Hoy día 19 de septiembre de 2025 se ha celebrado el juicio de la enfermera acusada de simular vacunar (pero no vacunar) a más de 400 niños en Bizkaia (País Vasco) con las vacunas infantiles. El abogado de las familias «afectadas» (es decir, el abogado de las familias de los niños salvados) pedía 17 años de prisión para la enfermera.
La Fiscalía ha retirado su petición de pena de cárcel para la sanitaria y solicita 7 años de tratamiento psiquiátrico externo e inhabilitación profesional, al considerar que la acusada sufre un “trastorno de ideas delirantes”…
El desarrollo del juicio contra la enfermera experimentó un giro total tras escucharse las conclusiones aportadas ante los magistrados por los especialistas en psiquiatría que le han examinado. Estos concluyen que la encausada padece un “trastorno” que le genera “ideas delirantes”.
El juicio ha quedado “visto para sentencia”, es decir, ya se han presentado las pruebas y los argumentos y ahora el tribunal debe dictar sentencia.
Pasan de acusarla de un «delito continuado de lesiones» a «loca».
Mientras personas normales y corrientes sin «títulos médicos» ni de «magistrados» somos perfectamente conocedoras del daño que causan las vacunas, que estas no previenen las enfermedades, y que todo lo que sostiene la doctrina médica de las vacunas es una FARSA ANTICIENTÍFICA, jueces, magistrados, médicos y psiquiatras, siguen en las nubes creyendo en falaces dogmas jamás demostrados médica y científicamente, ignorando los graves daños que las vacunas están causando en la salud de toda la humanidad, y manteniendo una farsa científica que ya es hora de hacer caer y llevar a su fin.
Esta sanitaria no está loca. Está más cuerda y es más consciente, que todos ellos juntos. Incluidas las engañadas familias que absurdamente y sin prueba científica alguna, siguen creyendo en un Sistema SATANitario, dedicado a envenenar a las personas desde su más tierna infancia, en aras de (entre otros planes mucho más oscuros y perversos aún) mantenerlas en un continuo estado de enfermedad sirvientes a las garras de la industria más poderosas del mundo: LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA. Industria la cual algunos estamos dando nuestra vida entera luchando contra ella (en mi caso precisamente, por casi matar a mi hijo con las mismas vacunas que esta enfermera no quiso inocular).