al mismo esquema de control.
Medios, Noroña y una idea ambiciosa
Las concesiones no se tocan ni con el pétalo de una rosa
Desde ese contexto, Diario de Vallarta platicó brevemente sobre el tema con Gerardo Fernández Noroña, actual diputado con licencia y aspirante a candidato presidencial por la coalición de los partidos de Morena, Partido del Trabajo y el Verde ecologista.
El aspirante a ser mandatario del país, le preguntamos sobre la posición del actual presidente Andrés Manuel López Obrador en el tema de la comunicación de una sociedad a través de las concesiones públicas para el uso del espectro radioeléctrico, un bien invaluable de la nación utilizado, en la letra, para informar e ilustrar a la sociedad mexicana.
El presidente mencionó recientemente que, a los concesionarios de radio y televisión, en particular, pero igual a los concesionarios de telefonía y de banda ancha para el servicio de internet, no se les toca ni con el pétalo de una rosa y si se les está venciendo su concesión que no se preocupen, prórroga automática ¡por que lo digo yo! No importa si alguien piense diferente.
Al cuestionamiento, Fernández Noroña respondió lo obvio, lo que se ve y se vive, no a lo que significa en esencia el manejo de la comunicación en una sociedad. Mencionó que Hugo Chávez hizo una serie de medidas en relación a eso y los medios lo clasificaron como dictador y “el presidente (López Obrador) no los ha tocado y de dictador no lo bajan, todavía no tomaba protesta como presidente y ya decían Obrador dictador.
Imagínate el error que significaría que tú empezaras a combatir con represión a los medios de comunicación” figuró Noroña al explicar, desde su punto de vista, el porqué el presidente mandó ese mensaje, pero usó la palabra represión, ¿represión? ¿No es el Estado quién debe de evaluar si el bien nacional concesionado tiene su uso correcto? no comprendí el término de represión.
La comunicación como negocio
Fernández Noroña definió a los medios de comunicación que tienen concesiones públicas como “negocios que responden a intereses económicos muy poderosos y lo que hay que hacer es dejar en claro con la gente que esa es su intención”.
Sí, es cierto, son negocios muy poderosos que, paradójicamente, el mismo gobierno crea: Les otorga una concesión de un bien de la sociedad para el servicio a ésta misma y, en la práctica, este bien público es usado para chantajear al mismo concesionador: exigirle dinero público que le mantenga la operación de su negocio y que sobre lo suficiente para yates, aviones, lujos y quién sabe qué cosas más bajo las sombras y, sino lo hiciere, con esa concesión te inundo de mentiras, calumnias, chantajes, montajes, desinformación y todo lo que pueda afectar tu imagen pública. Esa es la realidad.
Entonces Noroña, interpreto, considera que hay que dejarle a esos negocios la represión, porque esa sí es represión, que éstos sí hacen hacia la sociedad, violentando el derecho a la información que tiene el ciudadano y, para no confrontarlos, no se vayan a enojar y le digan dictador al presidente, “no se tocan ni con el pétalo de una rosa” (Sic).
Noroña se pone en los zapatos de López Obrador y dice que el presidente ha dicho que “aquí tengo La Mañanera porque los medios están en contra, porque hacen campañas permanentes de desinformación, de intriga, de denuesto, por qué ese es su camino”. ¿Ese es su camino? Uff.
Una alternativa, dice Noroña, “podrías hacer una televisión y radio pública, pero de repente son super aguados los compañeros. De repente aún en los espacios públicos están llenos de gente de derecha porque quieren verse plurales, abiertos, quieren verse no institucionales. No hay ninguna garantía que, en esos espacios, que yo creo que hay que crear, yo apostaría más a las radios comunitarias”.
El diputado con licencia, igual que López Obrador, también le apuesta a las redes para continuar la politización del país y dice que hay comunicadores en internet que han asumida esa tarea dentro del movimiento de transformación y que la vía de las concesiones, para decirlo claro, me dijo, “tu solución no es la solución” (sic).
Fernández Noroña se refirió como si este quien escribe pretendiera la dirección del país desde la cuestión periodística a la decisión presidencial. Sin embargo, desde esa posición, transitó a otra que va más allá del cuestionamiento hecho: cambiar la economía.
Cambiar la economía, cambiar el sistema, cambiar de época: Edad Moderna llegó a su fin. Claro, llegó a su fin.
Cambiar la economía
En lo que me hubiera gustado más un debate y no una entrevista, el aspirante a presidente de México, esbozó, desde una sugerencia que parecía hacia mi persona pero más bien era él quien se asumía en la idea de cambiar el sistema económico, “eso es lo que tendrías que hacer, eso va a la raíz del medio ambiente, de la explotación, de la concentración de riqueza, de todo, pero cualquier otra medida que no vaya a la raíz, yo por eso insisto, que soy muy ambicioso y que creo que tenemos que construir otro sistema económico.
Otro camino para la humanidad desde México donde lo más importantes es el ser humano en armonía con la vida y con el planeta, ¿cómo llegas a eso? Pues con una discusión, con una acumulación de fuerzas, con una concentración, con un empuje de la gente que en este momento no está, ahí está, pero ahí está madurando pero que no está maduro, tan no está maduro que yo no tengo la certidumbre que yo pueda ganar.
Si la gente madurara lo suficiente para un proceso de profundización, yo seré candidato, yo seré coordinador nacional, pero si no es así, pues va a seguir en un proceso cada vez más diluido inclusive. Yo sostengo que mis compañeros han doblado las manos ya, yo lo respeto creo que garantizan la continuidad, pero garantizar la continuidad no es suficiente porque se va a ir deteniendo hasta que empiecen a echarla atrás”. concluyó.
Utopía tras utopía
La gente tendría que dar el paso, que tiene que tener conciencia de su poder, es el deseo de Fernández Noroña, y se contesta, “se dice fácil pero pasa por organizaciones democráticas, de sindicatos, no hay. El 90% de los trabajadores no tienen sindicato, organizaciones campesinas, de mujeres, de jóvenes, de profesionistas, de empresarios, artistas, de todo”.
Y remata descalificando la pregunta, “todo eso va más allá de tus preocupaciones legítimas, pero que no van a la raíz”.
Lo que no le alcanzó al diputado con licencia, fue que su planteamiento sobre el cambio de economía, que yo diría un cambio político, tiene que ver precisamente desde la base de la comunicación. Eso es desde la raíz. Una nueva Edad humana que, como dijo, suprima la concentración de la riqueza o erradique el pensamiento antropocentrista, éstas van de la mano de una formación y ésta viene desde la información, del conocimiento, de la comunicación, ¡claro!
¿Y cómo se llegará a eso? Se pregunta y se contesta: pues con discusión. ¡Pues entonces de qué hablamos! De lo mismo. Comunicación en la sociedad, sí, pero efectiva, real, activa desde la res pública y no desde privados que crean tendencias y actitudes en la sociedad para lograr sus fines, muchas veces no solo de consumo, sino perversos.
El espectro radioeléctrico es un bien nacional, como las aguas o la misma tierra, acaparado por empresas alineadas a un patrón, a un formato establecido ¿Por qué razón? Las obviedades no se contestan.
La historia nos dirá, si la utopía continua por otros miles de años ahora que los medios han logrado llegar al nivel de la robótica, la virtualidad y el manejo del espacio cibernético o pensaremos en una nueva humanidad después del caos de vivir con todo los lujos unos encima de los muchos que en varios, no hay ni para comer.
 
			

























































 
		     
					















