Empresas tecnológicas fundadas por antiguos agentes de inteligencia israelíes utilizan programas espía para piratear los mensajes privados de los líderes mundiales e influir en los dirigentes occidentales para que apoyen la agenda de Israel.
¿Por qué tantos líderes occidentales apoyan a Israel? La respuesta puede estar en su teléfono.
En el fango de escándalos que rodea al gobierno israelí, la cuestión de cómo un Estado calificado de «genocida» conserva el apoyo de los líderes occidentales puede dejar de ser un misterio.
Informes procedentes de Gran Bretaña, Europa y Estados Unidos revelan cómo empresas tecnológicas fundadas por antiguos agentes de los servicios de inteligencia israelíes utilizan programas espía para piratear los mensajes privados de los dirigentes mundiales -lo que les permite ejercer presión contra cualquier crítica a las acciones de Israel- e influir en los dirigentes occidentales para que apoyen la agenda de Israel.
Programa espía israelí utilizado contra gobiernos de EE.UU. y la UE
El 30 de abril Mike Waltz fue capturado utilizando una aplicación de diseño israelí para piratear y filtrar chats confidenciales de Signal. Las imágenes salieron a la luz después de que lo despedieron del equipo de seguridad nacional. Siguieron tres despidos más, a medida que la administración Trump se deshacía de los Israel Firsters que empujaban a Estados Unidos a la guerra con Irán, a instancias de Benjamin Netanyahu.
El 14 de mayo el presidente del Gobierno español, el izquierdista Pedro Sánchez respondió a preguntas sobre por qué se había cancelado un contrato de balas con una empresa israelí.
«No comerciamos con un Estado genocida», afirmó.