Un reporte de la Organización Mundial de la Salud del 2018 señala que en el país, el 45.5% de los partos son por cesárea; el triple del máximo recomendado por el organismo.
© Foto : Notimex/Paola Hidalgo
A nivel nacional, en hospitales privados se registra hasta un 80% de nacimientos por cesárea y en clínicas y hospitales de la Secretaría de Salud e Issste es entre el 34 y 40%.
Optar por partos naturales disminuye el costo del servicio médico y hospitalario, además que proporciona a la mujer una recuperación más rápida y beneficios para ella y su bebé, afirmó Nadie Goodman, cofundadora del Centro de Atención para Adolescentes de San Miguel de Allende, CASA, A,C.
Goodman señaló que atender los nacimientos con parteras es una alternativa para mejorar el sistema de salud en México.
«Los datos ahí están y por eso se ha tomado la decisión como ONG (Organización No Gubernamental) pequeña en conjunto con otras organizaciones y personas del Gobierno, como de los congresos legislativos en los estados, para empezar a cambiar el sistema de salud», sugirió durante la entrevista con Notimex.
En las casas de parto se atiende a aquellas mujeres sin riesgo grave de tener complicaciones durante la expulsión del bebé. Goodman afirmó que en el país el 85% de las parturientas están en esta condición, lo que justifica crear las condiciones educativas y de salud para formar a más parteras profesionales.
«La gran mayoría de nosotros no necesitamos una infraestructura tan cara como es un hospital de segundo y tercer nivel para dar a luz. Realmente es porque estamos acostumbrados, pero realmente no es necesariamente lo mejor. Aparte ¿dónde se queda el derecho de la mujer a decidir?», recalcó la también Consejera General de CASA.
«¿Dónde queda el derecho de la mujer a decidir?»
Afirmó que en los sistemas de salud en el mundo las mujeres tienen derecho de decidir quien las acompaña en el parto, sin embargo, en los hospitales públicos de México esta práctica no existe.
«En todos los protocolos están diciendo que es derecho de la mujer tener un acompañamiento en su parto, que ella pueda tener al papá del niño, su mejor amiga, su mejor amigo, su mamá; alguien puede estar con ella en el trabajo de parto y cuando se dé el alumbramiento y en México ni tenemos este derecho», puntualizó.
Consideró que la falta de esta práctica es discriminatoria, ya que:
«la gente con dinero puede pagar un parto acompañado en un lugar privado, pero en los hospitales públicos no, y esto la verdad es una violación de los derechos de la mujer».
«No es una competencia; hay ‘chamba’ para todos»
Solamente 120 parteras han sido formadas en las 17 generaciones egresadas de la escuela de partería de CASA, cada generación tiene como máximo 20 alumnas.
«La mayoría están ejerciendo, tenemos seguimiento a todas las alumnas. Todo esto está documentado, pero ya no es el momento de que una ONG tenga este proyectito, no son proyectos de vanidad, son sistemas de salud, son personajes indispensables para el equipo interdisciplinario», precisó la cofundadora de CASA.
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«En muchos países del mundo se reconoce la definición internacional de la partera que en forma entendible, simplemente la partera es la guardiana, la experta en parto de bajo riesgo».
«La ginecóloga es la experta en lo normal, lo de alto riesgo, o sea, no es una competencia, hay suficiente chamba para todos. Las parteras y las y los ginecólogos pueden trabajar muy a gusto juntos», consideró.
En el nivel técnico, la partería es una carrera de tres años con un año de servicio social «porque muchas de las mujeres indígenas no han terminado su preparatoria y pueden entrar»; lo que se está promoviendo es llevarla a nivel de licenciatura en universidades públicas.
«O sea la partera no está en el plan ‘yo solita puedo’; la buena partera y los buenos profesionales saben que tenemos que trabajar en equipo y necesitamos trabajar así», finalizó Goodman.
Fuente: Sputnik. Artículo original