El presidente Trump adopta las recomendaciones de Wakefield sobre la separación de la vacuna triple vírica y pide reformas importantes en el calendario de vacunación infantil.
En una impactante rueda de prensa en la Casa Blanca, el presidente Trump resumió su postura sobre cómo poner fin a la epidemia de autismo. Junto con todos sus altos funcionarios y asesores de salud, Trump se comprometió a identificar las causas de la actual epidemia de autismo.
Sus recomendaciones incluyeron:
– Dejar de usar paracetamol (Tylenol) para la fiebre relacionada con las vacunas y minimizar su uso en mujeres embarazadas.
– Espaciar las vacunas infantiles, evitando la práctica habitual de administrar demasiadas y demasiado pronto.
– Dividir la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) en dosis únicas, tal y como recomendó en 1998 el Dr. Andrew Wakefield.
– Retrasar la primera vacuna contra la hepatitis B hasta los 12 años de edad.
– Eliminar el conservante de mercurio de las vacunas.
– Eliminar el adyuvante de aluminio de las vacunas.
TYLENOL (PARACETAMOL) Y AUTISMO
El Dr. Wakefield considera que el papel del paracetamol en el autismo es biológicamente plausible.
En 2008, tras revisar un artículo de Schultz et al. de la Universidad de San Diego (Autism; 2008;12:293-207), Wakefield y sus colegas escribieron:
«… los datos indican claramente que el aumento del uso de paracetamol después de la vacunación con la triple vírica se asocia con un aumento sustancial del riesgo de autismo, incluso cuando la exposición a la triple vírica es constante».
Ofrecieron dos posibles explicaciones:
- El aumento del uso de paracetamol es un factor de riesgo suficiente por sí mismo, o bien:
- El aumento del uso de paracetamol no es un factor de riesgo suficiente por sí mismo, pero en combinación con la vacuna triple vírica da lugar a un aumento del riesgo de autismo (modificación del efecto).
El diseño del estudio de Schultz no podía responder a esta pregunta, pero exigía más investigación.
Fuente: Robin Monotti & Cory Morningstar
