El metro de la CDMX se ha convertido en el campo preferido para la batalla político-mediática de los adversarios a la 4T. Muertes, heridos y daños públicos.
En los años recientes, el metro de la Ciudad de México ha sido el escenario preferido de los prianistas para atizar campañas político-mediáticas contra la 4T, en especial contra Claudia Sheinbaum, precandidata a suceder al actual presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.
La nueva tragedia en los trenes de la Línea 3 del metro (L-3) el pasado sábado 7 de enero del recién estrenado 2023, se suma a la lista de acontecimientos, unos trágicos, como el accidente de la Línea 12, en el 2021, y otros meramente propagandísticos como el caso de aquellos carteles que invitaban a la marcha del 27 de noviembre pasado y que tapizaron las estaciones de ese transporte urbano.
En todos los eventos de confrontación en las estaciones del metro, que se ha convertido en el campo de batalla preferido para el linchamiento político-mediático de actores políticos del PRI y el PAN, se ha hablado de montajes y sabotajes.
Los montajes y sabotajes son eventos premeditados que tienen la intención de dañar o destruir una instalación o un proceso, en este caso político, como forma de inferir en la opinión pública en el afán de eliminar adversarios políticos.
El evento trágico del 2021, donde murieron 26 personas y 98 personas lesionadas, fue por fallas de construcción según concluyeron las autoridades de la procuración de justicia de la misma Ciudad de México. Igual que hoy, el evento fue usado por prianistas contra la administración del gobierno de la ciudad.
El caso de los carteles publicitarios, aunque se hizo la denuncia por parte de actores políticos del Partido Acción Nacional, no fue más que un tipo de show mediático tratando de minimizar el arrastre social del actual presidente. Y hasta ahí quedó.
El choque de trenes en la L-3
El fenómeno mediático cambia con lo acontecido el pasado sábado 7 de enero. Pocos minutos después de la 9 de la mañana chocan dos vagones de la L-3 dejando una persona fallecida y más de una veintena de heridos.
Este acontecimiento trágico es usado por los actores políticos contrarios a la 4T para, sobre todo, culpar a Claudia Sheinbaum de los sucesos, tratando de empañar la aspiración a ser la candidata presidencial por Morena.
Panista arremetieron por todos los medios, que la responsabilidad de la tragedia de la L-3 era de la Jefa de Gobierno de la ciudad más poblada de México. Igualmente, los priistas, en la voz de su presidente, responsabilizó a Sheinbaum y calificó el hecho como “un acto de ineptitud”.
La larga lista de personajes contrarios a la 4T que aprovecharon las circunstancias trágicas para sumar diatribas y acusaciones contra la aspirante, es todavía resonante en los medios; incluso, llama la atención el grupo de mujeres que se hacen llamar “feministas” (que con esto se permiten, encapuchadas, hacer destrozos y desmanes al mobiliario urbano), al día siguiente del percance, acudieron al metro hacer vandalismo y pintas con leyendas como “Sheinbaum asesina”.
¿Accidente, sabotaje o, terrorismo?
No son pocos los personajes que manejan un discurso de odio en el pensamiento conservador en México. Sin ir muy lejos y como una pequeña muestra de un banquete violento, el escritor Martín Moreno, que se dice historiador, dijo hace poco más de dos años: “Yo por eso propongo que si se pudiera regresar a la época de la inquisición yo colgaba a cada uno, no colgaba, quemaba vivo a cada uno de los morenistas en el Zócalo capitalino, te lo juro”.
Ese tipo de pensamiento no es ocurrente ni es actual, es una forma cultural que viene de lejos en un sector de la sociedad que se piensa superior a todo el resto y, para mantener o conservar ese estatus, recurre a la violencia, muchas veces encubierta, para sembrar terror en la población.
La historia muestra la vileza humana que usa esas acciones para mantener sus privilegios, como lo sucedido con el Ku Klux Klan en el vecino país del Norte que fue una “asociación patronal descentralizada, dirigida sobre todo por dueños de plantaciones en decadencia, comerciantes, abogados y dueños de diarios, que utilizaba distintas formas de terrorismo para controlar y explotar a las masas negras evitando toda interferencia del exterior”.
