«Con la ayuda del DIF, yo se que puedo», afirma Norma Pino, beneficiaria de Unidad Básica de Rehabilitación. Los servicios que se ofrecen en la Unidad Básica de Rehabilitación (UBR) del DIF Bahía de Banderas son gratuitos.
“Soy Norma Pino, paciente de la Unidad Básica de Rehabilitación en el Sistema DIF de Bahía de Banderas. Hace cinco años, mientras trabajaba en el campo me tropecé en una manguera de riego y me caí, golpeándome fuertemente en la rodilla izquierda.
Luego de recibir atención médica, seguí con mi vida; pero el cartílago se fue desgastando, un día fui al Hospital Regional y ahí me dijeron que necesitaba una prótesis y terapias. Yo no tenía los recursos para ir a recibir rehabilitación con un médico particular, fue cuando por medio de una amiga, supe que aquí en DIF daban terapias gratuitas y empecé a venir”.
Explicó que después de varios meses, en una plática con la coordinadora Rosario Castro, le comentó de la operación sin tener respuesta positiva. “Yo seguí viniendo a las terapias, pero luego de algún tiempo, dejé de venir porque ya casi no había cartílago y las dolencias eran muchas, hubo días en lo que no me podía levantar de la cama y gritaba del dolor”, afirmó.
“Por mucho tiempo yo no salí de mi casa, sentía que la gente se burlaba de mí porque cojeaba mucho al caminar y además, ver preocupada a mi hija que gastaba en medicamento y sin tener muchos recursos, si me puso muy triste y me desesperaba por la situación tan difícil que atravesábamos y yo sin poder caminar”, agregó.
DIF gestionó el transporte y operación de la señora Norma
“Un día estaba terminando de comer y el teléfono sonó, era Chayito, me dijo: Norma, ¿qué crees?, la señora Ana Esperanza, presidenta de aquí de DIF gestionó y ya está lo de tu operación, junta tus estudios médicos, te van a llamar de Tepic. Al escuchar eso me sentí muy feliz, me dieron ganas de llorar porque no esperaba esa noticia y menos del DIF, porque aunque algunas veces pensé en pedir el apoyo de la operación, no lo hice. Yo creo que Chayito y el doctor Ángel, le comentaron a la señora Ana, y ella se encargó de todo, La noticia me cayó de sopetón!”.
“En eso estaba cuando sonó el teléfono otra vez, era la trabajadora social de Tepic que me dijo que tenía que ir esa misma tarde, porque al otro día me iban a operar; en ese momento, sentí que el mundo se me vino encima, yo no tenía para el pasaje, no había nadie que me llevara, mi hija trabajaba y no teníamos con quien dejar a los niños. Recuerdo que la Trabajadora Social me dijo: déjeme ver que se puede hacer y colgó.
Yo sentí, como una esperanza grande en mi corazón, de que a lo mejor si se daba lo de la operación. Cuando le hablé a mi hija para contarle, ya me habían dicho que la señora Ana Esperanza Berumen y el doctor Jaime Cuevas, me iban a ayudar; ese mismo día, me llevaron a Tepic en una camioneta del DIF y ellos corrieron con todos los gastos del traslado. Al otro día a las 6 de la mañana me operaron, ya cuando me recupere de eso, regrese a las terapias”, mencionó emocionada.
Rehabilitación postquirúrgica en la UBR
“Los martes y jueves entro a la alberca, luego me dan unos toquecitos (electroterapia) en la rodilla y con el ultrasonido me dan unos masajes, luego agarró una venda y hago ejercicios, también uso una pelota y hago sentadillas para que mi rodilla agarré fuerza y en mi casa también los hago, solo que allá, pues no tengo alberca, pero los movimientos que hago cuando entro los hago en casa.
Pienso que el querer es poder, y yo quiero recuperarme pronto, por mis nietos, por mi hija que ahorita es el sostén de la casa, ellos son mi motor y mi más grande motivación. Yo estoy muy agradecida con la presidenta del DIF, la señora Ana Esperanza Berumen, porque sin ella, yo no hubiera tenido mi operación y me siguen ayudando con mis terapias, ya he avanzado mucho, estoy por dejar las muletas y empezaré a usar un bastón y ahí la llevo, tengo mucha fe y esperanza de que voy a estar bien en poco tiempo. Ahora, se que soy más fuerte de lo que pensaba que era”.
“Ahorita, pues para los que no tenemos recursos, ya hasta van por nosotros en el camioncito, nos traen a recibir nuestras terapias y nos regresan a nuestras casas, todos los que venimos, viajamos más cómodos y seguros porque si es complicado moverse en el transporte público, además de que ya con este apoyo ya no tenemos esa preocupación. El trabajo que hace la presidenta del DIF, la señora Ana Esperanza Berumen y todo el personal que nos ayudan en nuestra recuperación es muy grande, tengo compañeros de terapia de todas las edades, con diferentes problemas y me siento muy feliz y agradecida de que en Bahía haya un lugar como la Unidad Medica de Rehabilitación donde nos atienden a todos por igual”, concluyó.