Comer alimentos con un gran porcentaje de agua e hidratarse correctamente al hacer ejercicio evitarán problemas de nutricionales y de salud.
Con el objetivo de contribuir al cuidado de salud en la familia, durante la temporada de calor, el Sistema DIF Municipal que preside la Maestra Candelaria Tovar de Dávalos, a través del área de Nutrición, promueve diversos consejos nutricionales para evitar la deshidratación con una correcta ingesta de agua.
Ismael Huerta Mendoza, nutriólogo del organismo asistencial, comentó que “a veces asociamos con el calor del verano el cansancio que tenemos, y puede ser que estemos mal alimentados; aumenta el calor y cambian nuestros hábitos alimenticios. Es frecuente que tengamos menos apetito y que el cuerpo, que siempre es sabio, pida comidas más frescas y con más aporte de agua, pero no siempre sabemos interpretar bien esas señales que nos manda”.
Dijo que para una buena hidratación, es importante incluir alimentos cuyo principal ingrediente sea agua, no elegir refrescos, jugos enlatados o alcohol como hidratación; optar por preparaciones en frío como ensaladas, ceviches y botanas frescas, ya que mantienen todas sus propiedades al cien por ciento. Además, las botanas deberán tener la menor cantidad de sal posible, ya que se aumenta la sed y podría aumentar el consumo de refrescos o bebidas alcohólicas, por lo que recomendó no esperar a tener sed para tomar agua e hidratarse.
Agregó que en caso de realizar ejercicio o alguna actividad física intensa, es importante hidratarse antes, durante y después. “En términos generales, es recomendable tomar 500 mililitros dos horas antes del ejercicio, entre 100-150 mililitros cada 15-20 minutos durante el ejercicio, y 500 mililitros después del ejercicio. La sed es un síntoma tardío de deshidratación en nuestro organismo. En caso de diarrea es común la deshidratación, por lo que en necesario hidratarse con los electrolitos pertinentes que se pierden durante la gastroenteritis”.
Cabe mencionar que, de acuerdo al experto en nutrición, el cuerpo está conformado del 50 al 75 por ciento de agua, esta se pierde a través del sudor, orina, entre otras, y al no contar con una reserva de la misma, es necesario reponerla con una hidratación diaria.