Miles de ultraortodoxos paralizaron Jerusalén en una masiva protesta contra el servicio militar obligatorio, cerrando calles y ferrocarriles, mientras expresaban su rechazo a la nueva ley que afecta a estudiantes de yeshiva.
Miles de judíos ultraortodoxos tomaron las calles de Jerusalén para participar en la llamada «protesta de un millón de personas», en rechazo al servicio militar obligatorio y a las recientes detenciones de estudiantes de yeshiva.
El evento provocó una parálisis total en la ciudad: los ferrocarriles dejaron de operar, las autopistas principales fueron cerradas y la policía advirtió sobre el caos vial generalizado. Los manifestantes se reunieron en oración, entonando salmos y clamando por la protección de Dios mientras expresaban su rechazo a la ley que obligaría a los jóvenes ultraortodoxos a incorporarse al ejército.
La protesta ocurre pocos días antes de que Israel discuta un nuevo proyecto de ley sobre exenciones militares, tras una serie de detenciones controvertidas que generaron tensiones en la sociedad. El ambiente refleja la profunda división entre la comunidad religiosa ultraortodoxa y las autoridades israelíes en torno a la obligatoriedad del servicio militar.
Fuente: Geopolitics Prime

















































































