Investigadores creen haber encontrado una nueva especie de ballena en las aguas de la costa occidental de México, investigadores encontró tres ejemplares inusuales mientras rastreaba otra especie rara de zifios
El equipo de investigadores encontró tres ejemplares inusuales que se cree una nueva especie de ballenas cerca de las remotas islas San Benito (México), situadas unos 500 km al sur de la frontera con Estados Unidos.
«Estos animales salieron a la superficie justo al lado del barco», explicó Jay Barlow, biólogo de mamíferos marinos de la Institución Scripps de Oceanografía en San Diego (EEUU).
«Fue un encuentro fenomenal. Es muy raro ver un zifio y encontrar un grupo amistoso de zifios es aún más raro», agregó.
Una nueva especie de ballena descubrieron al estudiar las fotografías que habían tomado del encuentro
Barlow y sus colegas no se dieron cuenta de que estaban viendo una nueva especie potencial hasta más tarde cuando estudiaron las fotografías que habían tomado de los animales. Los dientes de las ballenas estaban inusualmente colocados y las grabaciones subacuáticas de las llamadas de los animales también sugirieron que eran únicas.
«El hecho de que estuvieran buscando una ballena muy rara y que por casualidad encontraran algo completamente diferente es notable y maravilloso, y es la alegría de hacer ciencia. Para eso vivimos todos», comenta Andrew Read, biólogo marino de la Universidad de Duke (EEUU).
Los científicos están esperando los resultados del análisis de las muestras del agua que podrían contener células de la piel, lo que les permitirá realizar pruebas de ADN para confirmar si estos animales realmente son una nueva especie, dijo Barlow.
Los zifios se distinguen por sus hocicos puntiagudos, parecidos a los de los delfines, y se encuentran sobre todo en aguas remotas, como las de las islas San Benito.
Aunque miden hasta 5 metros de largo, pueden ser difíciles de observar para los científicos ya que tienden a nadar y alimentarse mayormente a profundidades de casi 1 km, saliendo a la superficie solo ocasionalmente para tomar aire. A tales profundidades, los animales tienen más posibilidades de evitar a su principal depredador, las orcas.
Fuente: Sputnik. Artículo original