El pasado 28 de febrero, la diputada Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón, exhortó a sus pares a discutir una iniciativa de reforma a la Constitución que restringa el uso de la palabra «pueblo».
Y es que, dice la diputada panista, el partido Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador, le han dado a la palabra un uso faccioso que excluye a todos los que no piensan como ellos y que son parte de lo que ella considera «pueblo». Zavala dice que se ha hecho un daño enorme al país, excluyendo del pueblo a quienes no piensan como el presidente, «a quienes creemos que está mal el país, a quienes nos duele la inseguridad…no pueden excluirnos de la palabra pueblo, le estamos haciendo un daño al país».
¿Todos somos pueblo?
¿Qué es el «pueblo»? ¿quiénes integran al «pueblo»‘? ¿Porqué se siente excluida Margarita Zavala cuando Morena o López Obrador hablan del «pueblo»?
Según la Real Academia de la Lengua Española «pueblo» tiene acepciones de las cuales se desprende que pueblo es una villa, ciudad, una población de categoría menor, un conjunto de personas de un lugar, gente común y humilde de una población o país con gobierno independiente.
Quizá éstas dos últimas acepciones pudieran contestarle a la esposa de Calderón Hinojosa, porque se podría concluir, desde las actividades políticas, que la definición de pueblo puede tener mejor claridad desde la posición griega que establece su fuerza en la palabra «Democracia» (Poder del Pueblo) que es muy distinta a lo establecido en la definición de «Oligarquía» (Mandato de pocos).
Desde esa tesitura, la diputada panista pudiera encontrar la respuesta porqué Morena y López Obrador basan su discurso en un gobierno para y por el pueblo, separando al pueblo, «gente común y humilde de una población«, de un grupo de personas que se caracterizan por ser oligos, reducido, pocas personas acostumbradas por un sistema político, social y económico que les favorece, sentirse los que mandan. Éstos reciben el nombre de oligarquía.
Épica posición de AMLO en el debate sobre la democracia
Hoy en su tradicional conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo una participación épica en el debate nacional sobre la definición de democracia en los hechos, no en palabras huecas que adornan los discursos y posiciones maquilladas.
Una reportera cuestionó al mandatario sobre si el «clima de violencia que vive el país» podría ser factor para un retroceso de la democracia de acuerdo a religiosos católicos -un comunicado de los obispos católicos en México- que exhortaron a los mexicanos a salir a votar y que todos respeten los resultados de las elecciones porque, según la reportera los clérigos dijeron que ‘por el bien de México, primero la democracia y el Estado de derecho’.
El mandatario mexicano dijo estar de acuerdo con lo dicho por los religiosos católicos en el exhorto pero discrepó de lo de retroceso democrático y marco su raya de no polemizar con las diferentes religiones que hay en el país porque «también eso podría ser una estrategia de los publicistas, a ver la confrontación. No, no, es amor y paz, amor y paz».
«Como vivimos, lo repito -continuó el tabasqueño-, en una sociedad con un pueblo muy consciente, le dejamos a los ciudadanos que resuelvan de acuerdo a su criterio. Es que ya la tutela, el ver al ciudadano como menor de edad, ya es algo de la prehistoria en México, ya no es así. Por eso no han podido oponerse y avanzar en contra del proceso de transformación que está en marcha; no han podido ni podrán. Bueno, desde la época de los griegos, Aristóteles dice: ‘La oligarquía es el gobierno de los ricos o para los ricos, la democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo’. ¿Qué había en México? ¿Había democracia? ¿Había un gobierno del pueblo? No, era una oligarquía con fachada de democracia».
AMLO completó su posición con una pasaje de la historia colonial cuando se enfrentaban los virreyes y el arzobispado donde siempre ganaban los obispos porque tenían del lado al pueblo.↓
Apuntes para contextualizar
Afirmo que la actual civilización humana está basado en un sistema esclavista que se diseñó hace miles de años y practicada hasta la fecha. El sistema ha perdurado debido a la administratividad de un sistema basado en la asimetría del concepto amplio de bienestar humano desde el instrumento artificial de la ideología, donde unos pocos obtienen todo del grueso resto que obtiene poco o…nada.
Entonces, la división manifiesta viene como base sistemática que llega desde los miles de años a lo que hoy identificamos como ricos y pobres. Luego de eso, los pobres se vuelven «el pueblo» y los ricos «los que gobiernan al pueblo»; en otras palabras, el conocimiento para unos cuantos y la ignorancia para los muchos que, de manera diamentralmente asimétrica, sigzagea la frecuencia entre 10 puntos en la composición del 90% de los muchos, del pueblo y el 10% de los que gobiernan al pueblo.
Este sistema esclavista no tiene género, es practicado por mujeres y hombres que desde entonces han gozado los máximos privilegios de los momentos vividos en cada etapa, era o periodo de tiempo.
La fuente de su «perenne» sostenimiento radica esencialmente en la manipulación y control del conocimiento. El cuidado al mantenimiento de la ignorancia es la mayor prioridad para la prosperidad del sistema.












































































Muy clara la postura de AMLO.