Carlos Urzúa, Lilly Tellez, Germán Martínez Cázares, Arturo Herrera, Margarita Ríos Farjat entre otros y otras más, son nombres que van a quedar en el almanaque de este sexenio como traidores a la confianza depositada no solo por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sino a la vista de millones de personas que fueron testigos que se dedicaron a jugar un papel para beneficiarse personalmente o quizá, muy probable ese quizá, haya sido como infiltrados de fuerzas extrañas que buscan quebrar al movimiento llamado 4a. Transformación.
Los personajes mencionados ya se han abierto y se convirtieron en voces ácidas que carcomen por todos los medios posibles el rumbo de una nueva política en México, más horizontal, más distributiva, más generalizada y más participativa.
Algunos de los que se mencionan no aguantaron las posturas de los principios básicos, de orden, de pertenencia ideológica que fundamenta el curso de la iniciativa que busca la transformación de México y se salieron de manera voluntaria, como es el caso de los senadores Germán Martínez Cázares y Lilly Tellez, claros alfiles de los que mueven los trebejos.
Pero cabe preguntarnos, ¿salieron todos los traidores del gobierno de AMLO? ¿Hay todavía muchos traidores a la iniciativa de transformación? ¿Cuántos habrá todavía? Y más para saber, ¿en dónde están haciendo sus travesuras traicioneras?
Los fracasos del sexenio
De ahí entonces, podemos darle la vuelta a la rueda de los sectores estratégicos del país donde AMLO tuvo cero o nula consolidación de transformación, estancamiento, más de los mismo o incluso retroceso.
Sectores como la seguridad alimentaria que incluye a la política del campo; o en materia de comunicación social, estableciendo el servicio de internet (comprado) como la principal vía de comunicación a la sociedad, dejándole el control causi-total del espectro radioeléctrico a los poderosos particulares que le hacen la guerra a diario; o en el rubro vital donde no hizo nada por des–derechizar la educación superior en universidades públicas como la UNAM o la UdG aquí en Jalisco, y contemplar al menos el patrimonio que pudo lograr con las sedes de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez ante el colosal fracaso en su aplicación académica.
Sólo en estos tres rubros sumamente estratégicos en cualquier sociedad fundaremos el lado oscuro de la actual administración federal, que bien vale decirlo, sus calidades positivas rebasan el balance del sexenio como un buen inicio de la idea de transformar la realidad que vivía nuestro país gobernada con los partidos que hoy defienden el pasado y que están a punto de desaparecer. Sin duda.
La educación es quizá la estrella de todo proyecto. Sin educación es difícil que los logros se cumplan, más, si se trata de transformar. En este caso, particularmente la política sobre educación superior fue un fracaso mayúsculo.
La erección de una alternativa educativa superior con el sistema de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, prometía una enorme oportunidad, como aquello que dicen “una luz al final del túnel” de los siempre ninguneados, pero la persona encargada para llevar a buen puerto este proyecto, Raquel Sosa, amiga personalísima del presidente López Obrador, no solo tuvo demostraciones de ineptitud e incapacidad sino que, a la luz de los resultados, hubo rasgos de traición para que este proyecto no se consolidara.
La importancia de la iniciativa UBBJG
A excepción de comer y cómo comunicarnos, que hablamos de organización, la educación es el sector esencial, estratégico y fundamental que debe de atender una sociedad en cualquier lugar del Universo, porque se trata del conocimiento de las cosas para que funcione la organización.
Un pueblo sin educación se torna más complicado en la vinculación obligada con el entorno natural, incluyendo obviamente la relación misma entre humanos. El conocimiento es un elemento que no es hereditario genéticamente y por ello existe la formación a través de instituciones sociales creadas exprofeso.
De ahí se fundamenta la idea de llevar educación superior a las regiones olvidadas y abandonadas de ese modelo de desarrollo que se implantó en México y que infló a las ciudades con recursos de las zonas rurales… hasta la fecha.
Las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García (UBBJG), fueron concebidas para resarcir un tanto el abandono ideológico social de las universidades públicas en todo el país. “Si en la Facultad de Economía (UdG), hubieran impartido más Smith que Marx, seríamos mejor” decía consciente un profesor universitario de posgrado. Hoy, la competencia, es la doctrina en las universidades públicas, no la solidaridad; y el individualismo en esas universidades es como el valuarte para el crecimiento, no la cohesión social.
La entrada de las UBBJG a la esfera de la educación pública superior se observan dos objetivos medulares que trastocaron el pensamiento implantado en las últimas tres décadas en las universidades públicas:
1.- Llevar el conocimiento a los espacios sociales más marginados del país, donde sus habitantes quedaron al margen del desarrollo aplicado desde la II Guerra Mundial a la fecha. Esta idea habla de una visión de gran profundidad en la idea de transformar, la palabra relacionada con el lema de la iniciativa gubernamental de hoy.
