“Ser rescatista te enseña a valorar la vida” esa es la opinión de César García en los 3 años de servicio que lleva como paramédico, bombero, rescatista y técnico en rescate vehicular.
“Cada día que salgo a servicio, beso a mi esposa y le digo lo mucho que la quiero, porque no se si voy a volver”, comentó César Alejandro García, quien es Paramédico en la Unidad Municipal de Protección Civil de Bahía de Banderas, además de ser bombero, rescatista y técnico en rescate vehicular.
César es muy consciente de la fragilidad de la vida, pues ha visto muchas veces de frente a la muerte, “esta profesión te enseña a valorar la vida” y agrega que la profesión es satisfactoria en el sentido de que se tiene la oportunidad de ayudar a alguien más lo hace sin pensar, «es algo inexplicable para mí, es algo que me nace, saber que das todo para salvar a alguien que no conoces, que no lo vas a volver a ver, si es algo inexplicable» dijo.
Desde hace tres años, luego de recibir un curso de primeros auxilios por parte del cuerpo de guardavidas, tomó la decisión de prepararse para servir a otros, cosa que no ha sido fácil, pues de manera personal, considera que decirle a alguien que ya no se pudo hacer nada por su familiar o amigo, es una de los momentos más difíciles que enfrenta.
“Siempre lo que te marca es tu primer servicio».
“Siempre lo que te marca es tu primer servicio yo lo tengo muy presente. Me tocó atender a unos chavitos que se accidentaron en una moto, y lamentablemente uno de ellos fallece en el lugar y al otro me lo llevo en estado crítico, era mi primer servicio como paramédico y si me marcó”, comenta César, quien agregó que tiene mucho que agradecer, pues des de entonces su manera de pensar y de vivir ha cambiado, ya que como todas las personas, sale de su casa a trabajar y no sabe si va a regresar, aunque su trabajo es dar auxilio y salvar vidas.
“Mientras yo pueda voy a seguir haciéndolo, es la base de nosotros servir y proteger” por eso, espera que el resto de sus días, sigan como hasta hoy, teniendo la oportunidad de portar el uniforme que le permite salir a las calles, visitar negocios, domicilios, auxiliar a alguien en cualquier lugar y aportar lo que esté en su mano para salvar una vida.