El viernes 19 de Noviembre, se llevó a cabo en el patio central del Ayuntamiento de Puerto Vallarta, la presentación del libro «El círculo y la espira» de Juan Manuel Gómez Encarnación. Ante un aforo de poco más de 200 personas de los diferentes sectores: social, cultural, académico, se habló acerca de esta novela de un personaje invaluable para la historia y la cultura de Puerto Vallarta.
Por Karina Macias Aguirre
Tuve la fortuna de ser invitada a este evento, para compartir con el público mi opinión sobre esta obra. El acto se realizó bajo la coordinación de Extensión del Centro Universitario de la costa encabezado por la Dra. Paola Cortés, y el Instituto Valllartesnse de Cultura a cargo del Ing. … En la presentación del libro tuvimos la oportunidad de escuchar la opinión de: la empresaria y Lic. en Historia Martha Dau, el periodista Paco Quezada, el académico Edmundo Andrade académico del CUCosta y su servidora.
Tengo la fortuna de contar con la amistad de Juan Manuel Gómez desde hace casi 15 años, cuando conocí su trabajo por primera vez siendo directora de Radio Universidad. Entonces el equipo de la radio nos dimos a la tarea de hacer la adaptación radiofónica, a uno de los cuentos de Juan Manuel que hizo con su padre y hermano “Shantil y el Gentil”, en diciembre de 2008 para la Feria Internacional del Libro.
Después encabecé la dirección editorial de la Revista Oficial del destino en su versión digital, que hicimos para el Fideicomiso de turismo en los años 2015 y 2016. Siéndo Juan Manuel, el encargado de nutrir la sección de historia, narrando los acontecimientos del pasado, en su calidad de cronista de la ciudad. En este proyecto también participó Nacho Cadena qpd, Adriana García, Claudio Guevara, Marcelo Alcaraz, Jorge villanueva, Max Greig, entre muchos otros más.
Desde entonces, Juan Manuel mi amigo, como yo lo nombro, siempre tuvo mi admiración, respeto y cariño.
La tarea narrar con honorabilidad el acontecer cotidiano es una responsabilidad que tiene un gran mérito. Mas allá de la amistad y de los proyectos en los que participamos juntos, me di a la tarea de escribir estas líneas, para compartir con el auditorio para compartirles de la manera más objetiva y concisa posible, la impresión que me he llevado la lectura de su libro: El círculo y la espira.
El círculo y la espira, una novela que pone en alto nuestra mexicanidad
En lo personal, hay 3 cosas que me fascinan en la vida: la música, la literatura y mi gusto por la cultura prehispánica. El círculo y la espira, es una obra que reúne todo esto, en una narrativa espectacular. La manera en la que entrelaza la vida de los personajes es verdaderamente un deleite. Por un lado, es una novela histórica que narra de una manera sumamente fina, la experiencia de los conquistadores de la Gran Tenochtitlan, a través de los ojos de Gonzalo, un joven español que se embarca hacia las Américas huyendo venturosamente. Estos pasajes llenos de picardía, son escritos con un castellano antiguo tan elegante, que le dan un lugar especial a nuestra lengua y por supuesto a nuestras creencias religiosas.
Frases como las que podemos apreciar en los diálogos entre personajes como el alquimista y Gonzalo, nos hacen estremecernos “Haced rostro a los hechos con entereza y humillaos ante la voluntad de Dios. Sólo él sabe por qué dispone, así las cosas. Que entre más candentes sean las pruebas a las que nos somete, más han de servir de forja al acero de nuestros corazones”
Y qué decir de los pasajes de otro de los protagonistas de la hitoria, Xicote,un niño indígena que, a lado del abuelo y su padre, nos trasladan a la gran Tenochtitlán, sumergiéndonos en un mundo lleno de simbolismos prehispánicos, contados bajo la experiencia y ojos de un niño. Este inocente personaje nos permite conocer la cosmogonía de nuestros ancestros de una forma inverosimil.
Ambas relatos, nos cuentan entretenidamente la historia de la conquista, que para mi gusto, ha sido sin juicio y como en las grandes melodías con una gran cadencia.
Los diálogos que imperan entre Xicote y el abuelo, así como las vivencias de su padre en la época del emperador Moctezuma, nos susurran al oído la sabiduría ancestral que poseía nuestra raza y que le dan sentido y nombre a esta obra.
Y cito textualemente:
“Piensan que el devenir es un caracol, que el tiempo es una espiral; cuando la tradición y las enseñanzas divinas nos dicen que el tiempo es un círculo: la serpiente que se muerde la cola. Que el tiempo se repite en los atados de años, que empiezan y terminan en el mismo punto” …
Una novela altamente recomendada para las nuevas generaciones
Fuera de la profunda amistad y respeto que siento por Juan Manuel, esta novela está tan bien escrita, que me atrevería a decir que debería ser de lectura recomendada por no decir obligada, para todos sin excepción, pero sobre todo para los jóvenes de las nuevas generaciones. Estos últimos, en mi opinión deberían de conocer los orígenes de nuestra lengua y la belleza prehispánica que nos honra como mexicanos, en lecturas fluidas y de gran contenido histórico como “El círculo y la espira” . Que dicho sea de paso, al ser escrita por un historiador de hueso colorado, nos da la oportunidad de embelesarnos entre la realidad y la ficción.
Los capítulos dedicados a los sucesos prehispánicos, nos envuelven en un halo de misticismo, en el que podemos conocer el origen de nuestras deidades. Saborear el nahuatl como principal lengua así como las ceremonias y tradiciones que le dan el significado al mayor tesoro de nuestra cultura, y que son reconocidos en todo el mundo; nuestra mexicanidad: «Ante el templo mayor se levantaba el santuario a Quetzalcóatl, la hermosa serpiente, el dios del viento, la sabiduría y las artes; preciosos y único en sus formas circulares”.
La narrativa poética que envuelve a esta novela, nos lleva como lectores a instantes tan sublimes, que nos adentra en un trance donde podemos oler las fragancias, sentir el latido del corazón en la garganta, luego de un sorbo de pulque. Esta bebida espirituosa que nos eleva dimensiones sagradas, dignas de los dioses. Como la descripción que hace Xicote, al presenciar una ceremonia junto con el abuelo, su padre y Moctezuma, delante de los poetas de la tierra.
“Seguí escuchando a los poetas. Seguía ensoñando. Y en el ensueño me preguntaba si la música y la poesía arrancaban lo mejor de nosotros, nuestra esencia y la elevaban a la estancia sideral como una ofrenda; al igual que hacen la luz y el calor del sol con la flor, a la que arrancan su perfume”
El arte y la cultura mexicanos, resultado del mestizaje
Juan Manuel Gómez Encarnación, ha logrado en mi opinión consagrarse una vez más como gran escritor mexicano. El vaivén de historias es tan natural, que la línea del tiempo se convierte en un espiral de emociones que no dejan de sorprendernos. El desenlace es igual de bello que el inicio.
Mi alma se siente profundamente agradecida por obras como esta, que más que una novela, es un deleite literario. Encierra todo lo que un buen escritor puede y debe dejarle a un lector, el deseo de que esta, nunca se acabe.
Me congratulo de que el Centro Universitario de la Costa de la Universidad de Guadalajara, continúe apoyando la difusión de la cultura a través del impulso y publicación de artistas y académicos de la región y que el Ayuntamiento de Puerto Vallarta, le de el valor al arte y cultura mexicanos, como resultado de este divino mestizaje, puesto que es justo nuestras raíces lo que nos distingue y enamora en todo el mundo, nuestra mexicanidad.