Una confluencia de movimientos por la verdad y la libertad le dieron vida a una gran manifestación de denuncia de la narrativa Covid. La viuda de Rudy Cibrián, gerente de un complejo hotelero que perdió la vida tras la inyección, dio su testimonio.
Una confluencia de movimientos por la verdad y la libertad le dieron vida a una gran manifestación de denuncia de la narrativa Covid en el centro de Puerto Vallarta.
El domingo 13, desde las 17 horas, ciudadanos que se identifican con Mexicanos por la Verdad Vallarta, Unidos por la Libertad Jalisco y los Freedom Lovers de la bahía, se reunieron en Parque Hidalgo para marchar juntos hacia los Arcos del malecón.
Es el tercer encuentro de estas agrupaciones ciudadanas que realizan una campaña de esclarecimiento sobre el diseño político detrás de la pandemia, el peligro de las inoculaciones experimentales, y la insensata campaña de vacunación infantil contra el Covid-19.
A diferencia de los primeros actos, esta vez la convocatoria reunió a más de 100 personas en los Arcos del Malecón: una nutrida concurrencia teniendo en cuenta que los grupos expresan diferencias profundas con el discurso único de los medios, que también impera entre autoridades políticas, sanitarias y educativas. Algunas de las consignas que se difundieron:
- Alto a la vacunación infantil
- No a la campaña del miedo
- No al pasaporte sanitario
- Los niños sólo contagian alegría y salud
- No más censura a médicos y científicos disidentes
- Existen tratamientos efectivos, por lo cual la vacunación no es necesaria
Debate público en los Arcos del Malecón
El Encuentro por la Humanidad funciona como el ágora griego: distintos ciudadanos pasan a ofrecer su testimonio, a dejar un mensaje o improvisar un discurso. Hablaron doctores, escritores, artistas y más. Con el seguimiento de asistentes desde las gradas y desde el escenario bajo los Arcos del malecón, distintos oradores expresaron sus puntos de vista sobre la actual crisis “sanitaria”, la coacción sobre los ciudadanos para que reciban las inyecciones, el uso de tapabocas y la ingeniería social detrás del gigantesco operativo planetario.
Se destacó, entre todos los aportes, el recuerdo de Rudy Cibrián, gerente de un complejo hotelero de Riviera Nayarit que perdió la vida tras la inyección. Su viuda, Cheryl Mc Intyre, dio su testimonio.
El caso de Rudy Cibrián
Rudy Cibrián fue gerente general de hoteles Blue Bay. Conocido, entre otras cosas, por su actividad como golfista y por su trayectoria como hotelero, gozaba de excelentes condiciones de salud. Se había realizado un examen médico pocos meses antes de morir, que lo mostraba en excelente estado.
Su viuda relató que Rudy no se quería inyectar, pero tuvo que hacerlo para no perder su trabajo en Punta Esmeralda, su último destino laboral. Recibió la inyección de Astra Zéneca, que pocos meses después le destrozó el corazón.
Cheryl Mc Intyre apenas si pudo hablar. Rebasada por las lágrimas, recordó a su marido, con quien trabajó durante más de 10 años. Fue un triste recordatorio de que el drama que se vive en todo el mundo con las inyecciones Covid, también tiñe estas costas.
La pregunta que quedó flotando en el ambiente: ¿Cuántas historias como la de Rudy quedan sumergidas en el anonimato?