Los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática han cometido el agravio más descarado y cínico de todos los agravios que han perpetrado al pueblo de México a lo largo de su presencia como organismos políticos de interés público.
Han jugado con la ciudadanía sin pudor alguno en el proceso recién terminado de la elección de su candidata a la presidencia de la República para el periodo 2024-2030. Engaños. Mentiras. Manipulación. Farsa.
Ya hemos padecido muchos agravios por la falta de acción ciudadana, de hacer lo correcto, como pasó con el fraude electoral del 2006 que en consecuencia se bañó de sangre el país, se regaló a las mineras una gran porción de territorio nacional para saquear metales, se perdieron empresas públicas, entre otros actos que dañaron al patrimonio tangible e intangible del país.
Este acometido de los partidos mencionados ya han hecho similares actos de simulación, fraude y engaño. Y aquel del 2006 no es el único.
Recuerde Ud. la manufactura realizada para que Enrique Peña Nieto llegara a la presidencia de la mano de una telenovela en tiempo real patrocinada por Televisa y Tv Azteca que protagonizó la famosa Gaviota y su príncipe. Igual como con Calderón, el pueblo no le bastó y se dejó que nos mintieran descaradamente y las consecuencias en el gobierno de Peña Nieto fueron funestas que acabaron los maestros en las calles y Pemex y la CFE casi quebradas, sin contar con la afectación terrible al patrimonio de la nación de sus bienes intangibles como fue el proceso llamado Pacto por México y la modificación de las leyes para erigir organismos de poder pararelo al gobierno manejado por la oligarquía como es el caso del Ifetel, el Inai, la Cre, entre otros tantos.
Contexto temporal
Estos partidos han sido a lo largo de la historia pos-revolución, un lastre y una calamidad para el desarrollo integral del pueblo de México. Lejos de abonar progreso, justicia y bienestar, no solo han sumido a la pobreza a una enorme cantidad de personas que igualmente han estigmatizado, discriminado, ninguneado y destrozado su cultura introduciendo una distinta, sino también han propiciado despojos, robos y ultrajes mediante la farsa discursiva y la maquinación mediática que omite y manipula la información para no enterar al pueblo de sus acometidos, distraerlo con basura televisiva y maquillar la realidad con montajes y mentiras.
La época posrevolucionaria en México se toma a partir de 1940 cuando emergen los gobiernos adheridos a Estados Unidos hasta el 2018 cuando surge la Revolución de las Consciencias donde la gente votó masivamente por un candidato buscando una nueva alternativa de sistema socio-político.
78 años de México como neo-colonia. 13 periodos de gobierno que funcionaron muy bien para facilitar la entrega de los bienes de la nación a particulares nacionales e internacionales, tangibles como la entrega de las minas, los bancos, empresas estratégicas de alimentos, medios de comunicación, industrias esenciales como el acero, distribución estratégica del producto del consumo básico, las tierras ejidales, líneas aéreas, vías férreas, carreteras, el campo radioeléctrico, telefonía…
O intangibles, como reformas a la constitución en beneficio para el saqueo, leyes a modo, gobiernos paralelos como el IFETEL o la CRE, Tratados que empobrecieron al campo mexicano, la entrega en perversas manos del diseño de comunicación social del país, cambios en la cultura como la terminación del cine nacional, la programación y producción televisiva de copia o importación de contenidos estadounidenses, la estigmatización de la cultura campirana, cambios en la misma vestimenta o la introducción de la música de la industria estadounidense, solo por mencionar algunos.
Todo ello fue manejado por una especie virreinato gerencial corporativo donde los dueños de las empresas, que no son otra cosa que empleados privilegiados de gobiernos corporativos extranjeros, junto con los gobiernos-títeres en turno que se volvieron una élite política privilegiada, fueron los facilitadores para el empobrecimiento y el saqueo del pueblo mexicano.
Los empresarios gerentes, que son de naturaleza indolente y terriblemente sanguinarios que comulgan con la distorsionada idea del darwinismo salvaje, no son objetos de este manifiesto porque nadie ha votado por ellos. Esto no los deslinda de los agravios, incluso se puede pensar en su autoría intelectual que ha manejado a estos organismos políticos que nos ocupan, y éstos son el tema porque son entes públicos donde todos los ciudadanos de este país tenemos el poder de extinguirlos.