Esto tiene un valor muy específico en la persona que decide llevarlo a cabo, porque es precisamente la falta de conocimiento donde se cimenta la relación depredador-presa o explotador–explotado. Tiene lógica en la práctica, la creación de grandes centros urbanos llenos de todo, por ejemplo centros educativos superiores, causa importante del despoblamiento de las zonas rurales que retienen las tierras de esencia muy estratégica.
Este valor del conocimiento llevado a las tierras marginadas era para darle herramientas cognitivas a los lugareños en su defensa propia y la de su entorno que le da la vida.
Los conocimientos pueden llevarte a encontrar la fórmula perfecta de entendimiento entre humanos que compartimos un microclima ambiental y por ello el segundo gran objetivo.
2.- Estudiar desde el pensamiento que vivimos en sociedad y que tenemos que saber que compartimos elementos vitales con otros seres naturales, incluyendo al humano, nos obliga a establecer mecanismo de cooperación, de solidaridad, de cohesión entre la población para fines que benefician a todos los habitantes de ese entorno natural de flora y fauna, insisto, incluyendo al humano.
Por tanto, tenemos que, obligadamente, a ponernos de acuerdo en beneficio colectivo. Entonces hablamos de organización, el segundo objetivo fundamental de las UBBJG.
Por más que pensemos que el individualismo es el modelo que debe de imperar en una sociedad, es imposible llevarlo a la práctica. Desde que uno nace, llega a un organismo social super necesario para la subsistencia misma.
La organización de la familia es colectiva como lo es colectivo el grupo de individuos y empresas que gobiernan el mundo. La colectividad organizada puede generar cientos y miles de años como un ente sostenible, no los individuos o de manera individual; y, quien se organice de manera eficiente perdurará “por los siglos de los siglos” (una frase de un organismo social sostenible de más 2020 años, para ser preciso).
La organización y el conocimiento es la formula que concibo para generar desarrollo, no hay más. Y si no hay más, ¿a quién le interesa que éso no se construya? ¿Quién se beneficia de que esa fórmula fracase? ¿Porqué no se consolidó como el proyecto del Tren Maya?
Raquel Sosa, el inicio y el quiebre
Raquel Sosa Elízaga fue nombrada por el mismísimo Andrés Manuel López Obrador como directora general de la Universidad para el Bienestar Benito Juárez García. La construcción del sistema UBBJG empezó el primer día de posesión del presidente de México en diciembre del 2018.
Fue a inicios del 2019 que se echó andar las primeras sedes aún sin nombramiento oficial y sin presupuesto. Los docentes que lo iniciaron fueron contratados sin dinero y por lo tanto no había paga, algunos aguantaron hasta 8 meses sin sueldo y sin prestación absoluta, puro pundonor, esto último persiste todavía hasta hoy porque los docentes siguen sin prestación alguna.
Sin paga, algunos les llamaron “los docentes que tragaron tierra” y fueron los pioneros en construir el sistema escolar de las UBBJG en centros educativos prestados, escuelas primarias o secundarias de los pueblos que cedían sus aulas u oficinas para impartir clases mientras se construían físicamente las 100 sedes que se planearon al principio.
Así empezó la aventura. Muchos docentes migraron y se instalaron en las sedes donde supuestamente con su trabajo aplicado se pensaba transformar ese pedazo del México olvidado y ninguneado.
Los niveles en los grupos empezó a crecer y ya para el segundo semestre era necesario al menos otros dos catedráticos más y así en los semestres siguientes sumaron más grupos y la lógica era aumentar la plantilla docente de cara al crecimiento escolar pero no fue así, los docentes se fueron sobrecargando de trabajo y quedando con materias fuera de su perfil profesional ya como maestros de asignatura múlti–nivel. De esa manera toreaban las asignaturas.
Así fue hasta el verano del 2021, se cumplían dos años cuando a Raquel Sosa, nadie sabe a ciencia cierta que pasó, le ocurre una catástrofe psicológica y manda darle un giro a la tendencia que la universidad llevaba. Un quiebre que nadie esperaba.
Empieza a despedir a medio mundo. No ha salido nadie de su primer círculo, todavía, a explicar ¿qué pasó? Qué fue lo que hizo que perdiera la cabeza para despedir a la mayoría de su gente más allegada, para luego continuar con el despido de más de 100 docentes que de la noche a la mañana les llega un notificación que ya no se iba a renovar el contrato «civil», que semestre a semestre hacían firmar a los docentes con la promesa de que al siguiente ciclo se regularizaba la situación laboral, la cual nunca sucedió, hasta la fecha.
