Autoridades civiles y militares. El alcalde interino, Rodolfo Domínguez, encabezó la ceremonia en la que se recordó este importante acontecimiento del país.
Con la bandera a toda asta en la plaza de armas, este martes autoridades civiles y militares, encabezadas por el presidente municipal interino, Rodolfo Domínguez Monroy, conmemoraron el 151 aniversario de la Toma de Querétaro, por las Fuerzas de la República ocurrida el 15 de mayo de 1867.
El director de Seguridad Ciudadana, Misael López Muro, fue el orador oficial de esta ceremonia, recordando que fue aquel 15 de mayo cuando el General Mariano Escobedo, jefe del Ejército de Operaciones en Querétaro, quien por órdenes del presidente Benito Juárez mantenía sitiada esta ciudad desde el mes de marzo, recibió de manos de Maximiliano de Habsburgo su espada en señal de rendición.
Indicó que esto se remonta a junio de 1861, después de la Guerra de Tres Años, cuando Juárez fue electo presidente constitucional y la crítica situación hacendaria provocara que se decretara la suspensión del pago a la deuda contraída con España, Francia e Inglaterra.
Esto tuvo como consecuencia el rompimiento de relaciones diplomáticas, provocando que Francia decidiera emprender una expedición punitiva contra este país, exigiendo el pago de la deuda.
Las primeras tropas invasoras desembarcaron en Veracruz en diciembre de ese año, los franceses avanzaron hacia la ciudad de México y el 5 de mayo de 1862, se enfrentaron al ejército mexicano en la célebre Batalla de Puebla, siendo derrotados por las fuerzas encabezadas por el General Ignacio Zaragoza.
Agregó que no obstante, la situación del gobierno juarista se veía amenazada y el 1 de junio de 1863 dejó la ciudad de México emprendiendo la marcha hacia San Luis Potosí.
Ante el avance de los franceses, el Congreso otorgó facultades al presidente para salvaguardar los intereses nacionales.
Meses más tarde, se ofrecería el trono de México a Maximiliano de Habsburgo, que finalmente aceptó teniendo el apoyo de Napoleón III para establecer una monarquía, con lo que el presidente Benito Juárez encabezó la defensa de la soberanía nacional.
En 1866, Napoleón III decidió retirar sus tropas de México lo que debilitó al imperio, así como el avance de las fuerza juaristas. Meses después, un embajador enviado por Napoleón III a México, trató de convencer a Maximiliano de abdicar.
En marzo de 1867, las fuerzas mexicanas al mando del General Marino Escobedo, tendieron un cerco en Querétaro, la ofensiva se recrudeció desde fines de abril.
Para el 14 de mayo el Coronel Imperialista Miguel López se entrevistó con el General Mariano Escobedo, buscando una negociación que evitara más derramamiento de sangre a cambio de la palabra de honor de Maximiliano de abandonar el país y no retornar jamás.
Los mexicanos, por su parte debían levantar el asedio a Querétaro.
►El asedio a Querétaro
“Esto no fue aceptado por el General Escobedo en acato de las instrucciones del presidente Juárez, quien no aceptaría otro arreglo que la rendición incondicional.»
«Al amanecer del día 15, los sitiadores tomaron la línea interior desplegada para la defensa de Querétaro, al ser notificado Juárez sobre el triunfo de las Fuerzas Republicanas, posibilitó el retorno de los Poderes de la Unión a la Ciudad de México, dando así inicio al periodo de la historia mexicana conocido como la República Restaurada”, concluyó López Muro.
En la ceremonia también estuvieron presentes los regidores Celina Lomelí Ramírez y Leopoldo Lomelí; el Tesorero Municipal, Ricardo René Rodríguez Ramírez; en representación de la 41ª Zona Militar, acudió el Teniente Coronel D.E.M.A. Pedro Gutiérrez Romero, Segundo Comandante de la Estación Aérea Militar No.5, así como el Capitán de Fragata C.G.D.E.M. Miguel Ángel Flores Piña, de la 8ª Zona Naval.
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