En esta etapa del PRIAN, aliados siempre para los agravios, siguen pensando que todavía vivimos en el periodo de 78 años de la segunda colonia e implementan acciones legislativas, políticas, legales y mediáticas que van en sentido contrario del interés público. Es decir, sus acciones como partidos políticos se han centrado en beneficiar a grupos particulares que buscan re-continuar el periodo neocolonial como lo hemos visto en los temas eléctrico, defendiendo abiertamente a empresas extranjeras corruptas o, en el caso del litio, el mineral estratégico que se buscaba fuera propiedad de la nación y estos partidos luchando a contra corriente para que el litio no se inscribiera en la Constitución y declarando que se abriera a la propiedad privada.
Pero, lo que sucede en estos días con estos partidos políticos (no me referiré más al PRD porque son parias que no tiene decisión alguna) al momento de elegir a quien les va a representar en la contienda electoral del 2024 es por decir, lo menos, de una elemental falta de respeto a los mexicanos.
Los partidos
¿Cómo es que el PRIAN sigue manejando el engaño y la mentira como su principal propósito político hacia los mexicanos y siga tan campante con sus privilegios que le otorgan los mismos a quienes agravia? ¿Cómo está eso?
Dice la Constitución en su artículo 41 que “los partidos políticos son entidades de interés público. La Ley determinará las normas. Tienen como fin promover la participación del pueblo a la vida democrática. De igual manera, la Ley establecerá el procedimiento para la liquidación de las obligaciones de los partidos que pierdan su registro y los supuestos en los que sus bienes y remates serán adjudicados a la Federación”.
La Ley General de Partidos Políticos detalla las disposiciones generales, las competencias, su organización, su financiamiento, sus derechos y sus obligaciones.
No es raro encontrarse pocos mecanismos legales que ameriten cancelar o extinguir un partido político si no cumple con sus obligaciones, por las obvias razones de quienes hacen las leyes. Sin embargo existen un par de párrafos en el artículo 25 de la Ley que establece que todo partido político debe de
“i) rechazar toda clase de apoyo económico, político o propagandístico proveniente de extranjeros…
m) actuar y conducirse sin ligas de dependencia o subordinación con partidos políticos, personas físicas o morales extranjeras, organismos o entidades internacionales y de ministros de culto de cualquier religión”.
Estos preceptos son fundamentos suficientes para provocar una extinción total de estos partidos por que se ha comprobado que son financiados por “personas físicas y morales extranjeras” y que debiera “rechazar toda clase de apoyo económico, político o propagandístico proveniente de extranjeros”.
Frente Amplio, formación financiada por Estados Unidos
Y es que se sabe a carta cabal que agencias de Estados Unidos como la USAID o la misma embajada de ese país ha financiado a Claudio X. González y sus organizaciones como Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad como lo demuestra documentos que comprueban dicha entrega y que fueron publicados por la revista Contralínea el pasado mes de mayo del 2021.
“El gobierno de Estados Unidos, por conducto de su Embajada en México, aparece en los registros de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) como su “principal donataria” en los últimos 2 años, al financiarla con 25 millones 700 mil pesos. El monto representa el 19.1 por ciento de los ingresos totales –134 millones de pesos– de esa asociación civil entre 2019 y 2020, cuando su presidente era Claudio X. González Laporte.” imprime la investigación periodística en mayo del 2021.
Esto fue denunciado por la propia revista en una conferencia mañanera e investigada posteriormente por el gobierno federal resultando cierta y verdadera la investigación periodística.
Una vez comprobado el hecho, el gobierno de México envió una nota diplomática al gobierno de Estados Unidos el pasado 20 de mayo del 2021, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador exigió a su vecino que dejará de financiar a asociaciones no gubernamentales que se dedicaban a golpear su gobierno y que “el financiamiento implica intervencionismo, injerencia y promueve el golpismo, toda vez que se trata de un apoyo a un grupo político opositor, algo que prohíbe la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
El gobierno de Estados Unidos no contestó oficialmente pero le hizo saber al gobierno mexicano que EU seguirá financiando. «El portavoz de la USAID reiteró, en declaraciones a la agencia británica Reuters, su compromiso de seguir colaborando con sus socios mexicanos, incluida la sociedad civil y la Agencia Mexicana de Cooperación Nacional para el Desarrollo (AMEXCID)» escribe el semanario Zeta el pasado 5 de mayo..