UBBJG Tomatlán, un botón
La sede de la UBBJG más cercana de esta ciudad, Puerto Vallarta, se encuentra a 100 kilómetros al Sur, en el municipio de Tomatlán. Acudimos allá y nos dimos cuenta de las cosas raras que suceden desde ese acontecimiento que relato en el párrafo anterior.
La sede UBBJ Tomatlán inició en las aulas de una escuela secundaria en la cabecera municipal. Un grupo, un coordinador, director en función práctica, y dos docentes. Al semestre siguiente cambiaron de sede al poblado llamado José María Pino Suárez en una escuela primaria con dos grupos, el mismo Coordinador y tres docentes, un docente más de los que habían empezado.
En ese lapso de tiempo se construye ya un par de aulas y a partir del 2020 se trasladan en lo que hoy es la sede Tomatlán, con los mismos 3 docentes, un coordinador y se agrega una asistente del coordinador que en la práctica se convierte en docente por la misma necesidad que exige el crecimiento grupal.
Ya arraigados en las sede, los docentes habían comprado terrenos a crédito para construir su vivienda cuando de 3 docentes, el coordinador y la asistente que había en ese verano del 2021, de repente, despiden a dos docentes y la asistente dejando la carga académica de 5 grupos y 25 materias de diferente disciplinas al coordinador y una docente.
El cambio desestabilizó la relación docente-alumno y las historia en detalle de este tiempo, es por demás interesante, no cabría el relato en este espacio para contar la historia de cómo los docentes y alumnado hicieron para continuar, la sobrecarga de trabajo, parecido a una explotación en los tiempos de la esclavitud más desgastante, afectó física, emocional y familiarmente a los involucrados. Muchos desertaron otras más enfermaron.
Hablamos de la esclavitud más desgastante, porque los docentes, a la fecha, no reciben prestación alguna por su trabajo. Sosa se retrata como la hacendada en su caballo vigilando a sus peones docentes de sobrecarga laboral.
Hoy en esa sede, aunque hubo una deserción considerable del alumnado, siguen teniendo al mismo personal académico, un coordinador y una docente que atienden a 5 grupos y 25 asignaturas. Cada grupo tiene 5 materias que se cubren en una jornada diaria de 6 horas, dos por materia, lo que es en la práctica, un acto imposible de impartir por parte de los docentes. Sin embargo así han llevado el curso de la formación universitaria con todo los problemas que esto pudiera ocasionar, que hay muchos entre docentes y estudiantes.
Este año escolar iniciaron con una población de 55 alumnos, no se abrió grupo para la carrera de Desarrollo Sustentable y en su lugar inauguraron la carrera de Medicina Integral con 12 alumnos y con una docente que imparte las cinco materias.
Cuentan estudiantes que la mayoría de los grupos tienen serios problemas con la docente que atiende a los cinco grupos y al menos 12 asignaturas de diferentes disciplinas. El peso de la sobrecarga laboral es generadora de males y de problemas, sin duda.
Esto habla de que la calidad educativa está fuera de toda mesura y forma parte de un espejismo de educación superior, porque los grandes objetivos planteados para “transformar” su entorno quedó en solo palabras que se quebraron por alguna razón que todavía se está buscando su motivo. Solo habrá seguir el destino actual de los que ya se han graduado para observar y medir el éxito o el fracaso.
Y aquí regresa esas duda que se plantearon en párrafos atrás, ¿a quién le interesa que éso no se construya de la mejor manera y tal como debería de ser? ¿Quién se beneficia de que esa fórmula fracase? ¿Porqué no se consolidó como el proyecto del Tren Maya?
A la vista, Sosa traicionó al movimiento
Los resultados de las UBBJG hablan de una regresión a partir del despedido de docentes y funcionarios que diseñaron el proyecto, algo que a la fecha todavía no se entiende.
A partir de entonces los avances en las sedes solo fueron en sus instalaciones físicas que se fue ampliando poco a poco, pero en el aspecto académico fue un estancamiento precario que afectó no solo a trabajadores docentes, administrativos y estudiantes, sino a la sociedad habitante en el área de los pueblos donde se instalaron las más de 100 sedes.
Sucedió algo parecido a una traición, algo que cambió en detrimento de los pueblos y en beneficio de aquel sector social que se beneficia de que las zonas rurales no progresen y sigan en el atraso que redunda en empobrecimiento de la gente y, por lo tanto, la vulnerabilidad de sus tierras que son asediadas por grande corporaciones que poco a poco han ido comprando terrenos ejidales y comunales volviendo a acaparar grandes extensiones de tierras.
