Pese a las palabras del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, de que “no se trata de que las personas salgan de Guadalajara para irse a vacacionar a la playa”, la realidad es que durante este puente el destino recibió muchos huéspedes.
Fracasa el botón de emergencia en Puerto Vallarta. Pese a las palabras del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, de que “no se trataría de que las personas salgan de Guadalajara para irse a vacacionar a la playa”, la realidad es que durante este puente el destino recibió muchos huéspedes.
Primeramente, durante el horario permitido, las playas gozaron de nutrida presencia de bañistas, rentando y colocando sus sillas y sombrillas. Personas nadando, paseos en yate, lancha y banana. Paracaídas, restaurantes con buen aforo, clubes de playa con clientes.
Las actividades propias de un destino turístico no dejaron de prosperar, en especial de 5 de la mañana a las 3 de la tarde, cuando los rentistas de sombrillas y camastros pedían a los presentes de regreso esta utilería. Pero ningún policía se presentó a retirar personas.
Los turistas se iban yendo bajo la advertencia del horario permitido, aunque muchos se quedaban, y aún después de las 3:00, no pocas personas permanecieron en el mar.
Fracasa el botón de emergencia: panorama general
En los hoteles, nada cambió, ya que fue fácil encontrar a los grupos y familias bañándose en las albercas toda la tarde y disfrutando del sol. El Malecón permaneció sin cambios. Fue muy abundante el número de visitantes que lo recorrieron.
Llegada la noche, en efecto, a las 8:30 los bares y restaurantes se vieron obligados a cerrar, lo que no detuvo sino hasta horas después el tráfico de personas por el paseo del malecón y el centro.
Proliferaron las fiestas en residencias privadas por Halloween, y hasta se organizaron en Nuevo Vallarta para no infligir la restricción. Los hoteles no dejaron de dar sus shows, algunos hasta permanecieron ofreciendo aerobics en las albercas.
Entre tanto, el transporte público de Unibus PV continuó sin poder cubrir la alta demanda que todos los días tiene y a falta de autobuses para circular, por el costo del gas natural, los usuarios se acumularon en las paradas.
Taxistas y plataformas sí funcionaron
Los taxistas no notaron gran diferencia a los otros días, pues aunque se les prohibió a Uber e In Driver trabajar después de las 21:59 horas, cuando tampoco pasarían camiones, las personas se organizaron para contactar por fuera de la aplicación a los choferes y así pedir viajes todavía más económicos.
Dueños y gerentes de bares y negocios que cerraron en la noche coincidieron en que el botón de emergencia únicamente perjudicó la economía de la ciudad, al apagar la vida nocturna y sacar así de sus puestos de trabajo a muchos vallartenses en pleno puente vacacional por el Día de Muertos.
Al contrario, no notaron una diferencia en la aglomeración de personas, pues el movimiento de turistas y gente local continúo a pesar de las restricciones impuestas por el Gobierno de Jalisco, más aún cuando no fue una acción coordinada con el estado vecino de Nayarit, donde playas y bares siguieron abiertos todo el día y durante la noche.
Al final, turistas tanto de otras ciudades del país y extranjeros, peto también de la Zona Metropolitana de Guadalajara, fueron los protagonistas de un puente con fructífera ocupación hotelera, a pesar de la desventajosa situación económica y las restricciones lanzadas por el gobierno estatal.
Fuente: Vallarta Opina. Artículo original