La contestación del presidente Lopez Obrador se limitó a contestar que “ahora vamos a hacer una protesta diplomática porque ayer salió la información de que el gobierno de Estados Unidos le va a dar más dinero a estas organizaciones no gubernamentales, una que maneja Luis Rubio [Freidberg], México Evalúa, del grupo de Reforma”.
“¿Cómo le va a estar dando dinero el Gobierno de Estados Unidos a una organización que abiertamente está en contra de un gobierno legal y legítimo, de un gobierno democrático? ¿Cómo van a estar financiando a opositores desde el extranjero? Eso es violatorio de nuestra soberanía” insistió el primer mandatario.
Lo anterior resulta altamente sospechoso en el caso para la elegir a la coordinadora del llamado Frente Amplio por México compuesto por los partidos descritos a extinguir y la participación preponderante del empresario Claudio X. González en los procedimientos y decisiones dentro de ese mismo proceso que encabezan oficialmente los partidos políticos, pero que en el fondo, las decisiones la toman desde lo que representa el empresario González Laporte.
A lo anterior hay que sumarle la denuncia pública realizada el 3 de julio por el presidente López Obrador sobre la decisión ya tomada con respecto a la elección de su candidata hecha por la oligarquía. En ese momento, AMLO dijo que todo el proceso que iba hacer la oposición era una completa farsa, porque la decisión ya se había tomado 15 o 30 días anteriores a su denuncia y que, el mismo Claudio X. González hizo la consulta con empresarios encumbrados e intelectuales orgánicos a la causa oligárquica.
En esta denuncia hecha por el presidente no menciona nada sobre el financiamiento de ese proceso por gobiernos extranjeros, pero la sola presencia del exdirector del MCCI que recibió dinero de la embajada de Estados Unidos para hacer política contraria al gobierno democrático, es por sí mismo un impedimento para participar en conjunto con los partidos opositores al actual gobierno, pero no, fue él quien tomó las decisiones que, como empleados, los partidos acataron.
Cabe mencionar que la familia González Laporte maneja la firma Kimberly Clark México, filial de la empresa norteamericana del mismo nombre con sede en Dallas Tx., EU. Empresarios que actúan como gerentes de un corporativo gigantesco que tiene una familia gerencial en México para salvoguardar sus intereses; así como laCoca Cola la tiene con José Antonio Fernandez Carbajal y lo mismo con otros corporativos ubicados en México. Cheque Ud.
Extinción para rectificar la historia
Obviamente para lo anterior descrito nunca va a poder llevarse a la realidad. El poder establecido por estos magnates durante mucho tiempo, ha tejido una red muy compleja en la estructura legal, jurídica y política de México. Están en todos lados. Y por razones obvias una denuncia como tal, jamás podría proceder en el INE o el TJE, que están cooptados por personeros a su servicio.
La opción más viable es volcarse a la consciencia de la población en general en lo que provocaría dejar fuera de la historia a estos partidos políticos y pararlos en la elecciones federales del próximo año al negarles el voto para que no alcancen el umbral necesario en su sobrevivencia. Extinguirlos.
Y es que hasta el umbral del porcentaje mínimo de votos que un partido político debe de sumar en las elecciones es muy bajo. Un partido para su extinción debe de tener al menos el 3% de la votación general. Eso significa que si en la elección federal del 2024, pensando que votaran 60 millones de electores, eso significarían recabar más de 1.8 millones de votos por cada partido para no perder el registro.
Pero si los mexicanos deciden ponerla más complicada y sale a votar un porcentaje histórico el umbral será mayor; pensemos en un 80% del padrón electoral, algo así como 72 millones de sufragios, los partidos a extinguir tendrían que sumar al menos 2.13 millones de votos para sobrevivir a la extinción.
La extinción de la mentira, el montaje, la simulación, el robo, de los delincuentes políticos, del enriquecimiento ilícito o expulsar el intervencionismo, depende de una acción coordinada por la consciencia de los mexicanos a través de tomar la decisión correcta y definitiva a la hora de sumarse a la luz de los agravios en una decisión colectiva impulsada por una revolución social que se debió de haber hecho hace mucho tiempo.
Quizá el momento más propicio para eliminar los agravios por el PRIAN, fue aquel momento histórico de la elección de 1988 donde Salinas se apoderó de las decisiones colectivas que hoy tenemos la oportunidad de poner fin y extinguir esos partidos que hicieron tanto mal a México.