Lo parecido a una traición se puede ver en los resultados sí, pero no se descarta una traición real de Raquel Sosa al presidente y al movimiento de transformación.
Aunque no ha habido una investigación para determinar el porqué de los cambios en su círculo primario y el despido masivo de docentes, siempre existe la perspicacia de aquello que ha dicho en varias ocasiones López Obrador cuando los hechos hablan “de parte de quién”.
Llama la atención que en la búsqueda para sustituir a la maestra Delfina Gómez al frente de la SEP, cuando ésta se perfila como candidata de Morena para el Estado de México, en la mañanera del 5
Pero lo interesante del caso no es la simple pregunta con el nombre expreso de Raquel Sosa, sino para quién trabaja esta reportera. Esta reportera tiene vínculos estrechos con la iniciativa privada y trabaja o trabajó para un personaje llamado José María Fraustro Siller, de las filas del PRI, egresado del ITESM, rector 2 veces de la Universidad Autónoma de Coahuila, subsecretario de planeación de la SEP y subsecretario de educación media y superior de Nuevo León, fue secretario de gobierno en Coahuila y reciéntemente presidente de Saltillo. Todo un alfil.
Dicen que en política nada es coincidencia y los elementos que se juntan, arman hechos aunque a veces no se vean. Los que somos periodistas viejos sabemos que algunos colegas se alquilan para hacer preguntas que mueven temas de interés de quien paga y la mención del nombre de Raquel Sosa tenía jiribilla.
La sorpresiva parálisis de las UBBJG a raíz de la remoción de su equipo fundador y el despido masivo de docentes -sin contratar suficientes hasta la fecha- junto a la mención de su nombre para la SEP desde la voz del sector privado interesado particularmente en la educación superior, habla de eventos que si se juntan forman una razón de tratar de evitar que el proyecto UBBJG se consolidara y provocar un fracaso, o para suavizar la palabra, para que no resultase como se proyectó, que habrá recalcar, con todo lo necesario para que se consolidara: idea, fundamentación, voluntad presidencial, presupuesto, cooperación total de los pueblos, docentes comprometidos con la idea, alumnado entendiendo la jugada…tenía todo. Por ello la perspicacia sobre el abrupto cambio en la universidad que provocó una hoguera de problemas administrativos, académicos y legales, al menos 150 personas se encuentran demandando a la universidad por sus malos tratos con sus trabajadores que a la fecha no los consideran trabajadores, son sujetos de subsidio.
Al paralizar el proyecto de «trans-formación» en las las zonas rurales deja de manifiesto que sigue el olvido y la exclusión que extiende su velnerabilización de su condición ante los depredadores.
Los docentes despedidos avanzan, presentan amparo por la dilación de su caso
Los docentes que fueron despedidos en esta confusa trama, desde los primeros días de su injustificado cese de labores, nadie supo en el momento de su despido cuál fue la razón, interpusieron ante las autoridades laborales una demanda de despido injustificado.
Poco más de dos años de ese proceso jurídico, el día de hoy, un grupo conformado por más de 40 docentes firmaron una demanda de amparo para obligar a las autoridades laborales a emitir el laudo tras más de 8 meses de haber terminando el proceso y retener su sentencia.
Los docentes agrupados en la Coalición de Trabajadores por los Derechos Laborales en las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García dicen que “tras perder nuestra fuente de sustento económico, decenas de familias hemos sido arrojadas a una situación de precariedad, acentuada porque varios de los y las docentes nos habíamos desplazado a otras ciudades y entidades del país con la finalidad de contribuir a un noble proyecto educativo en las zonas que más lo necesitan.
La espera y el debido proceso ha sido prolongado innecesariamente, quizá para obligarnos a desistir o ceder ante las urgencias económicas. Pero hemos resistido con dignidad como cualquier trabajador que exige sus derechos laborales. Por lo que hemos recurrido al amparo solicitando la protección de la justicia federal.
Reclamamos que los laudos de nuestras demandas sean emitidos de inmediato, ya que se han excedido los plazos constitucionales y convencionales» apuntan los docentes en un comunicado.
Los docentes exigen ser reconocidos como trabajadoras y trabajadores de la Universidad con todos los derechos que ello conlleva. En la demanda interpuesta también exigen la reintalación de sus trabajos en las sedes donde laboraban.















































