La cita anterior pertenece a Chad Pearson, historiador de la Universidad del Norte de Texas, al describir cómo las asociaciones patronales en la era del progreso estadounidense (1860), utilizaban métodos extralegales a la hora de solucionar problemas sobre el poder establecido, como quemar escuelas, intimidar a las personas o provocar accidentes trágicos.
En el caso del choque reciente en la línea 3 del metro, no se puede afirmar de un acto deliberado, sin embargo, cada vez que suceden eventos de esa naturaleza, emergen elementos sintomáticos como la aparición de un mismo discurso político-ideológico en políticos de oposición, presencia de grupos vandálicos encapuchados, una sincronía mediática de conductores de radio y televisión, cabeceos armonizados en periódicos y la misma arenga en columnistas y opinadores.
Todo parece como un gran plan para un objetivo específico.
Hay quienes hablan de este choque de trenes como un sabotaje, que conceptualmente es un daño intencionado en un servicio, instalación o un proceso que beneficia a un grupo contrario a otro.
El hecho del sabotaje podría tener sentido en este caso y se trataría de un delito político dentro de una arena pública que se disputan dos bandos. Pero ese delito político también es un acto terrorista.
Según Fernando Flores Valdés (1986), afirma en su tesis, que los actos de sabotaje y terrorismo son fenómenos sociales que tienen sus causas en que a un grupo de ciudadanos no le es propicia la política del Estado y deciden enfrentarse no solamente en el plano ideológico sino en las vías de hechos.
“…se forma lo que se conoce como grupos políticos que van en contra del dominante, pero por vías de actos terroristas o hechos saboteadores van en contra de ese grupo dominante, dan origen a los delitos políticos, los cuales provienen desde la antigüedad.” Diferencias y semejanzas entre el terrorismo y el sabotaje, Flores V., Fernando (1986:31). *
Si las autoridades que siguen las investigaciones de las causas del percance, dan por hecho que el trágico evento fue deliberado, no solo estamos hablando de un sabotaje, sino de un delito político, un acto terrorista. Acto grave en las condiciones de país.
La Unión Europea es una de las entidades con mayores casos de actos de terrorismo en el mundo, y sus leyes son muy concretas al manejar que:
Artículo1: …los actos intencionales que se refieren las letras (a) a (i), tipificados como delitos en la legislación nacional que, por su naturaleza o contexto, puedan perjudicar gravemente a un país o a una organización internacional cuando su cometido se realice con el fin de**:
– intimidar gravemente a una población u obligar indebidamente a un gobierno u organización internacional a realizar o abstenerse de realizar un acto o,
– desestabilizar gravemente o destruir las estructuras fundamentales políticas, constitucionales, estructuras económicas o sociales de un país o de una organización internacional, se considerarán como delitos terroristas:
(a) atentados contra la vida de una persona que puedan causar la muerte;
(b) atentados contra la integridad física de una persona;
(c) secuestro o toma de rehenes;
(d) destrucción masiva de instalaciones gubernamentales o públicas, sistemas de transporte, infraestructuras, incluyendo sistemas de información, plataformas fijas emplazadas en la plataforma continental, lugares públicos o propiedades privadas, que puedan poner en peligro vidas humanas o producir graves pérdidas económicas…
Hasta hoy, el trágico evento es un aparente accidente producido, según los prianistas, por la “austerización” impuesta por López Obrador que ha alcanzado el presupuesto para el mantenimiento del metro de la Ciudad de México; y que Sheinbaum es incapaz de gobernar la ciudad, por tanto, ¿cómo es que quiere gobernar el país?
El mensaje está dado.
Solo falta la verdad.
Referencias.
*. Diferencias y semejanzas entre el terrorismo y el sabotaje.
**.Presente y futuro del terrorismo de extrema derecha en Europa.
Por los hechos los conocemos… no han sido accidentes…. son criminales negligencias y sus consecuencias