INFORME, VIDEO. La enfermedad por implantes mamarios se manifiesta con depresión, enfermedades autoinmunes, fatiga crónica, atrofia muscular, migraña y diversos tipos de intoxicación después de 5 ó 10 años de haberse realizado la cirugía.
Por Karina Macias Aguirre
¿Qué es la enfermedad por implantes mamarios?
La búsqueda de la perfección es y ha sido desde que tenemos uso de razón una constante para hombres y mujeres. Cuando los avances en la medicina estética comenzaron, a partir de los 60, los implantes mamarios se volvieron más que una moda. Miles de chicas y mujeres en edad madura, comenzaron a realizar su sueño de perfeccionar su cuerpo mediante esta cirugía.
En la década de los 90 la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) decidió prohibir este tipo de cirugías en respuesta a los datos asociados a posibles incidencias de cáncer, enfermedades autoinmunes y diferentes enfermedades del tejido conectivo. Años más tarde nuevamente autorizaron dichas operaciones con el argumento de que no existía suficiente evidencia que relacionara tales enfermedades con los implantes mamarios.
Fue gracias a las redes sociales, prácticamente hace pocos años, que comenzaron a surgir diferentes grupos y sitios on line que hablaban de los síntomas del “Brest implant illness” (enfermedad por implantes mamarios), también conocido como síndrome inflamatorio autoinmune.
De acuerdo a los cientos de testimonios, la enfermedad por implantes mamarios se manifiesta con depresión, enfermedades autoinmunes, fatiga crónica, atrofia muscular, migraña y diversos tipos de intoxicación que se manifiestan en la piel, después de 5 ó 10 años de haberse realizado dicha cirugía.
Enfermedad por implantes mamarios: el testimonio de Adriana Robin
Hoy contaremos la historia de Adriana Robin, venezolana de nacimiento y fisioterapeuta de profesión. Radica en Puerto Vallarta desde hace 20 años y tiene un estudio de Yoga. Ella como muchas mujeres en Latinoamérica, decidió operarse por cuestiones estéticas y colocarse implantes mamarios a los 24 años, sin saber lo que esto podría provocarle en unos años.
Hoy tiene 45 años y apenas hace 6 meses se realizó la operación para extraerse los implantes mamarios, dado el nivel de intoxicación que padecía su organismo. Casi al borde del colapso y en medio de una depresión terrible encontró la raíz del problema que casi la conduce a la muerte. Por esta razón decidió contarnos su historia.
Es prácticamente normal y válido que todas las personas busquemos mejorar nuestra apariencia mediante algún tratamiento o cirugía, pero nos hemos preguntado ¿qué pasa cuando esto podría ser en perjuicio de nuestra salud?
Adriana Robin es una, de cientos de mujeres que han mostrado una mejoría notable luego de retirarse los implantes mamarios. Su lucha incansable por recuperar la salud continúa. Porque aún hace falta que se socialice esta información. Lamentablemente la comunidad médica en México y Latinoamérica no quiere hablar del tema. La respuesta es simple: “Las operaciones estéticas dejan al año alrededor de 20 millones de dólares”.