Para todo el mundo, el 2020 sin duda fue el año de la pandemia por COVID-19; sin embargo, en el caso de México hubo otros acontecimientos que también marcarán su devenir social. ¿Cuáles son los sucesos más emblemáticos del 2020 mexicano?
El 2020 fue un año particularmente caótico para México, pues no solo se vivió una pandemia, sino una serie de hechos políticos que podrían cambiar su historia. Entre estos, destacan los cambios estructurales para garantizar derechos fundamentales —como el acceso a la salud—, las detenciones de exfuncionarios de alto nivel y la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de someter a consulta si se enjuicia a los expresidentes que hayan cometido actos de corrupción.
Para Gibrán Ramírez Reyes, politólogo y excandidato a la dirigencia del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el 2020 fue un año marcado por la emergencia sanitaria del COVID-19 por dos aspectos: «la reorganización de la muerte» y «la crisis económica que ha traído aparejada, particularmente por la pérdida de empleo y por la generación de nuevos pobres».
«La pandemia no tanto por cómo se haya incrementado el número de decesos, porque en muchos países como el nuestro ya tenemos demasiados decesos cada año, sino por la generación de una incertidumbre social que se suma a la crisis económica que veníamos enfrentando ya desde finales del Gobierno de Enrique Peña Nieto que había habido un frenón. Entonces, creo que en eso no podemos sustraernos a los demás países del mundo y que sin duda se trató de eso, de la crisis por coronavirus», explica en entrevista con Sputnik.
El 2020: ¿un año clave en la transformación de México?
La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México marcó un parteaguas para la política nacional; en principio, porque llegó abanderado por los grupos más fuertes de la izquierda mexicana y porque prometió transformar al país, y para lograrlo puso en el centro de su proyecto la lucha contra la corrupción. Entre todas las acciones en este ámbito se distingue la resolución de la SCJN sobre la consulta para enjuiciar a los expresidentes.
En este sentido, el 2020 podría tomarse como el inicio de una nueva historia para la sociedad mexicana que, hasta el momento, no ha vivido un proceso jurídico contra un conjunto de políticos de alto nivel —exfuncionarios y expresidentes— que hayan cometido actos de corrupción, tal como ocurrió con la extradición del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya, y la detención de la extitular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles.
Pero a pesar de que la narrativa gubernamental apunta hacia una persecución frontal contra exfuncionarios señalados de corrupción, Ramírez considera «que ahí va haber acontecimiento hasta que haya alguna sentencia, ahorita claro que es una novedad que haya detenciones; es una novedad y lo es no solamente desde 2020, lo es desde el año pasado».
«Es el primer sexenio en mucho tiempo en que tenemos políticos de tanto nivel presos, pero creo que eso fue una novedad desde antes —como en el caso de Rosario Robles—. Todavía no vemos claro ahí qué va a pasar, en todo caso me parece más relevante la decisión de la Suprema Corte de que la consulta sobre el juicio a los expresidentes y en general actores políticos del pasado transite. Lo otro me lo tomo con bastante cautela, es apenas sí un anuncio de lo que puede ser una radical novedad en el espacio público mexicano, pero es algo que todavía no se concreta», subrayó.
Por otro lado, señala que uno de los acontecimientos más trascendentales en términos de la política nacional es el triunfo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones de Coahuila, donde se eligió a los nuevos representantes del Congreso local, e Hidalgo, que renovó representantes en 84 ayuntamientos.
En consecuencia, Ramírez indica que en términos políticos «lo más importante [durante 2020] fueron las elecciones locales de Coahuila e Hidalgo. Unas elecciones que demuestran que el PRI sigue existiendo, aún si es un partido focalizado«.
La pandemia de COVID-19: ¿una oportunidad de cambio en México?
La pandemia de COVID-19 puso al desnudo una serie de problemas que estaban presentes en el país desde antes de la emergencia sanitaria, esencialmente en lo que tiene que ver con las deficiencias en el sector de salud y la crisis económica. Para ello, el Gobierno de López Obrador dispuso una serie de estrategias rápidas para atender el alto número de personas contagiadas en las instancias hospitalarias correspondientes.
En este sentido, el también analista político advierte que este año podría considerarse como el de la «continuación de la parálisis en un momento donde lo principal se supone que iba a ser la transformación y donde quizá el único cambio estructural que estamos teniendo es un cambio que no se alcanza a ver por la magnitud de la crisis».
Sobre este punto recuerda las acciones gubernamentales para sobrellevar la crisis por COVID-19, tales como: la reconversión hospitalaria, la contratación de especialistas médicos, el aumento salarial a los trabajadores de la salud, la compra de equipo médico y la adquisición de la vacuna contra el SARS-CoV-2.
«Cuando salgamos de este momento, vamos a tener una capacidad hospitalaria en materia de camas, de unidades de cuidados intensivos, de unidades médicas muy distintas a la que teníamos antes de entrar, pero eso no se nota ahora por la trágica circunstancia. Entonces es un año sí de inmovilidad y de parálisis», enfatizó.
Por otro lado, comenta que si bien para el contexto mexicano parecen haber ocurrido «demasiadas cosas en un solo año, las variables fundamentales continúan ahí; incluso, el PRI sigue ahí, el discurso que se llevó durante todo el año sigue ahí. Cuando López Obrador tuvo esta declaración de que la pandemia venía como anillo al dedo era la ratificación de que el programa político era pertinente para este momento, ningún actor político cambió su discurso de manera fundamental. La oposición aprovechó la pandemia para seguir haciendo lo que ya estaba haciendo y el Gobierno también«.
Ante ello, considera que a pesar de que el 2020 concluya, la emergencia sanitaria por el COVID-19 continuará presente durante el 2021 con una serie de cambios que tendrán que ver con la llegada de una nueva vacuna y la reconcentración de poder económico en el sector farmacéutico. Por lo cual, señala que si acaso hay algún cambio a nivel político-social, este podría ser por la generación de movimientos sociales que surjan a raíz de la crisis provocada por la misma pandemia.
Fuente: Sputnik. Artículo original