La tortilla que elaboran miles de tortillerías en México son de harina que distribuye Maseca, esa harina de maíz está contaminado según un estudio de Health Research Institute Labs en Iowa, Estados Unidos
Así como sucede como el fuego que no tiene propiedad, es decir, es un bien de la humanidad, la nixtamalización del maíz es un bien humano que nuestros ancestros heredaron a los habitantes de todo lo ancho y largo de México.
Es orgullo mexicano saber que el proceso de nixtamalización es una fórmula que sólo se hace en estas tierras y que ha sido la base de la alimentación de mexican@s desde mucho antes de la invasión española. Perduró en el tiempo del mestizaje y hasta el momento sigue siendo la base de nuestra alimentación.
Pero hoy, debido a los tiempos de mercado y los negocio en el entorno filo-ideológico que el pez más grande se come al más pequeño, empresas que pertenecen a ese credo han acaparado esa vital labor para, de cierta forma intentar controlar a la sociedad desde los alimentos que consume para un beneficio particular o sectorial.
Es imperante observar la proveeduría del alimento diario en su mesa y darse una vuelta a la tortillería para ver si utilizan Maseca o hacen su propia nixtamalización de maíz de la región. Las harinas de maíz para fabricar las tortillas que come, pueden estar altamente contaminada y ser un riesgo a su salud al corto, mediano o largo plazo.
El control de los alimentos desde esa idea, no solo es es un acto criminal que se castiga con las leyes, sino que además es un acto despreciable desde las razones morales, éticas y de humanidad.
La Asociación de Consumidores Orgánicos (ACO) tiene una campaña permanente llamada Yo Quiero Mi Tortilla 100% Nixtamalizada que alerta sobre el consumo de las tortillas en México enfatizando en la calidad y valor nutricional.
Recientemente la ACO publicó un comunicado donde le da vigencia a una investigación que realizaron en octubre del 2018 sobre las características de un análisis realizado por el Health Research Institute Labs en Iowa, Estados Unidosa en la harina de maíz que elabora el Grupo Maseca (Gruma) y que distribuye a las miles de tortillerías ubicadas en todo el país.
El resultado encontrado en la harina de maíz que consumimos en las tortillas hechas de harina de Maseca “se cuantificaron niveles altos del herbicida glifosato y de AMPA (ácido amino-metil-fosfónico, el metabolito principal del glifosato) en diversas muestras de harina de maíz blanco y amarillo de la marca Maseca provenientes de diferentes regiones de México”.
Glifosato
El glifosato es considerado un arma de destrucción masiva que afecta a la biodiversidad en agua y suelo y es un agente altamente dañino para la salud pública. La Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha alertado a la ciudadanía sobre el sustento científico en las pruebas donde se afirma su daño:
Tendríamos que hacer páginas del impacto dañino del glifosato en la intención de generar caos en la naturaleza para, de manera siniestra, obtener el control total del resultado, sin embargo, continuamos con el análisis de la harina de maíz que Maseca distribuye.
OMG
A la par de haber encontrado rastros de glifosato en la harina de Maseca, el análisis arrojó el uso de maíz transgénico en la elaboración del insumo, sobre todo en la harina de maíz blanco.
Los transgénicos u organismos modificados genéticamente (OMG), son productos naturales que son manipulados genéticamente, agregando o quitando de manera artificial elementos que, hasta hoy, se conoce poco sobre sus efectos en la salud pública, sin embargo, existentes evidencias que alertan sobre el consumo de los OMG:
El análisis que realizó la ACO, es muy completo, ágil en su lectura y muy recomendable para que sea leído por tod@s los consumidores de tortillas, que no creo que sean pocos. Dejar de leer este informe es equivalente a cerrar los ojos ante el verdugo que levanta el hacho sobre nuestra cuello expuesto.
La Guerra en la Norma sobre la Nixtamalización
Además del problema de salud en el humano y en la naturaleza que genera la fabricación de harina Maseca, esta empresa y otros industriales dedicados a los derivados de la nixtamalización del maíz, cabildean fuertemente en el Congreso de la Unión para modificar el contenido de la NOM-187 relativa a la nixtamalización y favorecer a este grupo industrial.
Actualmente, dice Empower, en la discusión del nuevo contenido de esta Norma, el grupo de industriales mantienen cabilderos que pugnan una redacción que tiende a favorecer a los empresarios en detrimento de las pequeñas tortillerías locales que hacen su producto basado en el proceso ancestral de la nixtamalización.
En las reuniones multiplican su representación al imponer cabilderos de varias subsidiarias de Gruma, por ejemplo, así como personas que cumplen dos representaciones al manejar una empresa en particular y la representación de un organismo patronal.
La intención es modificar la NOM-187 en la definición de la nixtamalización y los Acuerdo de Aditivos, porque ha de Ud. saber que actualmente a la fabricación de tortilla le están agregando una serie de aditivos que tienen funciones diversas como ablandadores, blanqueadores, conservadores o saborizadores de la tortilla.
Los aditivos a la tortilla ¿Qué son?
La definición de los aditivos alimentarios que agregan al proceso de la tortilla está poco claro y preocupante en su sentido alimenticio y nutricional, porque no se permite saber al consumidor si estos aditivos son contaminantes o dañinos a la salud humana.
Empower maneja que lo que actualmente se define como aditivos “…cualquier sustancia que en cuanto tal no se consume normalmente como alimento, ni tampoco se usa como ingrediente básico en alimentos, tenga o no valor nutritivo, y cuya adición al producto con fines tecnológicos en sus fases de producción, elaboración, preparación, tratamiento, envasado, empaquetado, transporte o almacenamiento, resulte o pueda preverse razonablemente que resulte (directa o indirectamente) por sí o sus subproductos, en un componente del producto o un elemento que afecte a sus características”.
Continua la aclaración, “en ese rubro, la industria se mostró en contra de informar a detalle sobre los aditivos que usa en la masa. CANAMI y las subsidiarias de Gruma, Investigación Técnica Avanzada y Mission Foods México, propusieron, para proteger su secreto industrial, ´emitir una carta de cumplimiento con el Acuerdo de Aditivos´, la cual el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) fue encargado de escribir”. El CNA es la agrupación patronal de los grandes productores agrícolas del país.
De esta manera, los industriales tratan de empujar una legislación que les favorezca en el sentido de tener ventajas sobre los pequeños productores además de seguir en la opacidad en la producción de productos que manejan.
Aquí la liga del completo artículo de Empower https://empowerllc.net/2022/09/29/nom-187-minsa-gruma/