El huracán Helene avanza este jueves hacia la costa de Florida, catalogado como una tormenta «catastrófica» de categoría 4. Con marejadas ciclónicas de hasta seis metros y vientos de 155 km/h, Helene amenaza con provocar daños severos en su trayecto. Se espera que toque tierra cerca de la región de Big Bend entre la noche del jueves y la madrugada del viernes, con consecuencias devastadoras para el sureste de Estados Unidos.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) advierte sobre vientos destructivos, lluvias de hasta 46 cm e inundaciones potencialmente mortales, además de deslizamientos de tierra en los Apalaches del sur. Ante la emergencia, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró el estado de emergencia en casi todo el estado, movilizando a la Guardia Nacional y emitiendo órdenes de evacuación para varios condados.
Se espera que los efectos del huracán se sientan más allá del ojo de la tormenta, alcanzando incluso a la ciudad de Atlanta con lluvias y vientos fuertes. La Casa Blanca ha expresado su disposición para brindar apoyo a los estados afectados. Helene podría ser el huracán más devastador en azotar Estados Unidos en más de un año, tras el paso del huracán Idalia en 2023.