Reflexión, entre otras cosas, sobre: “la perseverancia mexicana de consumir en medio de crisis sociales, canastas básicas carísimas y una reactivación económica que solo parece entusiasmar a uno que otro empresario coleccionista de permisos ¨dudosos¨ y la pregunta ¿qué es la navidad?.
Por Astrid Rose Perry
Los últimos años ya nos hemos ido preguntando cuál es el origen de la Navidad. Hemos hablado o escuchado sobre el consumismo, entre otras cosas, pero, esta vez podríamos aprovechar el espacio y este tiempo de lectura para preguntarnos ¿Desde cuándo se nos hizo común la Navidad? ¿Desde cuando dejamos de pensarla y solo la hacemos? ¿Qué representa para nosotros?
Insisto en preguntarme si soy solo yo o las personas tomaban la decoración del árbol y las luces externas como casi un ritual familiar. Noto este año pocos adornos, noto luces colgadas, casi pérdidas, sin mucho entusiasmo, que si bien se pusieron al quitar las decoraciones de Halloween, no se ve mayor esfuerzo que esferas recicladas en los ahora más modernos arbolitos miniatura que ahorran tiempo, dinero y esfuerzo.
La PERSEVERANCIA es uno de los valores navideños
Así en mi cotidianidad reflexionaba cómo evolucionan y se transvaloran las tradiciones. Los rituales que ellas contienen no tienen más que morir, mantenerse o superarse y así llegué a la conclusión que la PERSEVERANCIA es uno de los valores navideños que podríamos reconocer como de los más valiosos este año.
¡Sí! Tener a la familia reunida una vez al año, es perseverancia. La perseverancia de mantener la ilusión de un gordito que viaja a la velocidad de la luz para complacer niños que no importa si se portaron bien o mal, solo si alcanzó o no el aguinaldo para cubrir el ¿envío?. La perseverancia mexicana de consumir en medio de crisis sociales, canastas básicas carísimas y una reactivación económica que solo parece entusiasmar a los periódicos locales y a uno que otro empresario coleccionista de permisos dudosos.
Esa perseverancia que nos hace hacer posadas sin nacimientos, velas o cantos. De que no sean necesario hacer ponche o tamales, si siempre puede haber pizza o alitas. El transvalorar las piñatas de estrellas de cinco picos a muñecos de nieve y árboles de Navidad. Donde los más perseverantes han sido las compañías de bebidas alcohólicas y refrescos.
Pero, en el ámbito de lo local, el premio a la perseverancia navideña se lo lleva nuestro ya allegado al corazón: Woolworth. Tienda número uno en regalos de Navidad, intercambios, ropa etc. Porque siempre durante estas fechas es el lugar más lleno, no importa cuántas veces vayamos a dar la vuelta a Galerías o entremos a ver como adornaron La Isla esas compras de último minuto ya saben dónde las van a hacer… Los centros comerciales, se llevan el segundo lugar y un premio honorífico a la perseverancia por dejar a las tiendas locales sin ingreso.
Si Navidad ya no son adornos, ya no son tradiciones, ya no son rituales. ¿Qué es hoy la Navidad para ti?
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