» Nunca más un país, un estado, un municipio en el que nos falten estudiantes. Nunca más un 2 de octubre del 68, porque a 50 años, 2 de octubre no se olvida»
En el 50 aniversario de los Caídos en la Lucha por la Democracia en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, autoridades vallartenses rindieron honores a la memoria de los estudiantes, maestros, amas de casa y mexicanos, acaecidos en esta trágica fecha.
Con la bandera a media asta en la plaza de armas de esta ciudad, funcionarios municipales, encabezados por el secretario general del Ayuntamiento, Víctor Bernal Vargas, en representación del alcalde Arturo Dávalos Peña y alumnos de la preparatoria Josefina Chávez, recordaron lo acontecido aquella tarde del 2 de octubre de 1968.
Correspondió a la joven Silvia Ávila Licona, estudiante de Derecho del Centro Universitario de la Costa y de Ciencias Políticas de la UNAM, ser la oradora oficial de esta ceremonia, en la que destacó que sería un día después de la salida del ejército de los campos de la UNAM y el IPN, que miles de personas se reunieron en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, en donde vestidos de civil y portando un pañuelo o guante blanco en la mano, se infiltraban entre la manifestación elementos del Batallón Olimpia.
“Cerca de las 6 de la tarde, casi finalizando el mitin, un helicóptero sobrevoló la plaza, del cual se dispararon bengalas, señal para que los francotiradores abrieran fuego contra los manifestantes. Algunos que lograron escapar del tiroteo se escondieron en los departamentos de los edificios aledaños, pero eso no detuvo al ejército que sin orden judicial irrumpió en cada uno de los departamentos para capturar a los estudiantes”, señaló, y agregó que las imágenes de ese momento muestran a estudiantes apaleados, indefensos y algunos desnudos, rodeados por soldados del ejército mexicano.
“Qué responsabilidad tan grande implica tener un micrófono y hablar del 2 de octubre, tener voz cuando cientos murieron en la lucha por ser escuchados; por congruencia tenemos que ser muy claros, aquello fue una masacre y el estado fue el responsable. Fueron estudiantes, madres, hermanos que salieron y tomaron aquella plaza con exigencias claras sobre lo que se debía construir como nación. Aquel que dio la orden de abrir fuego no entendió nada, no sabía que los sueños, las luchas y los ideales no se desaparecen ni se borran con el agua que usaron para limpiar la sangre que derramaron”, indicó.
A 50 años, el pueblo se pone de pie como medio de disculpa que aquellos que no pudieron volver a las aulas y recordar la valentía de aquellos que perdieron la vida aquel 2 de octubre, dejando encendidas flamas de esperanza en decenas de generaciones.
“Hoy es un valor comprometerse con la seguridad de quienes ocupamos las aulas en un país que no pudo garantizar la vida de 43 normalistas, que hoy seguimos sin saber lo que realmente pasó; en un país que también le falló a los tres estudiantes de cine de Guadalajara. Por todos ellos, ser estudiante ya no debe ser motivo de miedo. Un padre, una madre, no deben vivir con la incertidumbre de saber si su hijo volverá a casa o no, se encuentre en una manifestación o en las aulas. Nunca más un país, un estado, un municipio en el que nos falten estudiantes. Nunca más un 2 de octubre del 68, porque a 50 años, 2 de octubre no se olvida”, finalizó.