El Gobierno mexicano propuso venderle a la Casa Blanca su avión presidencial por un costo de 130 millones de dólares, aunque a pagar «en especie» con equipo médico, sin embargo, aún no recibe respuesta de EEUU, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Las gestiones con la autoridades de EEUU proponen que «les entregamos el avión y paguen en especie, necesitamos equipos de rayos equis, ambulancias, tomógrafos, laboratorios», dijo este 14 de enero el mandatario en conferencia.
«No hemos tenido respuesta», dijo el mandatario al anunciar que la aeronave regresará a la capital mexicana desde California, sur de EEUU, donde fue objeto de servicios de «preservación» y «mantenimiento» por 1,5 millones de dólares.
Mientras se mantiene la posibilidad de venderlo a uno de los dos interesados que no confirmaron sus ofertas en 2019, otra opción es la venta de acciones a un conglomerado de 12 empresas, para que «lo utilicen como viajes de ejecutivos o reconocimiento de su trabajo en empresas privadas», explicó López Obrador.
Los compradores potenciales «no consiguieron financiamiento y se pasa el tiempo, por eso se tomó la decisión de regresarlo» a México, detalló el presidente.
La tercera posibilidad es la renta de la aeronave para 80 pasajeros, adquirida en 2012 durante el periodo de transición entre los entonces presidentes Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
«Solo hay un avión con estas características en el mundo, que se renta en Asia», explicó el gobernante.
López Obrador prometió en su campaña electoral obtener recursos para el gasto público de la venta de ese avión, pero dijo que «no queremos malbaratarlo, es mejor esperar».
Hace más de un año, dos días después del comienzo de su mandato de seis años, el 3 de diciembre de 2018, el avión fue enviado hacia un aeropuerto de servicios logísticos en San Bernardino, California, donde permaneció mientras el fallido proceso de compraventa estuvo en marcha.
El Boeing 787-8, modelo Dreamliner de lujo, fue entregado en febrero de 2016, y solo sirvió a la Presidencia mexicana casi tres años, con 214 vuelos nacionales e internacionales, en unos 600.000 kilómetros recorridos.
El último vuelo llevó a Peña Nieto a la cumbre del G20 de las mayores economías globales en Buenos Aires, el 30 de noviembre de 2018.
La aeronave se exhibirá de nuevo en la siguiente subasta de 28 aeronaves (19 aviones y nueve helicópteros) que eran parte de la flotilla gubernamental activa, convocada este 14 de enero, hasta el 31 de enero próximo.
Además de los 130 millones que cuesta el avión presidencial, la tasación del lote de aviones y helicópteros subastados es de 2.500 millones de pesos (poco más de 131 millones de dólares) que también serán destinados a la compra de equipos médicos.
Fuente: Sputnik. Artículo original